El público entero enmudeció ante la súbita proposición de matrimonio. Todos contenían la respiración como uno solo, hasta los anunciadores se hallaban expectantes de lo que podría pasar. La expresión de Yuuri denotaba que lo habían tomado completamente por sorpresa y, de un momento a otro, cayó sobre Yuri. Todos soltaron un respingo creyendo que había perdido el conocimiento, pero al rodearlo con los brazos, Yuri percibió que todo su cuerpo temblaba.
— ¿Yuuri?
Por un momento pensó que lloraba, pero de un momento a otro, oyó su risa. Una risa tan pura y cristalina que percibió que su corazón latía con furia.
— ¡Por supuesto! —lo oyó exclamar—. ¡Sí, sí! ¡Mil veces sí! ¡Por supuesto que me casaré contigo!
Yuri enmudeció mientras una ovación ensordecedora cubría todo el lugar. Cuando menos lo imaginó, sus ojos fueron presa de lágrimas una vez más. Abrazó a Yuuri y se entregó al llanto por completo. Yakov, Lilia, Mila, Phichit, JJ, Otabek, Christophe y otros tantos de sus amigos y antiguos rivales se adentraron en la pista proclamando sus mil felicitaciones.
Los anunciadores quisieron ofrecer un mejor ambiente, así que la marcha nupcial comenzó a sonar a través de los altavoces. Yuri rió con euforia entre lágrimas, y Yuuri se arrojó a su cuello y lo besó.
Ninguno de los dos podía creerlo.
— ¡A-Ayúdenme a ponerme de pie...! —Pidió Yuuri, desesperado—. Mi tobillo...
Una docena de brazos se encargaron de enderezarlo, mientras Yuri se incorporaba.
—Apóyate en mí —pidió Yuri, y su —ahora— prometido así lo hizo.
Juntos abandonaron el lugar. Yakov había contratado una limusina, y los aguardaba con la puerta abierta.
—Gracias Yakov —mencionó Yuri con una sonrisa, ayudando a su amado a ingresar.
Yakov se ajustó el ala del sombrero y, cuando los dos ingresaron, cerró la puerta.
— ¿Eh? ¿No vienes con nosotros? —inquirió Yuuri luego de que Yuri bajara la ventanilla.
—Disfruten, es su noche después de todo —dijo Yakov, obviamente incómodo—. Solo díganle al chófer a dónde desean ir.
Ambos asintieron con la cabeza y volvieron a cerrar la ventanilla para evitar el ataque de las Yuri Angels.
— ¿A dónde desean ir, señores? —inquirió el chófer a través del intercomunicador. Los dos Yuris se vieron a los ojos con una mirada de complicidad y, entonces, Plisetsky anunció con una sonrisa:
—Llévanos al Sheraton.
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— ¿No crees que este hotel es un poco muy caro? —inquirió Yuuri mientras ambos se acomodaban en la suite que Yuri pidió.
Éste se encogió de hombros y revisó el tobillo hinchado de su amado.
—Ugh, no tiene buena pinta —comentó pasando hielo sobre el área enrojecida, y Yuuri rió para no llorar.
—Es la última vez que intentaré patinar. Me haré coach o algo así —informó con una sonrisa forzada—. Pero, debo admitir, si no fuera por los médicos que Yakov contactó, yo no habría conseguido patinar junto a ti.
Hundió el pie lastimado en la cubeta cargado con hielo y agua, y Yuri tomó asiento a su lado.
—Me alegra que hayas podido hacerlo —comentó él apoyando la frente sobre su hombro. Yuuri levantó la mano y acarició sus cabellos—. Te amo.
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Promesa de conquista
FanfictionTras cinco años, Yuri Plisetsky regresa a Japón con un único fin: Conquistar a Katsuki Yuuri.