Horns ➼ K.T.H;BTS

⚜c i n c o⚜

Era el primer día de asesorías.

Ayer no había mencionado nada sobre Taehyung a nadie, ni siquiera a Jin, porque, yo no tenía ni idea de qué era lo que había sucedido.

Seokjin insistía con que algo me sucedía, yo intente calmarlo diciéndole que si algo me sucedía él bien lo sabría de primera. Él era mi mejor amigo desde hace ya 6 años, conocía absolutamente todo de mí, incluso me atrevería a decir que me conoce mejor que Jimin, mi propio hermano.

Mis padres habían fallecido en un accidente automovilístico hace 6 años, mi abuela fue quien se encargó de cuidarnos a Jimin y a mí, hasta que él cumplió la mayoría de edad, y después de trabajar duro, consiguió un apartamento donde me llevó a vivir con él.

Llevábamos viviendo solos aproximadamente 3 años. Jimin se había encargado de todos nuestros gastos, también los escolares, pero para que no fuera tan pesado, logramos conseguir una beca, en mi instituto y en su universidad.

Estaba totalmente agradecida con el esfuerzo que hacía mi hermano aguantando el tiempo en la universidad y en su trabajo por sacarnos adelante día a día. Próximamente conseguiría un empleo yo también y así poder ayudarlo.

-Oye tú.-

Una voz me hizo girar mi cabeza hacia las bancas de mi derecha.

-¿Me hablas a mí?- pregunté extrañada.

-No, al de enfrente.- respondió con notable sarcasmo, debido a que no había nadie delante de mi.- Si lo que quieres es llamar la atención del profesor con eso.- señaló mi falda.- Te informo que es demasiado indiscreto, y desagradable. En lugar de eso podrías gritar que estás desesperada, sería lo mismo.- bufó.

Fruncí mi ceño y bajé la vista hasta mi falda, recién ahí me di cuenta que debido a que me había sentado mal, mi falda estaba doblada, mostrando parte de mi ropa interior olímpicamente.

-Joder.- susurré molesta y avergonzada, acomodando mi falda.- No me interesa la atención, no seas idiota.- me dirigí ahora al chico.

Agradecía que solo estuviéramos nosotros y aún no llegara Taehyung ni nadie más, me hubiera muerto de la pena.

-Idiota la que no sabe sentarse sin mostrar las bragas.- dijo burlonamente.

Mi cara se puso roja del coraje y la vergüenza.

- ¿Y tú qué hacías mirando, cerdo? Además, si lo hiciera por atención, no es tu problema.- respondí.

-Es raro ver bragas de cerditos en una persona de 18 años.- soltó con una ligera risa.

-¡Imbécil!- grité histérica. Estaba a punto de seguir insultándolo, pero una voz me interrumpió.

-Basta Min. No molestes más a la señorita.-

Un chico alto, de cabello castaño claro había entrado al aula, y se sentó junto a quien identifiqué como Min Yoongi. Se saludaron, ya que al parecer eran amigos, y este me miró fijamente con una sonrisa.

Decidí ignorar a ambos girando mi cabeza hacia enfrente. Justo en ese momento Taehyung entró seguido de las dos alumnas faltantes. Noté en su rostro algo de fastidio, supuse las chicas lo habían estado acosando, no pude evitar soltar una ligera risa.

Las chicas tomaron asiento delante de mí y las clases comenzaron.

Taehyung cuando cruzaba mirada conmigo, se ponía bastante torpe y a mí me ponía nerviosa. No sabía que le sucedía. Cuando le hacía alguna pregunta, la contestaba sin mirarme, parecía que estaba evitándome.

Al terminar, tomé mis cosas y salí del aula. Noté como las dos chiquillas se quedaban con Taehyung fingiendo que no habían entendido algo del día.

Los otros dos chicos salieron al mismo tiempo que yo.

Cuando salí del instituto, tomé mi móvil para preguntarle a Jin sobre cuáles serían los planes de esta tarde, hasta que un brazo rodeó mis hombros con toda la confianza del mundo. Me sobresalté y miré de quién se trataba.

Era el amigo de Min. Y me sonreía, demasiado cerca para mi gusto.

Me removí incómoda haciendo que quitara su brazo de encima. Y recién ahí noté que a un lado suyo venía Yoongi.

-¿Perdona te conozco, para tener esa confianza?- dije evidentemente molesta deteniéndome fuera de la salida del instituto, con ellos al lado.

Él solo amplió su sonrisa.

-Mi nombre es Sungjae. Y a pesar de que  los tres vamos en la misma clase, no me conoces, pero me encantaría conocerte.- dijo como si fuera lo más normal del mundo. Noté como Yoongi solo rodaba los ojos, harto de su comportamiento.

-Vámonos ahora.- dijo Min, tomando del brazo al otro chico.

Los vi alejarse unos metros cuando "Sungjae" volteó de nuevo hacia mí.

-¡Eres muy linda!- gritó a los cuatro vientos haciéndome avergonzar.

Me di la vuelta sin responder su comentario, y me topé con la mirada de Taehyung que recién salía.

Me quedé parada como estúpida al mirarlo, creí que me diría algo, pero solo negó con su cabeza y siguió su camino hacia su auto. No sabía si preguntarle si pasaba algo, apenas ayer su exceso de confianza me sorprendía y hoy parecía no conocerme.

-¡Tae!- grité sin pensar.

Él no se detuvo, en cambio, aceleró el paso y subió a su auto, encendiéndolo y marchándose de ahí.

Gruñí molesta y decidí regresar a casa.

El apartamento de mi hermano y mío no quedaba muy lejos del instituto, por lo que no hizo falta caminar más de 15 o 20 minutos.

Al llegar vi que Jimin estaba sentado en el sofá mirando televisión. Me despojé del calzado y dejé mi mochila, para poder sentarme a un lado de mi hermano.

-Llegaste odiosa.- dijo con una sonrisa.

-Llegué enano.- respondí por fin sentándome junto a él.

-¿Qué tal te fue?-

-Bien, las asesorías no son lo mejor del mundo, pero sobreviví.- dije aburrida tomando el control.

-Hey, ni pienses quitar mi partido de soccer, recién empieza.-

Jimin intentó quitarme el control, pero yo no cedí. Decidió hacerme cosquillas ganándose varias patadas de mi parte, y así comenzaba la lucha de los hermanos Park por ganar el control de la televisión. Al final, por su fuerza, la ganó él.

-Estúpido.- bufé fingiendo molestia.

Me levanté del sofá y decidí irme a mi recámara a dormir un poco.

-Oye tonta, cámbiate el uniforme, que iremos a casa de Taehyung a conocer su nueva locación con todos los demás chicos, nos invitó a comer.-

Me paré en seco en las escaleras.

Casa de Taehyung.

Taehyung.