Veintinueve

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—Mierda nuestras camisas están abajo —se alarmó Archie.

Rápidamente me puse de pie y busqué algo de ropa.

—¡Vístete! —le grité a Archie.

—Si, pero nuestras camisas quedaron abajo —dijo mientras se ponía su pantalón.

—Lucy, llegamos... —mi madre entró a mi habitación y me quedó viendo mientras me ponía otra camisa y como Archie se subía la cremallera de su pantalón con el abdomen desnudo.

Y al instante llega mi padre mostrando nuestras camisas como evidencia.

—Los esperamos abajo chicos —dijo mi madre, mi padre nos devolvió las camisas y bajaron.

Miré a Archie preocupada pero él se rió.

Al estar vestidos bajamos.
Los dos nos esperaban en la sala de estar.

—Tomen asiento —mi padre nos señaló el sofá.

Estaba aterrorizada.

—Miren chicos, sé que tener sexo es normal —comenzó mi madre. Ay dios.—Son adolescente y entendemos que están experimentando hacer cosas nuevas...

—Pero —intervino mi padre.—necesitamos saber si se están cuidando, eso es muy importante.

—Si, señor. Usamos condón —le respondió Archie.

Estaba muerte de la vergüenza.

—Muy bien —dijo mi madre.—Y si... su necesidad de hacerlo es mucha, háganlo en la habitación, no aquí —señaló la mesa donde habíamos dejado nuestras camisas.—donde todos comemos...

—Si, perdón... —dije.

—Bueno, son libres —dijo mi padre y los dos se fueron a la cocina.

—Agh —me llevé las manos a la cabeza.

Escuché a Archie reír.

—No se lo tomaron mal —dijo.

Lo miré seria pero al instante me reí. No puedo creerlo, mis padres ya saben que tengo sexo. Eso es... raro.

—Ven, vamos —me puse de pie.

—Ah, cariño. ¿Ya almorzaron? —nos preguntó mi madre.

—Emm no, pero ahora vamos a comer juntos —dije.

—Ah, okey...


—¿Donde iremos? —preguntó Archie cuando ya estábamos en el centro.

—¿Te parece aquí? —señalé un pequeño restaurante que siempre lo veo al pasar pero nunca había entrado.

Era bastante lindo y cómodo.

—¿Ya habías venido? —me preguntó Archie al tomar asiento en una mesa.

—Nop —dije leyendo la carta.

—Una vez comí con mi padre aquí. La comida es bastante buena —comentó.

Le asentí.

Luego de unos diez minutos de ordenar, llegaron nuestros platos.

—Que rayos... —dice Archie mirando hacía la entrada.
Como yo estaba dándole la espalda a la entrada me volteé, y al voltearme veo a Shawn con una chica acomodándose en una mesa.

—Tranquilízate Archie, déjalo. No se a percatado de que estamos aquí —lo miré.

Asintió comiendo de su plato.

—Quiero decirte que lo de hoy... fue increíble —le dije.—Y gracias por ser cuidadoso... —dije avergonzada.

—Claro que lo iba hacer, te amo. Y mucho.

Le sonreí. No quería ponerme a llorar.

—Yo también te amo, Archie.

—Voy al baño —dijo Archie al terminar de comer.
Al ponerse de pie me dió un beso corto y se dirigió al baño.

Pasaron dos minutos de que Archie fue al baño cuando me llega un mensaje. Veo mi celular y es de Shawn.

Shawn: tienes algo en tu espalda...

¿Qué? Ni loca me voy a revisar si tengo algo en la espalda.
Solo lo ignoré.

—Listo —volvió Archie. Gracias a dios.

Quiero que él vea si tengo algo en mi espalda pero no quiero darle importancia a lo que me dijo Shawn.

—¿Nos vamos? —le dije a Archie porque no quiero estar en el mismo lugar que está Shawn, con una chica y menos sabiendo que me está poniendo atención.

—Si, claro. Iré a pagar —dijo.

—No, ten. Yo pago mi plato.

—Yo esta vez, Lucy —se rió y fue a pagar.

Cuando volvió, inmediatamente me puse de pie y le di la mano. Cuando se la di miré a Shawn, él cuál nos estaba mirando.

Miró nuestras manos y se rió.

—¿Puedes ver si tengo algo en mi espalda? —le pedí a Archie cuando ya estábamos afuera.

Se detuvo sin soltarme la mano para mirarme la espalda.

—No, nada. ¿Te molesta algo?

Agh, sabía que me mentía. Solo quería molestarme.

Fruncí el ceño.

—No... solo creí tener algo...

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Sorry // Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora