Capitulo 78

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"Los días tranquilos tienen un precio muy alto,
No creo que este dispuesto a pagarlo"









El 23 de junio paso sin nada fuera de lo normal, lo cual me hizo entrar mas en ansiedad.
Como todos los años la única persona que se acordó de mi cumple fue mi madre, y solo para darme su sermón de que ya soy mas grande y que tengo mas responsabilidades.

Durante la noche, me senté en mi cama mirando fuera de mi ventana, mirando la luna, y viendo los segundos pasar en mi celular.

— Feliz cumpleaños, chica torpe — me susurré, imitando el acento de Mey.

24 DE JUNIO. Todo parecía estar muy normal en la mañana; me daba muy mala espina todo eso.
a las 10 de la mañana me encontraba esperando a gabriela fuera de su escuela primaria para su graduación.

Cuando llegó, no perdió el tiempo y empezó a presentarme a sus amigas y amigos. Todo el mundo me decía que ella hablaba mucho de mi, y que estaba súper orgullosa de mi. Me hizo sentir como alguna clase de hermano mayor.
Fue agradable aunque... ya era un sentimiento vacío.

¿Cuantas veces la gente a dicho que esta orgullosa de mi para luego cambiarla por un estoy "decepcionado"?.
¿Saben? comprendí que en realidad cuando alguien se decepciona de ti no es tu culpa, es de esa persona.

Cuando alguien se acerca a ti, ya tiene una personalidad de ti en su cabeza, y esa persona espera que tu actúes como ella ya te tiene registrada en su mente, no como realmente eres, por eso cuando tu sigues siendo tu y actúas como tal, esa otra persona se decepciona. En realidad se esta decepcionando de su propia mente, porque esperó algo que nunca existió en la otra persona.

Cuando su graduación terminó nos dirigimos a la casa de su abuela, quien vivía cercas de la escuela. Ahí comimos pizza, y ella me platicó muchas cosas de sus gustos mientras yo escuchaba en silencio. Mi padre me llamaba cada media hora para saber si me encontraba bien. «¡por favor, no tengo 5 años! ¡estoy tan bien como en las ultimas 7 veces que llamaste!».

Todo el tiempo ahí parecía ir muy bien. «Algo va mal..» me repetía en mi cabeza, podía sentirlo, algo iba a pasar.
A las 5:30 de la tarde decidieron ver una película que yo ya había visto, así que Prendí mi celular que mi madre me presto solo para que respondiera cuando me llamaran y revice mis mensajes; Tenia un nuevo mensaje de Maki.

Por error entre al chat, el estaba conectado y seguro le aparecieron los mensajes como vistos. ¡Bum!, mi estomago se contrajo de nuevo. «¿que hago, que hago? No debía de responder, seguro que al estar mal el, me altero yo, y suelto todo mi estrés acumulado! ¡Pero si no respondo pensará que no le importo y se sentirá peor!».

Me había dicho a mi mismo que no importaba si me valía todo lo que me decía, si no le tenia cariño, no iba a hacer que se sintiera peor; Por lo que hizo por mi, por lo que le debo, actuaria como su amigo, lo escucharía y haría lo posible por mantenerlo feliz.

Pero era un momento complicado. Tenia días queriéndole gritar a alguien lo desesperado que me encontraba, lo mucho que quería morir, lo vacío que era todo a mi alrededor. Quería gritar que extrañaba tanto a Mey, que quería tanto que el silencioso y tranquilo de Shiro estuviera aquí, Lo mucho que deseaba regresar el tiempo.
Quería gritar y contar todo lo que me había estado guardando durante 17 años, toda esa mierda de la familia, los compañeros, las muertes, las miradas, los sabores, los colores, todo.

Doble personalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora