Once

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—Bueno... llegamos —digo al detenernos en la entrada de la escuela.

Conversamos todo el trayecto hasta la escuela. Archie es muy interesante y divertido.

—Es grande —dice Archie admirándola.

Le asentí.

—Bueno yo me tengo que ir... —dice.

—Si, claro. Nos vemos –le digo y entro a la escuela.

—¡Lucy! —sentí la voz de Ashley.

Al voltearme para corroborar, la veo viniendo hacia mi. No tiene buena cara...

—Amiga... —me abraza.

Espero que esto no se trate de Shawn.

—¿Que, que pasa? —la abrazo también.

—Creo que Shawn quiere romper conmigo...

¿Qué?

—¿Qué? ¿por qué? —la separo de mi para mirarla a la cara.—Apenas llevan ¿dos meses?

—Si... es que no lo sé... ha estado raro conmigo, distante...

—¿Te ha dicho algo?

Estoy nerviosa y no sé por que.

—No. Hoy ni siquiera lo he visto... no lo veo desde ayer y tampoco he hablado con él —se limpia la lagrima que recorre su mejilla izquierda.

No lo has visto porque fue a mi casa esta mañana...

—Ay, Ash —le tomé las manos.—De seguro ha tenido algún problema... se ha quedado sin su celular y no ha tenido tiempo de decirte o ir a verte... tranquila —la calmo.

Ella asiente.

Pero creo que el problema soy yo...

—¿De casualidad no lo has visto?

Mi corazón empezó a latir más rápido de los nervios.

—¿Yo? No... ¿por qué? —le pregunto nerviosa.

—No lo sé. Como es tu compañero...

Volví a respirar.

—Lo siento Ash, no lo he visto... si va a clases te digo. Ahora tengo que ir a clases —me rio.

Ella sonríe forzosamente.

—Nos vemos, te quiero —me da un último abrazo y nos separamos.

El día en clases pasó rápido afortunadamente.
Shawn no asistió hoy y me preocupa un poco. Cuando me ha ido ver esta mañana no tenía buena cara.

Salí finalmente y veo en la calle de al frente a varios chicos amontonados, y dentro del círculo que forman hay dos chicos.

  —¡Eso! ¡Más fuerte!  —se escuchaba gritar algunos chicos.

Es una pelea. No le tomo importancia y sigo caminando.

  —¡Uhh Shawn, estas acabado! —escucho que alguien dice entre risas.

Al oír el nombre de Shawn me preocupo inmediatamente y voy hasta el montón.

  —Mierda —digo entre dientes cuando veo a Shawn en el piso. Me dan ganas de llorar al verlo. Está todo golpeado. Su ojo izquierdo está morado, el labio le sangra al igual que la nariz y tiene más heridas por su cara.

Está acabado, no puede más.

  —¡Mierda para! —me interpongo con mucho miedo entre Shawn y él chico que lo está golpeando.—Mira como está ¿lo quieres matar?—le digo histérica.

Todos se quedaron en silencio y algunos se fueron.

Él chico que lo golpeaba tenía los nudillos ensangrentados. Pobre Shawn.

Él tipo mira a Shawn con muy mala cara. Me parece muy extraño que peleen porque lleva la misma chaqueta de Shawn, o sea que son del equipo de la escuela.

  —Suerte que llega tú querida noviecita —dice cuando me agacho para ver a Shawn. Ignoro lo que dice el matón.

  —Shawn ¿estás bien?—le pregunto tocando su cara.

  —Lucy... —dice apenas. Al verme se le forma una pequeña sonrisa.—Llévame a casa por favor—me suplica.

Yo le asiento con los ojos cristalizados. De verdad está muy mal.

  —Tengo mi auto en el estacionamiento...—dice.

¿Por qué vino a la escuela en auto? o ¿por qué vino a la escuela si no entró a clases?

Le quiero hacer muchas preguntas.

Ayudo a Shawn a ponerse de pie y tardó un poco pero ya estamos en su auto. Es negro y moderno.

Lo senté en el asiento del copiloto. Gracias a dios mi padre me había dado clases de conducir.

  —Shawn ¿y si mejor te llevo al hospital? tienen que ver tu cara...—le digo al encender el motor.

  —Quiero que me cures tú.

Cuando me lo dijo sentí cosas en mi estomago. Y no pude evitar sonreír.

—No es lo mismo... estas heridas son peores.

  —Estoy bien Lucy. Vamos a tu casa y curame.

Lo miro unos segundos y termino asintiendo.

—¿Por que te has peleado?—le pregunto cuando voy conduciendo.

  —Nada importante. Son unos imbéciles.

—Casi te mata Shawn, de verdad ¿como no fue importante?  ¿y que hacías en la escuela? no has ido a clases.

Pone los ojos en blanco.

  —No te preocupes Lucy —dice cuando me detuve fuera de casa.

No nos demoramos ni cinco minutos en auto.

  —¿Puedes caminar? —dije al bajarme del auto.

  —Si, Lucy —dice fuera del auto alzando los brazos.

Rodeo los ojos.


—Toma asiento—le señalo el sofá donde lo curé hace un tiempo.

Inspecciono la casa rápidamente y no hay nadie.

Fui por el botiquín y luego a la cocina por hielo.

  —Póntela en el ojo—le pasé la bolsa de hielo.

Shawn sostenía la bolsa de hielo sobre su ojo mientras le limpiaba el resto de sus heridas.

  —Shawn, dime la verdad. ¿Por que han peleado?

Suspira. Creo esta vez si me dirá.

  —Por ti.



Espero que les haya gustado :(

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Sorry // Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora