Horns ➼ K.T.H;BTS

⚜️t r e i n t a y u n o⚜️

Me separé nuevamente del pecho de mi hermano. Lo mire y con ambas manos limpie cuidadosamente las lágrimas que habían mojado su rostro.

-¿Qué pasa?- fruncí el ceño preocupada.

Jimin sorbió su nariz y me dedicó una media sonrisa.

-Pasa que eres mi hermana pequeña Sunhee.- respondió.- Y... pasa que muero de miedo, miedo de perder a mi hermana pequeña. Eres todo lo que tengo ahora y me da miedo perderte como a papá y mamá. Quiero protegerte siempre Sunhee.-

Me pesaba el corazón saber que Jimin temía perderme, y que jamás me lo había dicho.

-Jimin...-

-Lo sé. Lamento haberme cegado y lamento haber sido tan egoísta con lo que a ti te hace feliz. Solo... me cuesta aceptar que ya no eres pequeña y qué tal vez ya no necesito cuidarte siempre, que puedes sola.-

Una sonrisa tierna se asomó en mi cara al escucharlo decir aquello.

-Y quisiera saber...- continuó hablando mi hermano.- ¿Es cierto lo que ha dicho Taehyung?-

Supe que se refería al hecho de que yo sentía lo mismo por Tae, y que de igual manera estaba enamorada de él, de su mejor amigo. Asentí despacio con la cabeza, nerviosa.
Jimin suspiró.

-Vale, entonces no hay más que decir.-

Volvió a abrazarme y yo entendí que aquello, era su aceptación a mi relación con Taehyung y a que su hermana pequeña, ya no era tan pequeña.

-Pero juro que si te hace algo, cualquier cosa, la más mínima, yo voy y le rompo los huesos uno por uno Sunhee.-

Reí despacio, apreté más fuerte a mi hermano y cerré los ojos en aquel abrazo.

-Te quiero enano.-

Jimin pasó una mano por el cabello de mi nuca.

-Y yo a ti bestia.-

Era gracioso.
Lo llamaba enano a pesar de que yo era un poco más baja que él y Jimin me llamaba bestia sabiendo que él tenía un temperamento mucho peor al mío cuando se le lograba hacer enfadar.

Creo que por eso aquellos eran nuestros apodos preferidos.

*-*-*-*-*-*

-Ugh... rápido por favor.-

Me encontraba impaciente en una tiendita esperando que la fila avanzara. Solo pensaba en pagar aquellas galletas que decidí comprar y huir a mi casa para poder hacer pis.

Rezaba por aguantar.

Cuando por fin fue mi turno en la caja, pagué mis galletas y corrí a la salida. El camino se me hizo eterno pero logré llegar a casa.

Entré y escuché a Jimin llamarme en la estancia pero ni siquiera pude mirarlo.

-Sunhee...-

-¡Espera tengo que hacer pis!- grité subiendo las escaleras a mi habitación.

Lancé mis galletas a la cama y entré a mi baño a hacer lo que tenía que hacer.

Al terminar, lavé mis manos y las sequé. Salí de mi habitación y abrí el paquete de galletas para llevarme una a la boca.

-Ah, Jimin.- Dije para mi misma recordando que mi hermano me había llamado antes. Dejé el paquete de galletas en la cama y bajé.

Al llegar a la estancia me di cuenta de que Jimin no estaba solo, también estaba Sungjae ahí. De todas las personas en el mundo, jamás imaginé que él regresaría.