53. Reencuentro.

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A la mañana siguiente, antes de que el sol pudiera ponerse, los cuatro jóvenes ya se encontraban de camino a la Tierra del Hierro, la tierra que hasta la fecha no le pertenecía a ninguna aldea ninja, sino a los samurai.

A la mañana siguiente, antes de que el sol pudiera ponerse, los cuatro jóvenes ya se encontraban de camino a la Tierra del Hierro, la tierra que hasta la fecha no le pertenecía a ninguna aldea ninja, sino a los samurai

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— ¿Podrías disimular tan siquiera un poco? — la peliazul preguntó molesta a su compañera, quien tenía en sus ojos dos grandes corazones por tener a Minato tan cerca.

— Es que, no puedo, estoy en una misión con el Destello Amarillo de Konoha, es como un sueño hecho realidad — le dijo sin verle.

La peliazul lo observó, iba delante de ella hablado con Kushina de algo que no alcanzaba a escuchar. Podía ver con claridad la mitad de su rostro mientras movía la boca y pestañeaba sus ojos. No quería aceptarlo, pero le molestaba que miraran así a su hombre. Si, su hombre.
Después de la platica con Kushina aquella mañana, lo había perdonado sinceramente, pero se había dicho que ya no se le acercaría por el motivo de que ya no quería ser una carga para él. Como ya se había dicho antes, ella solo esperaba a que todo esto terminará y pudiera dejarlo en paz con su vida normal.

— Eres muy afortunada — la pelinegra la saco de sus pensamientos — Si me entrenará todos los días, creo que ya estuviera perdidamente enamorada de él — terminó de decir y volteó a ver a la peliazul, quien no le daba la cara y tenia un semblante molesto. Todos podían notarlo, no era esa simple cara de indiferencia con la que siempre cargaba.

— Deberías acercarte — le sugirió por lo bajo.

— Imposible, nunca me haría el más mínimo caso — la centinela le contestó resignada.

— Nunca se sabe — dijo por último.

<< Después de todo, yo, quien pensaba que no tendría la más mínima oportunidad, termino siendo tocada por ese mismo hombre...>> pensó triste, y decidió que ya no le daría más vueltas al tema de Minato.

De pronto, la pelinegra se adelantó en el camino tomando el consejo de Shinato.

— Estaba hablado con Minado sobre ti-ttebane — la peliazul se asustó un poco con la voz de la pelirroja.

— No quiero saber nada — le dijo rápidamente. Si hace menos de dos segundos que se había dicho que dejaría el tema por la paz.

— ¿Ah, no? — preguntó juguetona — Y esa cara que tienes cuando tu amiga habla de él no es de pura felicidad ¿o me equivoco? — le dijo burlona y se dio cuenta de que la habían descubierto observando a la pelinegra que ahora se encontraba hablando con el rubio lejos de ellas.

— Es mi cara de siempre — le mintió y la pelirroja suspiró.

— Que se le va hacer... — levanto los hombros cansada — Tú no quieres aceptar que todavía le quieres y el otro se muere por darte todo su amor. Ustedes están locos — le dijo desganada.

《Mitad X Mitad》Minato Namikaze☇/ En edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora