Sorry // Shawn Mendes

Seis

Sentía dolor, mucho dolor. Pero también sentía felicidad. Ver que Shawn me sostenía en sus brazos me reprimía el dolor.

—¿Estás bien Lucy? —me dijo Shawn cuando llegamos a la enfermería.

—Me duele mucho —dije cuando me dejó en la camilla.

—Mierda ¿Por que no hay nadie aquí? —dijo tocándose el cabello.

Me encantaba lo que sentía, Shawn estaba muy preocupado por mi.

—¿Que ha pasado? —entró la enfermera de la escuela.

—Se ha caído en clase de gimnasia —le dijo Shawn.

Ella se acercó a mi.

No sé por qué no estoy llorando del dolor, si mi pierna se bien que está quebrada.

—Está quebrada —afirmó la enfermera.—Llamaré a una ambulancia.

Shawn Se acercó a mi.

—¿Te duele mucho?

—Está quebrada Shawn. Me duele mucho.

—Listo, ya viene una ambulancia. Ahora ya le están avisando a tus padres —me dijo la enfermera. Le asentí.

—¿La vas acompañar? —le preguntó a Shawn.

Él me miró.

Por favor si.

—Emmm no... no creo que sea buena idea —dijo acariciando su codo.

Pensé que lo haría, me desilusionó. Pero está bien.

Me llevaron al hospital y me pusieron una bota.

—Bueno, tendrá que faltar a la escuela una semana. Y usar la bota solo un mes. No fue tan grave afortunadamente —nos dijo el doctor a mi madre y a mi.

Mi madre asintió.

Uf, que bueno. No veré a Shawn por una semana. Estoy enojada porque creí que si me vendría acompañar al hospital.

Con mi madre pasamos a buscar a mi hermano a su escuela y nos fuimos a casa.

—¿Y cuánto tiempo la tendrás? —mi hermano seguía interrogándome.

—Una semana.

—Que bueno que estarás en casa más tiempo —me dijo.

Le sonríe por el espejo retrovisor.

Llegamos a casa y con los bastones que me dieron en el hospital y la ayuda de mi madre, subí a mi cuarto.

Mi madre me acomodó las almohadas y me ayudó a recostarme.

Me quitó la bota y me dejó la pierna en una torre de almohadas.

—Gracias —le dije.

—¿Te traigo algo de comer? —me ofreció.

—Si, por favor —será mi mejor semana.

Me besó en la frente y se fue.

Vi mi celular y habían mensajes de Ashley.

Ash: Lucy, Cómo estás? Shawn me ha dicho que te pasó.

¿Shawn le fue a contar a Ash?

Una leve sonrisa se me formó en el rostro.

Yo: me pusieron la bota. No fue muy grave... estoy bien:)

Ash: ay Lucy que Bueno... te iría a ver en la tarde pero ya tengo planes :((

Yo: no te preocupes. Saldrás con shawn?

Ash: no... iba. Pero me ha dicho que tiene planes esta tarde.

Me sentí mal por alegrarme de eso.

Yo: oh... bueno. Que te diviertas:) te quiero.

Ash:💙

—Ten, aquí tienes —mi madre me trajo una ensalada de frutas.

—Muchas gracias mamá —le recibí el plato.

Mi madre salió de mi cuarto y entra Dustin.

—Hey ¿que haces? —le dije cuando lo vi entrar.

Se sentó a mi lado.

—¿Podemos ver mi película favorita? —dijo mirando mi televisión.

Le sonreí y le asentí.

—Claro que si.

Se acomodó a mi lado, puse la película y me abrazó.

La película llevaba unos cuarenta minutos y Dustin se había quedado dormido.

—Cariño —mi madre entró a mi cuarto. Me vio con Dustin y sonrió.—Te ha venido a ver un chico.

¿Qué? ¿Será Shawn?

—¿Quien? —le pregunté.

Mi madre salió del cuarto y de inmediato entró Shawn.

Al verlo mi corazón empezó a latir muy rápido, sentí como mi cara se ponía roja y quedé sorprendida.

Shawn me ha venido a ver.

Mi madre cerró la puerta. ¿Por que ha cerrado la puerta? Puede ser un asesino mamá.

—¿Shawn qué haces aquí?

El se acercó a mi cama y sonrío.

—¿Él es tu hermano? —preguntó sonriendo.

Le asentí.

—Es tierno —dijo.

—Si... —miré a Dustin.

—¿Como está tu pierna? —dijo mirando mi pierna en la torre de almohadas.

—Está mejor... no iré a la escuela por una semana.

Alzó sus cejas asintiendo.

—Oh... no te podré ver por una semana.

Mierda, me puse aún más nerviosa. Bajé la mirada.

—¿Le haz cancelado a Ashley por venir a verme?

Hizo una sonrisa mirando sus pies.

—Le he dicho que tenía otras cosas que hacer.

—Shawn de verdad prefiero que no estés aquí —dije con la voz suave.

No quiero que se vaya. Me ha encantado que me haya venido a ver.

—Lucy...

—Es que no te entiendo Shawn. No. Te. Entiendo.

—¿Que no entiendes?

¿Es una broma?

—¿Como que qué no entiendo? ¿Acaso estás jugando conmigo y Ashley?

—¿Qué? No. No estoy jugando con nadie.

—¿Y por qué me haz besado? ¿Y por qué haz besado a Ashley?