Capitulo 58

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"Ah los demonios les gusta
Utilizar y practicar
Con todos,
Al final, el demonio no ve a nadie
Como amigo"













El aire empuja y absorbe suavemente la delgada cortina azul sobre mi ventaba, dejando entrar el aire fresco y ventilando mi habitación. Aun estoy en cama, tapada con la cobija color blanco chocolate que da la escuela gratuitamente.

Mey tiene rato diciendo que me levante, que no sea tan perezosa y me ponga ah hacer algo útil.
Pero no eh dormido casi nada en cuatro días, tampoco eh estado comiendo muy bien, y no eh salido de esta habitación.
Además ah estado lloviendo de la nada desde hace un mes, aunque claro, los días lluviosos no estan pegados uno de otro.

Mis ganas de ver anime y jugar videojuegos se redujeron a cero. No quiero dibujar, ni entrar a Youtube para ver vídeos. No tengo ganas de nada, y a pesar de dolerme el estomago de hambre mi garganta se niega a tomar bocado amenazando con volver a escupirlo.

Nadie me ah mandado mensajes, ni tocado mi puerta, por lo que no tengo nada por lo que salir de este cuarto. Pero el calor me obliga a quitarme el cobertor de enzima y pararme para doblarlo y guardarlo.

Prendo mi celular, sin alguna razón en particular, de hecho me pregunto el porque lo tomé si no tengo nada que hacer. Lo vuelvo a dejar sobre la mesa y me tiro en el piso. El frío del piso liso le hace bien a mi caliente cuerpo; tal vez tenga fiebre ocasionado por el estrés.

¿Estrés de que? No lo se, me estréso muy fácil por la nada. La mejilla y mi mano absorben lo frío, pero al poco tiempo mi calor corporal contagia el suelo, y ahora tiene la misma insoportable temperatura que yo.

Tengo la sensación de que Mey quiere regañarme, pero lo único que hace es cerrar sus bonitos ojos y suspirar en silencio mirando a la nada. Pensarán que estoy triste, pero por mas raro que parezca, no siento absolutamente nada.

Obviamente no estoy feliz, ni emocionada, pero tampoco me siento molesta, triste y desahuciada, incluso la soledad que sentía en mi pecho hace días se ah ido por completo. No quiero hacer nada, y tengo la sensación de que puedo quedarme en el suelo por todo el día y no me daría cuenta de la hora. De cierto modo, me siento como una muñeca.

No hay nada que me mueva; la cafetería debe estar sola; no hay necesidad de ir a clases; no tengo que bajar y traer comida a Shiro; No tengo nada. Ni siquiera siento la necesidad de comer, y nunca eh sido aficionada a tomar agua; en casa duraba hasta cinco o seis días sin tomar gota.

Mi celular vibra en la mesa, y al parecer mi costumbre de ver los mensajes al instante aun no desaparece. Me muevo perezosamente y tomo mi celular aun sentada en el suelo. Es un mensaje de Alex. Al parecer la INTERPOL dio permiso de salir hoy domingo como el día del mes libre para salir a donde queramos fuera de la escuela.

Lo quitaron para que según el asesino no pudiera escapar, pero ya que durante meses no ha ávido nada de homicidios ni pistas, lo volvieron a poner.
Alex me invita a salir fuera. No es como si tuviera dinero para comprar algo fuera, pero supongo que sería mejor que quedarme aquí encerrada otro día mas.
Acepto.

Me arreglo para nada animada y me encuentro con el en la entrada. Mey viene conmigo, y por alguna razón no me quita la mirada de encima. Su profunda mirada no me afecta hoy.

Alex camina casi al mismo paso que yo; a pesar de parecer que no me presta mucha atención es muy considerado conmigo en muchos sentidos. No dijo nada la vez que ataqué a esos chicos la última vez que salimos juntos, y nunca me mencionó eso, nunca.

Doble personalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora