97. Watashi to kekkon suru.

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El ambiente se puso tenso, la peliazul se sonrojo y el rubio río nervioso. De hecho él estaba muy nervioso.

- ¿Por que no me avisaste de esto en la mañana? - está le pregunto para romper la tensión.

- Porque era una sorpresa... - desvío la mirada - Pero no salio como esperaba - dijo por bajo.

- No escuche lo último - confesó ya que se había distraído con el bonito lugar en que que estaban. Le puso atención otra vez.

- N-nada, no dije nada - le contesto más nervioso y a la vez aliviado por que no lo escucho.

- El lugar es muy bonito y la decoración también... - confesó ya que no podía mantener sus ojos alejados de todo su alrededor - Te quedo muy bien - le sonrió.

El lugar estaba iluminado por luces blanquecinas cubriendo los troncos de los árboles y algunas hojas, y bueno, como olvidar la mesa tan ordenada con las velas en el centro encendidas. Era muy romántico, ya que las luces se hacían pasar por estrellas.

- Rin y Kushina me ayudaron, ellas son las responsables de que el lugar haya quedado tan bien - le explico sonrojado.

Luego de aquellas palabras, Kakashi y Obito aparecieron en escena con dos platos de comida. Se acercaron a la mesa, quitaron el de adorno y acomodaron los otros. Después Rin apareció con una botella de vino ya abierta y la dejo en la mesa. Ellos les agradecieron cordiales.

El rubio se relajo, tomó la botella y le sirvió a su pareja.

Shinato ya no pudo más, río en alto sorprendiendo a todos los presentes, el rubio dejo de servir y la vio confundido. Ella tenía los ojos cerrados y las manos en su estómago.

- Lo s-siento... - pronunció tratando se controlarse - Es solo que, no pude evitarlo, Obito y Kakashi se ven preciosos en esos trajes haciendo de meseros, y tu, no dejas de sonrojarte cada vez que dices algo... - limpio una pequeña lágrima que había salido por la risa - Minato... - le llamo - Esto es muy lindo, se los agradezco mucho - le sonrió una vez más.

- Me alegra que te este gustando, pero no es todo, así que sigue disfrutando porque esta noche es para los dos - contesto más relajado al saber que todo estaba yendo bien.

Comenzaron a comer mientras platicaban trivialmente. La noche estaba siendo exelente, incluso se torno divertida cuando Obito salio de su escondite y comenzó a cantar de forma romántica para los enamorados. La peliazul se sorprendió mucho, pero al intante sus compañeros salieron y le hicieron volver de una forma graciosa a su lugar. Aquello no estaba planeado.

- Vamos a bailar  - él le dijo una vez terminar de cenar.

- No se bailar - ella le confesó sonrojada dejando la copa de vino en su lugar - Además, no hay música -.

- No importa - le contesto solamente.

El se puso de pie, fue hasta ella para tomarle la mano y levantarla de su lugar. La llevo un poco mas lejos en aquel alumbrado bosque y la tomó por la cintura delicadamente para pegarla a su cuerpo, le tomó la mano y la junto con la suya. Ella río nerviosa y él le sonrió cuando estaban de frente.

- Voy a hacer el ridículo - ella le dijo mientras pegaba el rostro en su pecho y cerraba los ojos.

- Lo haremos los dos - le contesto y comenzó a moverse lentamente en aquel lugar. Comenzaron a bailar.

Los otros presentes se emocionaron, más las chicas. La escena se tornaba romántica para todos.

- Hoy cumplimos un mes de novios... - Minato comenzó a hablar - Pero hemos pasado por tanto, casi por un año... - apretó leve su mano - Han sido tiempos buenos, malos, y todos han valido la pena porque hoy te tengo entre mis brazos bailando sin música como dos locos... - los dos rieron - Te amo Shinato, te amo mas que a nada en este mundo, te convertiste en algo tan importante para mi que no se si pueda seguir si algún día me haces falta. Has hecho que necesite tenerte cerca a cada segundo, que me sienta incompleto cuando no estás a mi lado. Has hecho de las pequeñas cosas como un simple roce hasta un beso en la mejilla, en algo muy especial. Eres la persona con la quisiera pasar el resto de mi vida... -.

Se quedó callado y cerró sus ojos ya que comenzó a sentirla tan frágil cuando comenzó a decirle te amo. El pequeño cuerpo de Shinato había comenzado a temblar con unas simples palabras dichas que para ella significaban un mundo entero, incluso había comenzado a llorar pues se sentía muy sensible.

Fue cuando él la separo de su cuerpo, limpio sus lágrimas y le beso la mejilla, entonces le soltó la cintura y dejo su otra mano entrelazada con la de ella, sacó una pequeña cajita azul y poniendo una rodilla en el suelo, pregunto...

- Tartaros Shinato, ¿aceptarías casarte conmigo? -.

Ella de inmediato se tapó el rostro con su mano restante y oculto sus ojos pues habían comenzado a salir lágrimas de montón. Lágrimas de pura felicidad.

Y bueno, por allá en el escondite, todos tenían bien puesta su atención en la pareja, Rin, juraría haber escuchado a sus compañeros de equipo gritar tal cual niñas emocionadas. La pelirroja era la más conmovida.

Volviendo a la peliazul, pues en realidad no lo podía creer, por un momento pensó que era uno mas de sus sueños locos, pero no era así y lo sabia, Minato de verdad le había propuesto matrimonio.

- S-si... - menciono entre cortado y abrió los ojos cuando sintio que el rubio le ponía el anillo en el dedo.

Ni un segundo le tomó tener el anillo puesto cuando no lo dejo que se levantará, sino que le tomó de las mejillas y estampó sus labios con los de él besandolo suave. Después se dejó caer aun en el beso y quedaron de rodillas. Cuando se separaron, se vieron con una enorme sonrisa, entonces el rubio la abrazo fuerte pegandola lo más que pudo hacia él. Estaba que no podía con su felicidad.

Ella volvió a llorar entre sus brazos y el rubio la mantuvo ahí hasta que se calmo.

- Te amo, te amo, te amo - ella le dijo de repente y repitió un sin fin de veces.

- Ya lo sé... - el contesto riendo - Lo se porque es el mismo amor que te tengo yo a ti -.

Ellos siguieron en los suyo, más felices que nunca porque por fin iban a casarse, formar una familia y vivir felices por el resto de sus días. Por fin.

Por último, no olvidemos a los que ayudaron a que la cena y la propuesta estuviera perfectas, quienes habían calculado todo fríamente, ellos estaban abrazados llorando, claro, menos Kakashi, pero de igual manera estaba feliz por aquellos dos.

《Mitad X Mitad》Minato Namikaze☇/ En edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora