Capitulo 70

146 26 8
                                    

"Apresurate querido demonio,
Dios no pospondrá por siempre tu destrucción"





Una hora, sola faltaba una hora para que mis padres se fueran a sus mandados y yo aprovechara para salir corriendo, tomar un taxi, y dormir eternamente en las vías del tren.

Como aún quedaba tiempo prendí el wifi, entré a google, y por mi primera vez en la vida leí las noticias que aparecen en la página principal.
Ninguna llamaba mi atención, ni los asesinatos, programas, series, o actores famosos. Pero de pronto, vi la cara de Cris en una de esas noticias.

Regresé y abrí la noticia para leerla. Comenzaba con un »¡Alarmante, policías ayuda a una asesina a escapar!«. El corazón se me detuvo, pero mis ojos no; seguí leyendo.
»No confirman que el policía Criseb, Masaki, red,(...) igan ayudado a la tal sospechosa acusada de mas de mas de 30 asesinatos cometidos en una escuela de Japón.

—«Estos reporteros exagerados, habrán sido máximo una docena» — abrí un caramelo y me lo metí a la boca; como si estuviera leyendo la historia de alguien mas que no tiene nada que ver conmigo.

»Como acusados fueron despedidos de sus puestos, pero por falta de pruebas no han sido encarcelados. Los altos mandos dieron la indicación de solo mandarlos a sus países de origen a que continúen con una vida distinta fuera de la policía«.

«Si mal no recuerdo, ellos ni siquiera habían terminado su escuela normal». Tanto Cris como Maki habían tomado esos puestos por medio de gente ya metida ahí. Como el padre de Maki, que fue soldado. O la madre de Cris, que es jueza. Lo único curioso de esa publicación es que no mencionaban a Zen en lo mas mínimo. Creo que se debía a la influencia de la interpol para que esa información se volviera clasificada y no se estuviera propagando como virus en redes sociales.

«Cris habrá regresado a su país en Ecuador..., Y Maki..., ». De pronto, en ese preciso instante recordé sus palabras »Yo soy de México... Guadalajara Jalisco México«.
Sentí un fuego en mi pecho y de inmediato busqué en google mapas que tal lejos quedaba su ciudad de la mía.

No estaba lejos, de hecho, estaba casi pegada su ciudad de la mía. Mientras aun veía el mapa aparecieron muchos recuerdos repentinos en mi cabeza.
El como le lancé un cuchillo, su cabello rojo recién pintado, su primera sonrisa dirigida a mi, cuando vino a mi por ayuda, su cara con lágrimas; en como me dejó el último día, plantada detrás de el mientras sonreía con alguien que ni siquiera estaba ahí; el que dejó de mandarme mensajes, de hablarme, de invitarme café...«Café...».

Ya no era capaz de recordar el sabor de ese café preparado con su linda sonrisa. Me entraron unas ganas incontrolables de volver a tomar ese café sentada frente a el. Tal vez porque sabía que ir a su ciudad no era tan complicado como decidir correr a ecuador, chile, Inglaterra u otro.

«Quiero verlo» pensé... «Quiero tomar ese café que no pude beber en mi ultima día en Aminemon» me repetía. De inmediato tomé la decisión de marchar a guadalajara.
Por primera vez en toda mi vida me tomé algo en serio para el futuro. Por primera vez tuve una ambición que cumplir.

Lo decidí, y me lo tomé muy en serio. Sería algo así como escapar de casa, pero no en una explosión de ira, o la loca idea de querer ser libre fuera de las reglas de mi casa y padres, sería algo preparado y bien pensado.
Al fin y al cabo, si algo no se equivoca nunca son los números.

Doble personalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora