Capítulo 24

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"Dicen que la luz nada tiene
que ver con la oscuridad
pero...
¿acaso existiría la luz sin ella?"






Hoy es el último día de examen, el ultimo día que haré de esclava a esas dueñas de mierda.
Sentada en mi asiento miro las hojas frente a mi como un boleto a la isla de la venganza.
El sonido de la campaña resuena en todo el salón de clases; el examen comienza.

Rápidamente comienzo, leyendo muy bien las preguntas para responder lo mas ilógico, absurdo y grotesco que se me venga a la cabeza. Al igual que escribo una conversación falsa de ellas como si hubieran tomado la hoja de examen como notitas para comunicarse, donde hablan muy mal del profesor.

Tal vez suene muy tonto que utilicen la hoja para eso ya que el mismo profesor es quien va a leer el examen, pero tampoco hay razón para que no suene creíble... después de todo ellas mismas entregan las hojas, y no pueden decir que yo lo escribí porque e imitado su letra a la perfección y además aunque no fuera así, si ellas quisieran echarme de cabeza también tendrían que decir que les estuve haciendo el examen desde el primer día. En mi examen no le pongo entusiasmo alguno, solo respondo al azar. Y justo a tiempo termino todo.

—¡kuro! —me habla Karla — espero que le hayas puesto todo tu cerebro a nuestro examen.

—le puse mi mayor esfuerzo —contesto.

Rio en mi cabeza como loca pensando en la regañiza que les espera a esas seis explotadoras.
De nuevo me ponen a limpiar el salón entero y a traerles cosas durante el receso como su esclava. Y lo hago con todo gusto, sip, que disfruten el cielo y a su sirvienta mientras aún pueden.

Siete, tal vez ocho horas pasan desde que entregan la calificación de el examen de hoy, y, adivinen ¿quien reprobó y tendrá que quedarse un año mas en esta tonta escuela? Sip, esas seis tiranas de historietas. Y a mi pues, digamos que la calificación que esperaba tener por mi poco esfuerzo era un seis, pero por pura suerte de la venganza saqué un ocho igual que ayer.

De pronto suena mi teléfono con una canción que me descargue ayer, de género rock. Shiro se espanta por el sonido y da un salto casi de caricatura muy gracioso. Ya que se le pasa el miedo viene y se repega por mi cuerpo para terminar echándose en mis piernas. Tomo mi teléfono de mi mueble sin molestar mucho a Shiro y miro el nombre de quien me llama «madre... ¡mierda!» grito en mi cabeza. Olvidé por completo que llamaría para preguntar sobre mis calificaciones. Golpeo mi frente con la palma de mi mano y resoplo antes de contestar.

—¿bueno?, hola mamá.

—si, hola, ¿como te fue en los exámenes?.

«directo al grano ¿eh?»

—pues, no me fue tan mal, saqué ocho en estos últimos cuatro exámenes.

—¿¡ocho?! Jajaja, hay mija, no, ¡no, no, no! —aun por el teléfono escucho sus resoplidos y el sonido de su voz que ya me dice mucho de lo que esta pensando — ¿como lo dices hací de feliz?

«no estoy feliz, no me esforcé ni tantito en decirlo de un modo alegre »

—¡es que no mija!, ¡para mi ese ocho es como si hubieras reprobado! ¡no sirve para nada un ocho! ¡con ese cerebro era para que hubieras sacado un diez! ¡¿NO VEZ CUANTO ME E ESFORZADO PARA QUE TENGAS BUENOS ESTUDIOS?! ¿¡ASÍ ES COMO ME PAGAS?! ¡¿PORQUE NO TE ESFUERZAS UN POCO?! ¡ERES UNA INÚTIL!

Doble personalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora