⚜t r e s⚜

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-¿Profesor Kim?.- rió en mi cara.- Fuera del instituto soy Taehyung. O como me solías decir de pequeña. "Tae tae".

Estaba segura de que mi cara era de un color rojo carmín. Y es que no lo recordaba tan jodidamente sexy.

Él, Hoseok, Namjoon, Jungkook, Jimin, y yo habíamos sido inseparables cuando eramos pequeños hasta que los padres de Taehyung decidieron mandarlo a un instituto en su natal Daegu. Recurdo que los padres de Tae mencionaron que era muy listo y el instituto lo había avanzado algunos años en su examen de ubicación y por ende, terminaría mucho antes que nosotros el instituto.

Lo que jamás me imaginé es que terminaría siendo mi profesor.

-¿Me vas a dejar pasar o...?- dijo sonriendo burlonamente.

Revolvió mi cabello y se acercó a mi oído.

-También puedes llamarme Profesor Kim en otro lugar. ¿Quieres saber cual?- susurró en un tono bastante seductor.

No comprendí su pregunta, intentaba descifrar si era algún tipo de pregunta capciosa o de doble sentido, pero no la entendía.

Lo que si entendía era que aquel susurro tan cerca de mi piel me había provocado un escalofrío intenso.

-¡El famoso saxofonista fallido de Daegu ha vuelto!-

El grito de Jimin provocó que Tae se alejara rápidamente de mi y se uniera con los demás chicos. Comenzando a charlar y saludarlos con abrazos, en verdad se extrañaban.

Cerré la puerta y regresé a la estancia con ellos. Sentándome en medio de Namjoon y Hoseok.

Había invitado a Jin a aquella reunión, pero me canceló porque la chica de sus sueños por fin había aceptado su invitación para salir.

Jin era mi único amigo en el instituto. Los demás chicos no eran muy agradables y las chicas simplemente se acercaban a mí porque creían que podía conseguirles una cita con mi hermano. Falsas odiosas.

-¿Y has conseguido nuevo trabajo ya?- preguntó Jungkook sentado en el suelo dando un trago a su cerveza.

Taehyung me miró.

-Sí. De hecho soy maestro en el instituto de Sunhee, y precisamente en su clase de química.- sonrió burlón.

Todos gritaron que era genial y lo felicitaron.

-Basta.- interrumpí su desorden.- Solo es por unos meses, es suplente.- rodé los ojos.

-Sigo siendo tu maestro. Tu superior.- me desafió y los chicos rieron e hicieron un unísono "ohh", burlándose de mí.

-Un maestro bastante malo debo decir.- respondí y los chicos aumentaron el sonido del "ohh".

-Y tú una alumna bastante torpe y distraída. Recuerda que hoy tuve que reñirte dos veces.- finalizó y los chicos parecían disfrutar el espectáculo.

-Estúpido.- hice una mueca de odio y me levanté del sofá.- Iré por soda, escorias.-

-¿Podrías traerle una cerveza a tu profesor?- escuché de nuevo su voz.

Mostré mi dedo corazón como respuesta, en un evidente no.

Al entrar a la cocina, fui directo a una de las gavetas altas para alcanzar un vaso. Lo tomé y coloqué el vaso en la mesa de mármol, abrí el frigorífico y saqué la soda colocandola igualmente en la mesa.

Cuando me di la vuelta para cerrar el frigorífico una manos se apoyaron en él, alrededor de mi cabeza, cerrándolo de golpe y acorralándome.

Comencé a hiperventilar cuando noté su rostro tan cerca, y su mirada penetraba la mía. Intenté moverme, pero él me lo impedía.

-¿Me estabas retando allá afuera acaso? No vuelvas a hacerlo.- una sonrisa ladina apareció en su fino rostro, haciéndolo lucir tan malévolo como sexy. Mis piernas comenzaban a temblar un poco.

Tomé las fuerzas necesarias para responder.

-No me digas qué hacer.-

Su rostro se acercó al mío y yo abrí los ojos de la sorpresa. Soltó una risita y unas palabras que definitivamente no olvidaría en un buen rato.

-Oh no... no me provoques Sunhee.-

Y se fue.

Horns ➼ K.T.H;BTSWhere stories live. Discover now