- Un mes después:
Otro mes había pasado rápidamente, un mes lleno de trabajo y emoción. Si, nuestros queridos novios ya tenían un mes saliendo como toda una pareja. El mundo lo sabia, Namikaze Minato y Tártaros Shinato eran la pareja más linda de toda la aldea y sino es que de todo el mundo shinobi. Se tomaban la mano, se besaban, pero ¡hey!... no habían vuelto a tener otro encuentro amoroso entre sábanas y la razón era fácil de comprender... algo que seguramente más de uno pensó.
Aquella tarde, la peliazul estaba en su patio trasero con la vista puesta en el pequeño lago. Se encontraba pensando como la mayoría de las veces cuando se encontraba sola, rcapacitando de algunas cosas pasadas.
- ¿Dónde estará ahora, Orochimaru-sensei? - se preguntó en voz alta y suspiro.
En sus manos llevaba la pequeña cajita negra que le había enviado hace tiempo, por eso surgió la pregunta, además de que era obvio que él ya no se encontraba en el mismo lugar que indicaba el mapa.
Suspiro una vez más.
<< Quisiera verlo y decirle lo bien que me ha ido últimamente. Se que usted jamás supo que me gustaban los niños, así que supongo que será una sorpresa contarle que Minato y yo somos novios. Él me hace bastante feliz, tan feliz como nunca he sido. ¡Por cierto, hace unos días vi a Kakashi sonreírme levemente! Siento emocionarme así, pero en realidad me sentí bien. Debo decir que aquellos tres niños han sido muy importantes para mi desde el día que los conocí, son especiales. Creo que no podría dejar de verlos un solo día, es decir, nuestra relación se ha fortalecido con el tiempo, me basta con que pueda encontrarlos de casualidad y me saluden como siempre.
Cambiando de tema, quisiera poder decirle que Tsunade y Jiraiya-sensei llevan una buena relación, tan solo les hace falta casarse. Ellos viven conmigo, bueno, solo Tsunade porque Jiraiya aveces se va de viaje, pero cuando vuelve no se va de la casa. Es una lastima saber que pronto se irán ya que planean vivir juntos y darme mi espacio con Minato, al menos eso es lo que dicen, yo los apoyo, pero sigue siendo triste, ya no comeré la comida de Tsunade-sensei a diario, aún que igual Minato cocina bastante bien y ya sabe que yo saque suyo el mal cocinar
... alguna que otra cosa me sale bien.
Y que decirle de mi, he cambiado para bien, debería de verme ahora, soy toda una experta en el habla social y centinela de la entrada... yo lo extraño mucho...>> termino aquel diario en su cabeza con el semblante triste. Ella de verdad quería que su maestro estuviera ahí con ella para ver cuanto ha cambiado, que la rodea ahora, que le hace feliz. Cuanto ha madurado.- Soy una tonta... - se dijo a sí misma al darse cuenta de todo lo que había dicho como si de verdad Orochimaru estuviera presente.
Miró la cajita en sus manos dándole la gracias internamente por haber estado con ella tantos años cuando bien podría haberle dejado a su suerte en su aldea aquella noche. También le agradeció por haber hecho de ella una persona fuerte y de bien.
Ahora él era lo único que le faltaba para ser completamente feliz.(...)
- ¿Que hacen las dos aquí? - pregunto la peliazul en la puerta al ver a una pelirroja y a una pequeña castaña sonriéndole.
- Hoy tienes una cita - le dijeron las dos al unísono.
- Y venimos a prepararte - está vez sólo hablo la pelirroja.
Las observó con una mueca sin entender. Se le hacía raro ya que había tenido más citas en el mes y ellas jamás se presentaron como ahora.
- Está bien - solamente pronunció para las dos y estas rápidamente pasaron a la casa.
(...)
Cuando anochecía, la casa del rubio estaba hecha un desastre, tres personas se encontraban en ella. El mayor y el Uchiha buscando algo con total desesperación, y el Hatake preparando algunas cosas más en la cena que había hecho para esa noche, tenia que quedar perfecta.
- ¿Dónde rayos la dejo Minato-sensei? - pronunció el pequeño Uchiha cuando revolvía una vez más entre la ropa de los cajones.
- No lo se, pero esta aquí, estoy seguro - este le contesto apresurado y haciendo un desorden por todas partes.
Levanto el sillón de la sala y no estaba, revolvió la ropa sucia y no estaba, reviso en las compras de la tarde... y no estaba.
Corría de aquí para allá mientras llevaba la corbata mal puesta y la camisa gris un poco desabrochada. Iba a volverse loco.- ¿Todavía no la encuentran? - el peligris llego hacia ellos habiendo terminado su parte del trabajo.
- No - el rubio le respondió enseguida sin dejar de moverse por toda la sala.
- Ya es tarde... - le aviso - Tenemos que irnos o no llegaremos... -.
- Imposible... - Obito le contesto - Es la razón de la cena, ¿no lo entiendes? ¡Sin eso todo quedará arruinado! - le hablo fuerte por último.
Kakashi y Óbito comenzaron a discutir entre ellos mientras lucían aquellos trajes de gala que les sentaban muy bien.
El rubio de pronto se detuvo en medio de la estancia y comenzó a pensar. ¿En donde había dejado aquel objeto tan importante?
(...)
- Ese Bakaminato... - pronunció molesta la pelirroja.
Habían llegado al lugar de la cita. Un hermoso lugar al aire libre fuera de Konoha. Había una mesa para dos adornada con una velas, platos, copas y cubiertos. El lugar parecía muy romántico, pero el novio aun no llegaba.
- Esto, yo... - la peliazul se encojio en hombros sin saber que pasaba mientras se alisaba con las manos el vestido gris que la pequeña Rin y Kushina le habían puesto.
- Seguro que debe ser algo importante por lo que no hayan llegado - Rin menciono nerviosa hacia la pelirroja totalmente molesta.
En ese momento, del otro lado de la mesa aparecieron los tres hombres faltantes. Habían usado el Hiraishin para llegar a tiempo. Ni un segundo le tomó al rubio ver a su novia y apreciar lo bonita que se veía aquella noche, igual le paso a Shinato, su novio estaba muy elegante con aquel traje negro con gris.
- ¡No es de caballeros hacer esperar a su dama! - Kushina se acercó a Minato y le recriminó. Este solo retrocedió apenado.
- Lo sentimos, es que Minato-sensei perdió... - Obito iba a decir algo, pero Kakashi le tapó la boca enseguida con su mano y Minato lo miro con los ojos abiertos. Casi revela la sorpresa.
- Bueno... - la Uzumaki tomo a la peliazul de la mano y la hizo sentarse en la silla frente a la mesa. Ella seguía sin entender que hacían todos ahí y porque era tan importante aquella cita - Ya pueden comenzar - les dijo, para después los cuatro desaparecer en un instante como los ninjas que eran.
El ambiente se puso tenso, la peliazul se sonrojo y el rubio río nervioso...
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《Mitad X Mitad》Minato Namikaze☇/ En edición.
FanficShinato Tártaros era una pequeña niña cuando su aldea desapareció por completo del mapa; rescatada por el que seria su maestro, es llevada a Konohagakure no sato para continuar con su vida. "Mientras así lo quieras, nuestro vínculo será eterno..." T...