Capítulo 75

145 22 7
                                    

"El futuro de alguien no es algo que tu puedas cambiar por mucho que lo quieras lograr"









7 de junio. A las 11:10 de la mañana recogidos a mi perro del doctor. Estaba sedado, despierto, aunque parecía dormido. Al parecer la cirugía había salido bien así que lo llevamos a casa. Lo pusimos arriba de unos trapitos para que no se pegara si se llegara a querer parar  y se cayera por la anestesia.

A las 2 de la tarde mi padre me llevo a la escuela gratuita donde aprendería violin. El que nos atendió respondía al nombre de Ricardo, lo cual hizo que la imagen del youtuber Ricardo sempai apareciera en mi cabeza. Nos pidió algunos papeles y luego nos hizo pasar a un salón con un hombre de algunos 55 años de edad.

Tenía cara de amargado, hablaba con un tono alto emanando superioridad y me hizo en examen para comprobar que tenia un oído apto para aprender musica con una actitud no muy agradable. Me daba su vibra de "que perdida de tiempo".
Lo cual me hizo sentir nervioso.

Pase el examen después de unos pocos minutos, e inmediatamente comenzaron mis clases de solfeo en otro salón, con una maestra mayor de 45, delgada y que hablaba con los mismos aires de aburrimiento y superioridad que el otro hombre. aunque por ser mujer no era tan fuerte su mirada de "mocosos, aprendan de inmediato mientras voy leyendo esto".

Aunque las palabras que decían sus ojos no solo se quedaron ahí, si no que lo dijo con las palabras de:

— Mas les vale aprender rápido, por que si pasan con menos de 7.5 los exámenes del próximo mes van pa´fuera, y los que se van, ya no se les permite volver.

«waw, ante todo la sinceridad». Hice mis anotaciones lo mejor que pude, aunque la mayoría lo anoté después de clases ya que no veía nada de lo que estaba anotado en el pizarron, así que durante todo la clase me dediqué a escuchar.

Eran aproximadamente 34 alumnos, solo 6 parecían menores que yo, los demás eran como de mi edad o mayores. Algo que me agradó es que ningún chico parecía interesado en mi, parecían mas concentrados en bromear en medio de clases y estudiar que en mi.

Fue en gran descanso, eso significaría que no me volvería enemiga de las chicas.
Las clases solo duraron 2 horas, y entonces salí del salón para encontrarme con mi padre que me estaba esperando para llevarme de regreso. «Yo podría irme solo».

Al llegar a casa me dedique a cuidar a mi perro recién operado. Toda la noche me desvele junto a mi madre porque juguete no paraba de querer levantarse, caminar, y vomitar por efectos del tranquilizante.
El día siguiente me toco limpiar toda la casa para que mi madre se pudiera dormir.

Juguete se encontraba mucho mejor, pero aun así no podía dejar que se levantara muy seguido.
Hice la comida, barrí, trapee, sacudi el polvo, limpie las ventanas, y a escondidas tome el celular de mi madre para ver anime. Para no descuidar a mi perrito mientras disfrutaba de la serie Yakusoku no Neverland me senté a un lado de el.

A Shiro le hubiera encantado verla. Aunque era alguien que no parecía tener emociones, le encantaba las series de psicología; el tema de la psicología llamaba mucho su atención. No sonreía, pero siempre miraba fijamente el vídeo, como diciendo "vamos, quiero ver eso".

8 de Junio. Saliendo de la tienda un perro chihuahua se sentó a un lado mio como si fuera mi perro mientras yo esperaba a mi madre. El perro perseguía unos metros a las personas que pasaban cerca de ahí, pero cuando se retiraban mas, volvía conmigo.

Parecía perdido así que mi padre dijo que nos lo lleváramos para buscarle su dueño. «No vas a buscarle nada, sus pulgas te van a molestar y vas a querer enviarlo a la perrera» pensé, pero no se lo dije, también sabia que se molestaría si le decía eso. me diría algo como »ah ¿sí? entonces ¿quieres que lo dejemos aquí a ver que pasa? ¿ que lo mate un perro o un carro? allá tu».

Cuando llegó mi madre le regaño, pero igual nos llevamos al perro. le puse de nombre Coffy, ya que era color café claro, como café con leche. mi madre dijo que no le pusiera nombre porque no duraría mucho tiempo con nosotros «se va a quedar mas tiempo del que crees » pensé.

Ese mismo día, como Juguete ya se sentía lo suficientemente bien como querer morder a coffy mi padre me llevo a un pequeño trabajo que consiguió. Era en una casa, debíamos arreglar el techo y la cocina.
Había mucho sol, pero que importa, mi padre se la paso haciendo llamas por teléfono para pedir material  dentro de la casa mientras, y a mi me puso a raspar el suelo del techo con una clase de escoba de fierro.

Nunca eh soportado el sol, con solo unos segundos debajo de el o recibiendo la resolana es suficiente para darme jaqueca y pequeños mareos seguidos. ¿a alguien le importa? supongo que no.
Cada que me quejaba mi padre me daba una pastilla para el dolor y una coca cola para que continuara trabajando.

Trabajar bajo el ardiente sol es agotador, además de sentirme sucio. Era como si te estuvieran poniendo fuego en la espalda. La tela de la ropa se sentía muy incómoda cuando rozaba mi cuerpo húmedo por el sudor. Sentía el sudor recorrer mi frente, y veía las gotas deslizarse por el cabello de mi fleco.

Después de hora y media de raspar el techo con esa cosa me puso a regarla con agua, y al final a echarle un liquido espeso, que no recuerdo muy bien que era; Tal vez semento.
Ese semento lo regué con una escoba de cerdas cortas  por todo el lugar. Cuando termine mi padre me puso a hacer pequeñas cosas mas, como quitar los clavos de las paredes.

Regresamos a casa pasadas las 8 de la noche. Osea que duramos 9 horas trabajando sin descanso.










"La vida no me paga lo suficiente,
¿lo hará la muerte?











~•~•~•~•~•

Consejo de buena escritora:

"Prueba la crema de maní con miel,
Las galletas con cajeta,
Y la leche de polvo entera"

Doble personalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora