Treina y dos

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Le sonreí.

—Ya... dime ¿que hizo Ryan?

—Le dijo al entrenador que tenía problemas de ira y con el alcohol. El entrenador le creyó y fue a hablar con el director.

¿QUÉ? está loco.

—No puedo creerlo... y eso fue en el equipo. ¿Por qué te expulsaron?

—Ryan y sus amigos dijeron que traía drogas a la escuela y que se las vendía a niños de primer año.

—¡¿Qué?! —me senté en la cama de Shawn y me llevé las manos a la cabeza.—No puedo creerlo. ¿Y no dijiste nada?

—Claro que si, pero no me creyeron. Se las arreglaron para que unos chicos de primer año dijeran que yo les vendí droga.

—Que hijo de perra...

—Mi madre por supuesto, me cree a mí, le dije la verdad. Lo de la amenaza y todo eso. Pero la escuela no me creyó, con esos chicos de testigo les creyeron a ellos de inmediato.

Asentí mirando el piso.

—Esto no quedará así, ahora mismo voy a ir a la escuela —iba a salir de la habitación pero Shawn me detuvo.

—Lucy, cálmate. ¿Que harás allá?

—Decir que Ryan es un mentiroso.

—Cálmate, primero piensa en lo que irás hacer y decir. Dejaré que me ayudes pero hay que organizar bien las cosas.

Asentí y volví a tomar asiento en su cama.

—Mañana mismo vamos a la escuela, no puedes quedarte con esa reputación —le dije cuando se sentó a mi lado.

—Lucy...

—¿Si? —le puse atención. Al mirarlo me di cuenta de lo cerca que estábamos. Sentía su respiración.

—No se qué hacer, no sé qué hacer con todo —no aguantó y estalló en el llanto.

De inmediato lo abracé.

—Tranquilo, todo estará bien —lo consolé.

—Lucy no sé qué qué hacer —me dió escalofríos al sentir como se empapaba mi hombro y parte de mi cuello.

Lo abracé más fuerte, lo más fuerte que pude la verdad.

—Qui... quiero estar contigo —dijo entre lágrimas.—Odio no poder estar contigo.

Para que se relaje, me dejé caer hacía atrás en su cama y lo dejé caer junto a mi. Estamos recostados en su cama, mirándonos frente a frente. Sus lágrimas caían horizontalmente y su mirada tenía atención en la mía.

—Respira, cierra los ojos —le dije con una sonrisa y con mis dedos le bajé sus párpados.—Intenta pensar en otra cosa...

—No puedo —dijo con su voz quebrada.

—Shhh, si puedes. Inténtalo —comencé a tocar su cabello.—Intenta dormir.

Nos quedamos ahí, en silencio. Lo observaba cómo mantenía sus ojos cerrados, se veía tan tierno.

Sin darme cuenta cerré los ojos y de pronto alguien entra a la habitación.

Los dos nos incorporamos inmediatamente y al ver a Ashley entrar quedé en blanco.

—¿Qué demonios...? —dijo cerrando la puerta suavemente.

—Ashley ¿qué haces aquí? —le preguntó Shawn.

—Me enteré de tu expulsión. Y tú, Lucy. ¿Qué haces tú aquí?

No sabía que responder.

—Le pedí ayuda por el tema de mi expulsión —Shawn respondió por mi.

—Ajá —dijo asintiendo.—¿Y que hacían dormidos?

—Se nos pasó el tiempo.... —dije.—¿Y no sabes por qué fue expulsado?

—No... ¿debería?

—¿Ryan no te dijo nada? —le pregunté.

Negó.

Shawn y yo nos miramos.

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Sorry // Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora