Capitulo 71

158 27 7
                                    

"Si siempre imaginas la peor,
Estarás preparado,
Y si pasa algo bueno,
Será como un regalo"









Llamé a la escuela para aprender violin y me dijeron que debía esperar hasta mayo del próximo año para poder entrar. «seis meses» me dije, «No es tanto».
Pero solo tendría otros seis meses para poder aprender a tocar el violin. «No importa, aprendo rápido».

Pero mientras ese tiempo llegaba aun tenía cosas con las que sufrir. Algo con lo que me han jodido por diecisiete años..., la religión.
Un tema que algunos ni utilizan para mi, era un tema diario que ya me tenía harta.

—!El fin ya está aquí! Ponte a estudiar, recuerda, o estas con Dios o estas con satanás. ¿quieres ser destruida? Porque para ya vaz — «Bla, Bla, Bla»— ¿es que no te importa tu vida? —«No»— ponte bien con Dios, para que no sufras como en el mundo, para que puedas vivir en el paraíso que dios promete — «Callate, ya no me interesa»— Predica, aste publicadora, convive mas con las chicas de la congregación...

Etc. Etc. Etc. Mi madre nunca se cansa de hablar de sobre el tema. Muchos dirán que es exagerada, que está loca, que es muy religiosa..., pero yo creo en eso, creo en esa religión. Creo en dios y en todo lo que me han enseñado en la biblia, y por eso estoy harta.

Me quieren obligar a continuar algo que no me gusta y que al final será una pérdida de tiempo total, porque yo no soy de esas ovejas pacíficas de buen corazón que busca dios.
Soy una asesina que no se arrepiente de lo que hizo.

La biblia dice »ama a tu prójimo como a ti mismo«. A me da igual quien se muera o como, y no es como si yo me quisiera tanto.
Mis padres han cometido grandes pecados como todo ser humano imperfecto, no se porque me quieren amarrar tanto a la casi perfección.

»¿Recuerdas a carol? Tiene apenas diez años y ya se bautizó« me dijo una vez. ¿porque insisten tanto en compararme? Ah, pero cuando yo me comparo para mi beneficio »Las otras personad no me importan, solo tu«.

—«Malditos humanos»— maldecía, mientras subrayaba un libro de nuestra religión que se estudiaría esa tarde.

Me obligan a utilizar vestidos para ir, lo cual odio. Esos estúpidos encajes que pican las piernas o el pecho. Esas telas que parecen de plástico.
Me miro en el espejo, y puedo decir que nas que una chica, parezco un travesti con pecho hinchado.

Lo que nunca me obligarán a utilizar es ese fastidioso maquillaje, los aretes y collares. Odio todas esas cosas que las mujeres utilizan.

Me doy un baño con agua fría, y me pongo ese vestido negro sobre mi cama. Cepillo mis dientes antes del grito de mi madre que dice que me apure y baje para abrir el cancel, porque llegaremos tarde. Aunque realmente falta media hora para que empiece la reunión y queda a solo diez cuadras.

El primer piso de nuestra casa es básicamente una porquería. Mi padre tiene aproximadamente quince metros cuadrados repletos de inventos y herramientas. Inventos que tarde o temprano terminarán en la basura no importa lo bueno o eficiente que sea; porque mi padre no es bueno con los negocios.

Literalmente no hay un espacio libre ni de medio metro, por lo que tienes que ir haciendo espacio con forme vas caminando. Es un desastre, pero no puedo decir nada a menos que quiera mas castigos y varias horas de sermones.
Da igual, ya me acostumbré a callar mis críticas.

Cuando llegamos al salón de nuestra religión todos nos saludaron con caras sonrientes y amigables. Todos allí tienen problemas como cualquier otro ser humano, pero se esfuerzan por ser positivos y concentrarse en ayudar a otros en lugar de estancarse en sus problemas. ¿suena muy lindo? Pues no estoy exagerando, esta es la verdad..., y por eso es deprimente para mi.

Si las personas de allí conocieran a mi yo real se asustarían. Todos ellos son como inocentes borregos, y yo era como un virus, viviendo y dependiendo de todos ellos, tilizándolos para conseguir cosas que quería.

El tema de allí era Dios y amor. Está claro que somos polos opuestos ya que yo ni siquiera soy capaz de querer a alguien. No siento amor, no siento nada de eso; mucha gente en redes sociales me pregunta »¿De verdad eres un ser humano?« y me respondo a mi mismo: «Yo también me eh hecho esa pregunta».

Toda la reunión me la pasé pensando en otras cosas, y al terminar, un grupo de cuatro niñas menores se trece fueron a buscarme; no entiendo que ven en mi los niños y niñas. Suelo caerles bien en poco tiempo y no entiendo el porqué.

Media hora después nos retiramos a casa, cenamos y nos fuimos a dormir. O al menos eso debería hacer; tomé el celular a escondidas de nuevo y me puse a ver anime hasta las dos de la madrugada.
Otro día aburrido, monótono y sin sentido terminó.

A comparación con Mey, a Shiro no parecía importarle esos días. Tranquilo, sereno y aveces muerto; así se veía todos los días. Nunca discutimos ni una sola vez, tampoco poseyó mi cuerpo y nunca dio señales de querer hacerlo. No hablaba mucho, y no hacia nada, y cuando le preguntaba que sentía me decía que normal.

Parecía estar satisfecho con cualquier cosa que yo hiciera. Pocas veces lo vi sonreír cuando lo miraba demasiado tiempo. Le pregunté desde cuando lo había creado, y me dijo que no recordaba.

No era orgulloso, siempre me decía todo de forma sincera sin esconder nada. Si le preguntaba «¿como me veo? » me respondía sin pena alguna que no tenía gracia, que era poco femenina, que me estaban saliendo espinillas, y de mas sin completa piedad.
No era avaricioso ni pediche; aveces miraba algunos dulces, pero cuando le preguntaba «¿quieres?» el meneaba la cabeza perezosamente.

Aveces flotaba arriba de mi cuando había multitud, y me susurraba »Vamonos«. Parecía tener agorafobia, y creo que yo también. Teníamos mucho parecido, pero nuestra mayor diferencia es que el era muy paciente, mientras que yo parecía ardilla sobrecargada de cafeína; al menos por dentro.

Por las noches me dejaba dormir con tranquilidad, sin hacer ruidos, sin hablar, sin ponerse frente a mi o susurrar cosas.

—¿Porque me paso de un tema para otro siempre? — le susurré a Shiro antes de dormir.

— Algo anda mal con tu cerebro — respondió.

Como dije "sinceridad sin piedad". Este chico era así desde el fondo de su alma, o al menos si tuviera un alma, aunque no lo hacía con malas intenciones o con maldad, yo diría que Shiro era..., demasiado inocente y puro.





"Una vez alguien me dijo:
Ser sincero no es malo,
No saber leer el momento, si"










~•~•~•~•~•~•

Consejo de buen escritor:
(Se me están terminando los consejos XD)

"Si matas una hormiga, no la dejes tirada, porque llamará a mas hormigas con sus feromonas"

Doble personalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora