Capítulo 7

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Las siguientes semanas pasaron volando, Tom era el mejor instructor que Bill había podido desear tener y pronto Oliver le felicitó en persona por los buenos informes que le pasaba Tom sobre él, todo era perfecto. No había vuelto a tener ningún fallo y a ese paso iba camino de convertirse en el mejor novato que había pasado por la división 15.

Cuando Bill quiso darse cuenta ya habían pasado seis meses y ni él ni sus amigos eran considerados ya novatos, había turnos que salían sin instructor, habiendo compartido Bill coche con Georg y Gustav en más de una ocasión, incluso con Julie quien aprovechaba esos momentos para hablar de cómo iba su relación con Georg, al que literalmente adoraba.

— ¿Crees que es pronto para pensar en un futuro con él?—le preguntó Julie un buen día.

Bill casi se atragantó con el café que se estaba tomando. Salían de un turno de noche y habían aprovechado para desayunar juntos en la cocina que había en la comisaria.

Dejó la taza con calma sobre la mesa y se secó los labios con una servilleta ante la atenta mirada de Julie.

—Es pronto para hablar de eso, ¿verdad?—dijo Julie suspirando—Llevamos juntos pocos meses y yo ya me he montado una película en mi cabeza. Pero...es que yo siempre he querido casarme y tener hijos, y Georg es muy especial, nunca antes había conocido a nadie como él y el otro día tuve un sueño muy bonito en el que estábamos los dos paseando por un parque viendo jugar a nuestro hijo..

Bill la escuchaba sin poder pensar en lo afortunado que era su amigo, Julie era una buena chica y se la veía muy enamorada. Nada que ver con la antigua novia que tuvo Georg, una arpía sin escrúpulo que no dudó en salir con otro al mismo tiempo que con Georg mientras decidía quien era mejor en la cama.

—Y creo que hacemos muy buena pareja—seguía hablando Julie—Es como tú y Tom, os veo y...

— ¿Cómo que Tom y yo?—interrumpió Bill alzando una ceja.

Julie se mordió el labio al ver que había metido la pata. Carraspeó y trató de que Bill no le siguiera fulminando con la mirada como lo hacía en esos mismos momentos.

—Toda la comisaria comenta...que entre tú y Tom hay algo—explicó Julie en un susurro—Como siempre patrulláis juntos y la reputación de Tom le precede, pues...

—Pues nada—saltó Bill enojado—Tom y yo no estamos saliendo. Es mi agente instructor y gracias a él soy el policía que soy ahora.

—Perdóname, no quería que te enfadaras Bill—murmuró Julie.

—No, si no estoy enfadado contigo—dijo Bill un poco más calmado—Es que odio que se hable a mis espaldas, y más si es para criticarme o meterse en mi vida privada. No sabía nada de estos rumores que hay sobre mí y Tom, yo...

Antes de que pudiera seguir hablando Tom entró en la cocina y viéndoles sentados se fue directo a ellos, sentándose al lado de Bill con toda naturalidad.

—Pensaba que ya os habíais ido a casa—dijo Tom cogiendo una tostada del plato de Bill y empezando a comérsela.

—Estábamos desayunando pero yo me voy ya—dijo Julie poniéndose en pie como un rayo—Nos vemos mañana Bill...y te pido perdón otra vez.

Bill asintió con la cabeza y la observó huir de la cocina. En parte se lo agradecía, quería aclarar un par de cosas con Tom y cuanto antes mejor, y no quería que nadie les escuchara.

— ¿Estas bien?—preguntó Tom de repente—Pareces enojado con el mundo.

— ¿Se puede saber qué has dicho o hecho para que toda la comisaria crea que nos estamos acostando juntos?—saltó Bill sin poderse contener.

Rookie BillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora