Capítulo 14

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La chica de cabello castaño se llama Emi, es una enfermera, (casi doctora) muy bonita, tendrá algunos 18 o quizá 19 años pero es un poco mas baja de estatura que yo, de ojos grandes y conflexión pequeña y delgada.
Ella se a encargado de hacerme preguntas y de hacerme el rato mas ameno mientras me hace las revisiones médicas que le han indicado. Me a pesado, medido y me han echo bastantes revisiones de todo el cuerpo, incluso de los dientes, cabello y uñas.

También por parte de los oficiales tengo permitido pedir algo a Emi; pedí un retoque de pintura para mi cabello. Un color azul para ser exacto. Aunque Mey me estuvo molestando todo el tiempo diciendo que el color me hacia ver mas demo.

Cuando Emi se marcha yo me quedo bastante cansada, me tiendo sobre la cama tratando de dormir, pero no me da sueño, (creo que aun es muy temprano) y cuando puedo dormir solo tengo pesadillas.
La hija del director esta de espaldas, a unos metros de mi «debo disculparme con ella» me digo, y corro tras ella. Alzo la mano para tocar su hombro pero en eso ella se da la vuelta y me asusta ver unos agujeros negros y ensangrentados en el lugar de los ojos. Cuando miró mi mano, esta también tiene sangre, sostiene un cuchillo y este esta enterrado en su pecho. Rápidamente me doy vuelta para correr pero algo me detiene, cuando miro abajo veo a todos los chicos tirados como zombies, uno me sostiene el píe y otro se levanta para tomarme del cuello; entonces me despierto. Asustada y agitada me levanto de la cama e intento caminar unos cuantos pasos a la ventaba para tomar aire fresco.

Cuando quito la cortina me doy cuenta de lo noche que es, y cuando abro la ventana se asoma una ventisca de aire casi helado, lo cual, lejos de molestarme, me sienta muy bien. Si, es cierto, mi cuerpo se paraliza por el helado aire, pero también me paraliza esos crueles y horrendos recuerdos. Cierro los ojos durante un tiempo para tranquilizarme.

Pasando un tiempo después abro los ojos y miro abajo. Mi corazón empezó a palpitar a mil por hora y comenzaron escalofríos de nuevo al ver una sombra desde los arbustos del jardín. Al igual que las anteriores veces solo puedo ver esa negra sombra. Aunque ahora puedo verle un tanto los ojos, no los distingo muy bien pero le brillan como reflejando la luz de una lampara lejana, y por eso puedo afirmar con seguridad que el chico o chica que esta ahí, me esta viendo fijamente. Pasé saliva.

El sujeto no se movía, parecía que tampoco parpadeaba «¿que esta esperando?» me pregunté a mi misma. No sabia si seguir ahí viéndolo o meterme a mi habitación como si nada hubiera pasado, aunque a estas alturas, el ya se habrá dado cuenta de que también lo estaba viendo fijamente.

—Aprovechemos la oportunidad —dijo Mey a lado mio— ay que averiguar quien es el, preguntarle.

«¡estas loca!» le grité en mi cabeza. No solo es casi imposible que responda si no también que despertaría a muchos de mis compañeros y eso no seria muy beneficioso para mi. Decido tomar la primera opción. Cierro las ventanas y me acuesto, mirando a la pared ya que si miro del otro lado solo veré la parte sola de la habitación, la mitad que le pertenecía a la chica que asesiné.

Los oficiales no me dejaron salir al día siguiente, dijeron que solo por ese día permaneciera en mi habitación; yo obedecí. Esa noche me dijeron que por un tiempo no había necesidad de ir a clases y que podía permanecer en el cuarto o salir cerna de vez en cuando. En lo personal prefiero no salir, pero aquí encerrada solo logro deprimirme mas. La única que viene de vez en cuando es Roci, y aveces se trae a sus amigos Dani y Soit.

No me molestaría que viniera diario, es una chica muy alegre y energética que me alegra el día cada que viene. es muy fanática del anime (igual que yo) y de una banda coreana llamada SHINne, así que cada que viene no deja de hablarme de ellos con mucho entusiasmo. Casi no me deja hablar, pero no me molesto, me gusta verla alegre.

Durante unas cuatro semanas estuve encerrada, solo salia para caminar por los pasillos cuando todo el mundo estaba clases y no había nadie por los pasillos. No me gustaba verles la cara, y ellos tampoco se forzaban a mirarme a mi. Desde ese día (el asesinato) los compañeros tienden a respetarme mas, tal vez inconscientemente dentro de ellos sientan temor asía mi.

Hoy como otro día más espero a que todos estén en sus salones para salir a caminar un poco. Cabizbaja y sin ninguna razón para continuar aquí, con vida, camino a donde me llevan los pies. De pronto choco contra algo, o mas bien, alguien. Frente a mi esta Rudy, sonriendome con esa linda y cálida sonrisa en su rostro «es tan lindo cuando sonríe».

—Hola, cuanto tiempo —me dice el, dándome la mano para saludarme.

—si... mucho —tomo su mano tímidamente.

—Kuro, vámonos —dice Mey casi en un susurro.

—Oye Kuro, me enteré que mañana es tu cumpleaños y pues... —se rasco la cabeza algo sonrojado «es tan lindo».

Es verdad mañana es mi cumpleaños, e estado tan mal últimamente que se me a olvidado por completo

— No se si quieras... salir conmigo a pasar el rato.. ¡claro si no tienes...! ... planes.

—¡Kuro, vámonos! —gritó Mey. Quiso tomar mi brazo pero solo lo traspaso.

—¡si, por supuesto!, ahm, digo, si me gustaría ir contigo, no tengo ningún plan —le dije alegremente — pero no nos dejarán salir.

—jejeje —dio una risita como de un niño travieso, y acercándose a mi oído susurro — nos escaparemos...tu y yo.









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Waaaaaa!!! Perdón! No publique nada la semana pasada ¡soy una pésima escritora! —se sube a un banquito con una soga — ¡no merezco existir!

¿?— ¡callate! —le quita la soga y le da con un palo en la cabezano puedes morir sin antes terminar la historia.

—¡tienes razón desconocido! Pero creo que ese golpe afectará a mi cerebro. En fin, espero les halla gustado este capitulo.

Ahora un consejo de buena escritora:

-No se escapen de la escuela, es malo-

Doble personalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora