Capitulo 59

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"La traición es digna de
Demonios.
Después de todo, satanás
Traicionó a Dios"







— ¡No me vengas con escusas! — me grita Marck, golpeando con fuerza su escritorio, asiendo que su lapicero plateado caiga al suelo, dejando un sonido seco — ¡Provocaste el incidente a propósito, y no vas a engañarme! — me apunta con su índice totalmente lleno de furia.

— Jefe, tranquilicese. — le aconseja Cris, parado a un lado de el.

— ¡NO VOY A TRANQUILIZARME! — toma su escritorio de madera delgada y lo lanza de lado, asiendo que este prácticamente explotara contra la pared — ¡Mas de siete asesinatos, y ahora esto! — Marck se me acerca y recarga sus grandes manos sobre las recargaderas se mi asiento.

No puedo evitar encogerme de hombros al tenerme bloqueada, y al tiene su cara llena de odio y desprecio tan cerca de la mía.

— Eres la maldita culpable y lo voy a comprobar... — un segundo después me toma del cuello y me levanta un poco de mi silla. Sus dedos se clavan detrás de mi cuello, y la parte delantera es presionada tanto que el oxigeno no alcanza a llegar a mi boca ni nariz, dejandome algo mareada — ¡Así tenga que húsar cualquier puto medio, te voy a poner tras unas asquerosas rejas de mierda donde nunca mas verás la luz del sol!

— ¡Jefe, dejala! — Cris golpea con fuerza su mano, asiendo que este me suelte bruscamente el cuello.

— ¡Oficial, no tiene derecho ah-...!

— ¡no! — lo interrumpió, frunciendo el ceño — Con todo respeto jefe, usted es el que no tiene derecho al atacar así a una persona que no se ah comprado culpabilidad alguna. ¡solo vea sus ojos! — apuntó — No han pasado ni seis horas desde el accidente, y ella no ah parado de llorar. Esta a punto de perder a un amigo, y usted la culpa de esto, ¿como cree que se siente? — No dejó tiempo a que contestara, pues me tomó del brazo y me sacó de esa habitación — Suficiente, ya no puedo ver esto.

— ¡Oficial! — le gritó — ¡Oficial no puede hacer esto! — siguió gritando. Pero nosotros ya íbamos lejos.

Es la primera vez que veo a Cris elevar así la voz. «Lo siento mucho Cris, por mentirte. No soy una buena persona como tu crees».
Cris parece irse tranquilizando con forme nos alejamos de esa habitación. Marck me ah llevado a la comisaría en la ciudad, a pesar de haberme podido llevar simplemente a la dirección de la escuela como solía hacerlo normalmente.

— No te preocupes, kuro. — Me dice, deteniéndose a la salida y soltando mi brazo — El jefe Marcus ah estado muy presionado por los de arriba, y cada accidente lo pone loco. Me disculpo por su comportamiento.

—«De hecho Cris, me lo merezco» — Esta bien, entiendo. Pero me sorprendió cuando me trajo a la comisaria en lugar de solo regresarme a la escuela.

— El jefe por alguna razón no quiere que esto se sepa dentro de la escuela — contesta mirando al cielo en un suspiro. Después baja un poco la mirada para verme — De hecho, amenaza con que jamás vuelvas a esa escuela, hasta que esto se solucione quiere mantenerte en la habitación de la comisaria o en algún hotel encerrada.

Un escalofrío recorre mi cuerpo, y siento la misma sensación de cuando Marck me tomó del cuello; asfixiada.

— No tienes que preocuparte, esa calle tiene cámaras de seguridad, y muchas personas vieron el accidente. Ya verás que no podrán hacer nada.

Doble personalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora