La boda de Minato y Shinato, ahora Namikaze, se había celebrado el mes próximo después de pedirle matrimonio.
Fue días después de que ella cumpliera los 19. Había resultado mejor de lo que esperaban, pues tanto en la ceremonia como en la fiesta, se encontraban personas realmente importantes para ellos, incluso Sesshomaru, Inuyasha y Rogue estaban ahí, que por cierto, el pelinegro iba acompañado por su prometida, Tártaros Hisui. La peliazul si que se sorprendido a sobre manera cuando le contaron que se iban a casar pronto y que por ende ellos serian la cabeza del clan.
- Hisui estuvo ahí todo el tiempo, fue una suerte que pudiera abrir los ojos para verla a tiempo... -.
Este le había dicho tan serio como siempre.
En fin, Shinato estaba muy emocionada por los dos y claramente iban a tener su presencia en la boda.
Mara también estuvo presente ya que fue invitada personalmente por los novios. Ella lloro demasiado cuando los vio en su puerta con la invitación extendida. No había pronunciado más que miles de gracias y ellos solamente rieron.
No podía faltar el Equipo Minato, claro que no. Los chiquillos le dieron un buen aire a la fiesta andando por ahí haciendo sus travesuras, aun que el Hatake como siempre se rehusaba a cooperar, aun así no podía negar que se divertía.
Kushina y su marido, Kuma, también habían asistido. Fue cuando la peliazul pudo verlo bien ya que antes sólo lo había visto contadas las veces y nunca entablaron una conversación. Por fin recordaba quien era.
Tsunade y Jiraiya tampoco podían faltar, literalmente eran como los padres de Shinato y Minato a la vez, aún que suene bastante raro. Se encontraban verdaderamente felices por sus discípulos, les deseaban lo mejor como siempre.
En la fiesta, Jiraiya se llevó un buen golpe por parte de la rubia ya que miraba a una señorita de grandes pechos. Fue divertido.Hiruzen también estuvo presente, aun que solo en la ceremonia ya que su trabajo no le dejaba mucho tiempo libre, aun así su hijo Asuma estuvo presente disfrutando por él.
Cuando la celebración acabo, los novios se fueron de luna de miel a unas aguas termales. Tuvieron tres días a solas, libres de trabajo, estrés y vaya que les dieron un buen uso a sus horas. El rubio le había dado una buena luna de miel a la peliazul, y cuando digo buena, fue buena.
Cuando sus tres días finalizaron, los dos volvieron a Konoha para comenzar con la mudanza. Minato le había comprado una bonita casa a su esposa con el espacio suficiente para una familia. La verdad era que ansiaba tenerla pronto.
Sus días de casados comenzaron. Sus días viviendo bajo el mismo techo habían comenzado de igual manera y ellos se las estaban arreglando para que todo saliera bien. Se repartían los deberes de la casa, las compras, la cocina, etc... por el momento todo les estaba saliendo de maravilla. En verdad disfrutaban ser marido y mujer.
En el tema del trabajo ninguno dejo su puesto. Shinato seguía cuidando de la entrada como centinela y de vez en cuando tenía misiones. Minato entrenaba aun a su equipo y hacia como de costumbre misiones.
Este tema casi se convierte en un problema, pues Shinato se negó rotundamente a dejar su trabajo como shinobi cuando Minato se lo propuso. Él le había dicho que no había necesidad, que con lo que ganaba era mas que suficiente, pero esta siguió negándose y mejor dejaron el tema por la paz.Aun que ya no fuera una amenaza nada de lo que le sucedía a Shinato, de igual manera el rubio no podía dejarlo ir tan fácil. Él aun seguía preocupado por ella.
En lo que todo esto sucedía, volvieron a pasar los meses como agua...
- Cinco meses después:
Como todos los días, aquel día comenzaba. Aun no salía el sol debido a la estación del año, pero como todos los días, aquella pareja ya se había despertado para comenzar.
- Tengo que ir a trabajar, no lo hagas más difícil - un rubio con sueño le dijo a su mujer cuando ella se le había prendido como broche y no le dejaba salir de la cama.
- No vayas - está solamente le contesto y el río.
Al principio a la peliazul le había costado hacerse a la idea de que él rubio la acompañaría todas las noches que les quedaban en la cama, aunque ya antes habían dormido juntos a ella se le hacía bastante raro, pero con el tiempo, se acostumbro y ahora están ahí, desnudos bajo las sábanas, pues ayer el rubio la había tomado en medio de la noche sin decirle una sola palabra.
- También tienes que ir tú - le hablo una vez más y esta vez cedió despegandose de su cuerpo.
- Que fastidio... - pronunció para después bostezar - Pero no quiero que el Hokage-sama se enoje conmigo por faltar - terminó y se puso de pie.
El rubio la observó. Como su cuerpo desnudo caminaba en la habitación buscando algo de ropa. Amaba con su alma que ella lo dejara ser testigo de toda su belleza. Nunca se cansaría de observarla.
Más tarde, cuando los dos estuvieron listos con su uniforme de shinobi y todo lo necesario, se encontraron en la cocina desayunando.
- Antes de llegar con los niños no olvides comprar la caja para el Hiraishin de Kakashi, es un regalo y tienes que entregárselo como tal - le dijo en cuestión del regalo del peligris, ya que este a su corta edad ya se había convertido en jounin.
- No lo olvidare - este le dijo solamente y siguieron en lo suyo. Desayunando.
- Le dices por favor que cuando regresen le daré mi regalo -.
- ¿No lo compraste a tiempo? Pensé que te ocuparías de eso ayer que fuiste por la compra- este le contesto.
- Fue mi error, cuando volví ya era tarde y la tienda estaba cerrada, además, no sabia que tenían una misión importante ahora - comento por último y el rubio solamente asintió.
Pronto habían terminado con el desayuno, y en lo que Minato hacia algunas cosas en la casa, ella lavaba los platos que habían usado, no dejaría nada para otro día, lo decía por experiencia.
- Ya tengo que irme amor, tengo que estar en la torre con mi equipo temprano... - se acercó a ella, le tomó el rostro ya que tenía toda su atención en la vajilla y la beso en los labios cortamente - Más tarde pasare por la puerta para avisarte que nos vamos - le aviso.
- Claro, te espero allá entonces - está le dijo y termino de lavar los platos. Entonces le dio la cara y le sonrió.
El rubio no se pudo contener más y la volvió a besar, pero esta vez más duro. Ella le paso las manos por el cuello y este bajaba sus manos poco a poco por su cuerpo.
<<Tengo que llegar a tiempo...>> pensó rápidamente y sin quererlo realmente quiso terminar el beso, pero ella se lo impidió poniendo las manos en sus mejillas y el rubio así menos quería separarse.
- Estas muy exigente últimamente... - él le comento durante el beso - ¿Acaso no quedaste satisfecha por la noche? -pregunto y ella ahora se separo de inmediato.
- Claro que si - le contesto sonrojada recordando la noche anterior - Solo que... - no termino y el río por lo bajo.
- ¿Solo que? - aun mantenía las manos en su cuerpo.
- Nada... - lo soltó y de deshizo de su agarre - Vas a llegar tarde - le sonrió para que viera que no había nada malo y él lo supo en un instante.
- Está bien - dio por terminado aquello - Nos vemos más tarde, te amo -.
- Nos vemos, también te amo - ella le contesto y eso solo bastó para que él saliera de la casa con una gran sonrisa en el rostro.
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《Mitad X Mitad》Minato Namikaze☇/ En edición.
FanfictionShinato Tártaros era una pequeña niña cuando su aldea desapareció por completo del mapa; rescatada por el que seria su maestro, es llevada a Konohagakure no sato para continuar con su vida. "Mientras así lo quieras, nuestro vínculo será eterno..." T...