Capitulo 26

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"Tu no eres un ángel"




A pesar de la hora, sigue mayormente oscuro afuera, o mas bien apenas esta por salir el sol, y la neblina tapa esos leves y casi inexistentes primeros rayos del sol. Bueno, después de todo aun es invierno. «¡haber kuro, concentrate!» me obligo.

—Voy a caminar hasta mi habitación rápidamente, pero mis zapatos harán ruido —Murmuro; aveces cuando quiero pensar mejor tiendo a murmurar todo. Miro mis tenis manchados de sangre — Además la sangre de mis tenis harían formarían un rastro. Y eso quiere decir que... — rápidamente me giro por detrás para prender la luz y mirar al suelo.

Tal y como había pensando, las marcas de las suelas de mis tenis habían quedado marcadas entre la sangre en el suelo.

— Tendré que limpiar las marcas de mis tenis — empecé a murmurar de nuevo mientras mordía la uña de mi pulgar — puedo húsar el trapiador, también debo limpiar las armas que utilice con algún tipo de asido para borrar las huellas. En cuando a mis tenis tendré que quitarmelos, podre lavarlos en el baño de la habitación con mas calma. Me dejaré los calcetines porque si me los quito las marcas y huellas de mis pies quedaran marcados en el blanco piso. La sangre de mi ropa esta seca así que dudo que caiga sangre al piso aunque corra. —después de murmurar todo y parecer que nada se me escapa doy un suspiro — Bien, eso haré

Puse manos a la obra y comencé quitando y limpiando todo lo que creía que había utilizado como arma. Ya que es una escuela de ricos pensé que el cuarto tendría cámaras de seguridad así que me di algunos quince minutos para buscar por la habitación. Al final si me encontré con una y la destruí asegurándome de que nada se pudiera rescatar de eso.
Después con un trapeador borré todas las huellas de mis tenis.

Me tarde bastante en eso, así que apenas me dio tiempo de quitarme los tenis y correr a mi habitación mientras me aseguraba de correr por los puntos ciegos donde anteriormente me llevaron. Llegando a mi habitación me puse a lavar mis tenis en la bañera, tallandolos con cloro y mucho jabón para no dejar rastro de nada.

— ¿que haré con la ropa? —me pregunté entre murmuros mientras lavaba mis tenis — no creo alcanzar a bañarme y lavar mi ropa antes de que se den cuenta de los asesinatos. No puedo quemarla o tirarla, si trato de esconderla la encontrarán si se ponen a buscar pistas en mi habitación. No me queda mas opción que bañarme y lavar mi ropa al mismo tiempo. Si preguntan por mis tenis mojados ¿que diré?

— valla, desde hace rato has estado actuando como una asesina profesional. Pensando en todo y ocultando las pistas que lleven a ti — me dijo Mey.

— Ese no es un bonito alago sabes — le contesté.

No la había visto en todo en rato, y al pensar en eso me volví detrás de mi para poder mirarla. Cuando la veo suelto un grito que tapo con ambas manos al instante.

— ¿y ahora que te pasa? —me preguntó — ¿te sorprendió mi belleza?

— Mey... ¿que te paso? — le pregunté, apuntando a ella con mi dedo tembloroso.

La Mey albina de ojos sin pupilas completamente negros que solo utilizaba un vestido blanco corto bastante simple a desaparecido. Esta Mey tiene un corte igual de corto pero ahora mas lacio, con dos broches negros en su cabello de en frente que hace que el cabello que tapa su ojo izquierdo no tape también el derecho.

El collar pegado al cuello color negro que tenía antes parece que se a convertido en un grillete con una cadena no muy larga al frente. Sus ojos se han vuelto
mas normales, ahora parece tener pupilas pero sus ojos negros siguen tan faltos de vida como antes. Su vestido parece muy ligero, con dos cinturones, uno que va arriba del pecho y el otro en su cintura que se baja una parte hasta su cadera. Corto y banco como el anterior.

Doble personalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora