Shinato Tártaros era una pequeña niña cuando su aldea desapareció por completo del mapa; rescatada por el que seria su maestro, es llevada a Konohagakure no sato para continuar con su vida.
"Mientras así lo quieras, nuestro vínculo será eterno..."
T...
Al día siguiente, tal como había prometido la peliazul, se encontraba llegando a Konohagakure no Sato para darle explicaciones y disculpas al Hokage. La estaban acompañando cinco personas de su aldea, en ellas incluido su prometido Rogue, a quien le parecía una mala idea que ella volviera. Presentía algo muy malo.
- ¡Shinato-chan! - escucho como le gritaban nada mas visualizo a lo lejos la entrada de Konoha. Una pelirroja echo carrera hasta ella y nada mas llegar la atrapó entre sus brazos haciendo que cayera al suelo.
Shinato río abrazando de igual manera a la Uzumaki. La había extrañado. Después de todo seguían siendo buenas amigas aun que hubieran estado por un tiempo separadas.
- Tengo que presentarme con el Hokage-sama y ahora estoy muy sucia - le dijo divertida cuando se separaron. Ella quedo sentada en el suelo y la pelirroja de rodillas frente a ella.
- Lo siento, pero tenía muchas ganas de verte-ttebane - le confesó mientras se levantaban y le ayudaba a sacudir su vestimenta color blanca que ahora estaba sucia debido a la tierra del suelo.
Shinato se le quedo viendo extrañada, sabía que algo había cambiado en la pelirroja. Lo supo cuando se dio cuenta que ya no llevaba su uniforme de shinobi, sino ropa de civil y el cabello suelto.
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- ¿Que pasa? - la pelirroja se dio cuenta de su mirada entre cerrada.
- Nada - está le contesto solamente - Es solo que, te noto diferente, más feliz - le confesó y la pelirroja se sonrojo.
- Veras... - está le contesto - Yo acabo de casarme hace poco - le dijo mientras veía el suelo y su sonrojo no desaparecía.
La peliazul abrió los ojos sorprendida.
- ¿¡Casada!? - pregunto sin poder creerlo - ¿¡Con quien!? - no podía ocultar su sorpresa.
- Su nombre es Nara Kuma, fue con nosotros a la academia - le contesto observando su expresión.
<< ¿Kuma Nara..?>> la peliazul trato de recordar a ese tal Kuma pero no pudo. Si antes no había podido recordar a la Uchiha menos a Kuma, que al parecer era perteneciente al clan Nara.
- Bueno, sea quien sea estoy feliz de que seas feliz - le dijo un tanto avergonzada por su pésima memoria para recordar personas.
- Gracias-ttebane - la pelirroja volvió a abrazarla con emoción.
Fue hasta que la peliazul recordó que no estaba sola.
- Ah, lo siento... - se disculpo ante ellos - Ella es Uzumaki Kushina, mi mejor amiga - la presento y los restantes se presentaron con educación ante ella.
- Un gusto - les respondió la pelirroja y ellos asintieron.
Las personas que acompañaban a Shinato eran algunas de las guerreros más fuertes de su clan, claro, no podían acompañarla los mejores porque si no la aldea quedaría indefensa. Eran dos mujeres y tres hombres.
Teníamos a Nikola, experta en tirocinio y por lo tanto experta en armas. Era una mujer de veintidós años muy guapa que lo sabia muy bien.
Hisui tenia la misma edad que Shinato. La mente maestra del grupo, capaz de hacer estrategias en un segundo con porcentajes altos de éxito. Ella era todo lo contrario a Nikola, a pesar de también ser guapa era muy tímida.
Por el lado de los hombres estaba Jackal. Tenia una personalidad bastante chocante debido a la gran fuerza que tenia para destruir cosas. Era como un animal en las batallas. Con apenas veinte años había asesinado más personas de las que le podían contar.
Katsuki era todo lo contrario a Jackal, era un hombre apuesto de veinticuatro años que amaba con su vida el orden de todo. Experto en combate cuerpo a cuerpo y persuasión.
Por último estaba Rogue, la tercera persona mas fuerte e inteligente de todo el clan. Los primeros eran Sesshomaru e Inuyasha. Como ya todos lo conocíamos era un hombre bastante razonable y noble.
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Eran un grupo bastante extraño, pues a pesar de ser bastante jóvenes poseían la fuerza e inteligencia que le hacía falta a algunos veteranos. Solo que si tenían sus diferencias, la mayoría del tiempo estaban peleando y Shinato y Rogue tenían que poner orden. Aun que con Shinato todos se llevaban bien.
No olvidemos que como todos son pertenecientes del clan, tenían mucha similitud en el aspecto físico y también en ropas, todos llevaban aquel traje blanco para las batallas.
- Bueno, si ya terminaron de presentarse, el Sandaime-sama te espera en la torre del Hokage - una malumorada ex-centinela de prisión se hizo presente en la escena acompañada de un rubio con la mirada apagada.
Shinato le dio la mirada indiferente mientras su equipo, quienes desconocían en su totalidad la historia pasada, se daban cuenta que ahí había mucha tensión.
- Gracias por avisarme - la peliazul le contesto sin mas y comenzó a caminar junto a una pelirroja que veía la escena bastante incomoda.
Kushina no estaba incomoda por la Uchiha, si no por el Namikaze, quien veía la escena y se le notaba bastante triste. Suspiro cansada, tanto ella como el rubio daban por hecho que la peliazul ya estaba casada, pero no sabían que la boda se había pospuesto.
- Dis-disculpe Shinato-sama - Hisui llamo la atención de la peliazul cuando le tomó parte de su vestimenta y la jalo un poco.
Iban camino a la torre.
- ¿Si? - está le dijo un tanto confundida. Hisui se notaba más nerviosa que nunca.
- Yo-yo pensé que ellos sabían que veníamos en son de paz, ¿en-entonces por que el destacado ninja Kiroi Senko nos esta escoltando? - pregunto mientras le daba la mirada de reojo a él y a su compañera la Uchiha.
- Puedes estar tranquila... - le contesto confiada - Namikaze-san solo nos esta llevando a la torre del Hokage por que también necesita estar ahí - le confesó. Era verdad que tenia que estar ahí, pues también se suponía se llevaría acabo una reunión con Amaterasu. Algo que ella no sabia, solo pensaba que tenia que estar presente por el incidente de ayer.
- Bueno - la de cabellos blancos solo le contesto.
Mientras seguían caminando entre la aldea las personas los veían con sorpresa pues sabían que aquellas no eran personas normales, algunos hasta sospechaban que eran los extinguidos Hanyo, y eso les aterraba.
La peliazul no les tomo atención y siguió su camino entre platica y platica con Kushina. Todo iba normal, hasta que...