Capítulo 52

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 "Puedes encontrar buena
Compañía
En quien menos crees"









La adrenalina se apodera de mi en cuanto doy el primer paso dentro de mi habitación. Hago un desorden por todos lados; lanzando la ropa, cojines, y algunos libros y ojas.
Pero no podría importarme menos.
    Me entra la necesidad intensa de llamar su nombre cada que levanto o empujo algo, pero me detengo y muerdo mi lengua; se que si lo llamo voy a gritarlo de forma desesperada, y eso no será bueno.

     Vuelvo a checar en lugares donde ya busqué aunque se que no estará ahí. Pero no puedo solo sentarme y esperar. Cojo mi celular y llamo a Cris.
Hago golpecitos rápidos con mis uñas sobre mi escritorio mientras espero que responda.
     Mi respiración es constantemente interrumpida por ligeros gemidos que se forman al soltar el aire que contengo cada que suena el "buuh" del celular cuando espera que la otra persona conteste.

    De pronto la bocina se escucha, y de ahí la voz de Cris. Me saluda amigablemente, pero lo interrumpí antes de que siquiera termine la palabra Hola.

—¿¡Has visto a Shiro?! — le pregunté, totalmente alterada.
     Me doy cuenta de mi alto volumen de voz al instante y trato de respirar profundo mientras espero la respuesta del pobre Cris que seguro esta digiriendo mis palabras tan bruscas.

Ahm, bueno, lo vi hace un par de días... pero supongo que te refieres a hoy, así que, no, no lo eh vistoríe nervioso — ¿Le paso algo al pequeño?

Abro la boca queriendo decirle que no lo eh visto y que estoy muy alterada y preocupada; pero doy un suspiro mientras pienso que no hay porque poner a todo el mundo tenso por mis problemas. Así que me limito a decir:

—Ah, no, nada, es solo que me levanté y no lo vi dormido en mi cama y supuse que estaría contigo. — imité un largo bostezo y continúe hablando en tono despreocupado — Supongo que otra vez esta durmiendo en mis cajones como de costumbre.

jajajaja, gatillo loquillo, ¿entonces todo bien, todo correcto?

— Si, tu tranquilo. Ve a trabajar, no ande de perezoso. — le ordené burlonamente.

jajajaja, si, si.

Entonces adiós Cris.

—¡Shaooo!

Esperé a que me colgara y de inmediato miré a Mey. »Iko« me dijo, inclinando su cabeza a la entrada. Arrojé mi celular a la cama y corrí afuera junto a Mey.
Traté de no correr en los pasillos para no llamar mucho la atención, pero la verdad es que mi desesperación parecía percibirse en mis ojos girando como locos buscando una bola de pelos negra y blanca; y en mi respiración incontrolable.

Los lugares para mi suerte no estaban tan llenos de estudiantes. Los profesora estaban en la dirección, y la mayoría de chicos se encontraban jugando en la cancha de fútbol tamaño real a los costados de su edificio, los dormitorios.
Las chicas estaban sentadas en las bancas viendo el partido, así que por esas razones el lugar estaba casi desierto. Continúe buscando por todo el lugar hasta que mis piernas cedieron y cayeron al suelo sin avisarme. La nariz me ardía, y mis pulmones se apretujaban, se extendían grandemente y volvía sentir dolor en las costillas.

Doble personalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora