Deber Incumplido [Harry Styles]

Capitulo 17.

Narra ________

No pude pegar el ojo en toda la noche, Harry, era el pensamiento de todas mis veladas, una parte de mi no le acabe duda que siente algo por el pero la otra tiene miedo a ser lastimada, Harry no es el hombre de siempre. Fiel, romántico, tierno. El es divertido, pervertido. Y mujeriego y ese es mi temor, de que llegue a enamorarme de el siendo el un hombre con mucho libertinaje. Y que un día me sea infiel.

(~.~)

Despierto por las lamidas de pelusa en mis pies, me retuerzo en la cama por la sensación húmeda de su lengua en mi planta del pie.

— ¡Pelusa! —Dije regañándola, pero no pude enojarme y empecé a reír, ella movió su colita y se fue.

Froto mis ojos y tomo mi celular, había un mensaje, de Harry, suspire pesadamente y lo leo:

"Hola mía, oye nos tuvimos que ir a que Lou para el estreno, no quise despertarte para esto ya que no ibas y no seria lo correcto, vendremos en la tarde, si cambias de opinión llámame... Harry x"

Una sonrisa se planto en mi rostro al leer cada frase que escribió.... Pero dijo ¿Tarde? ¿Cuanto he  dormido? Miro en el lado derecho de la pantalla —12:48— Mis ojos se abren como platos, ¿Tanto dormí? Nunca vuelvo a desvelarme como ayer.

Me levanto de la cama y camino hasta el baño, cepillo los dientes y mojo mi rostro, tomo una toalla y me seco, me dirijo nuevamente a mi cama, tomo el teléfono del hotel y marco para que me traigan la comida, ya que los chicos no están no necesito bajar al restaurante

Pido unos macarrones con tocino para comer —Ya que era el medio día, no iba a desayunar— Esa es la especialidad de mi Papa. Los macarrones. Siempre los hace cuando no estoy de animo, y hoy estoy unos de eso días sin ánimos de nada y mas que todo confundida.

Estoy boca-arriba en la cama jugando Candy Crush con el teléfono, tan entretenida estoy que no me había fijado que estaban tocando la puerta, dio un salto y corro hasta esta, la abro y detrás de ella esta una chica alta, con lentes, piel blanca y con un carrito metálico, es la mucama

— Aquí esta su pedido Señorita. ¿Algo más?

— No, eso es todo gracias —Sonreí, ella asintió y se dirigió hasta la puerta de madera abrió esta y se fue.

Tomo la encimera blanca y la pongo en mi regazo, miro con apetito mi almuerzo y empiezo disfrutarlo, y como de costumbre pelusa velándome.

Ya haber terminado mi comida, dejo todo sobre el carrito, me dirijo al baño y cepillo mis dientes ya lista, miro la hora en mi reloj —13:00hrs—

El estreno es a las 16:00hrs así que tengo que apresurarme, decido en utilizar la tina, abro las manillas y dejo correr el agua fría y caliente. Escucho la puerta sonar y de seguro es la mucama, y en efectivo abro esta y ella esta ahí parada, ella pasa, tomo el carrito y se va.

Pongo el seguro a la puerta y voy a la cama, me quito la camisa y el short, dejándome así desnuda completamente, me voy nuevamente al baño descalza. Cierro las llaves de la tina, y busco en la repisa las burbujas, destapo el envase y lo vacío hasta la mitad. Me hundo dentro de la tina. El agua estaba tibia. Cosa que hace que mi piel y mis vellos corporales se estremezcan. Tomo el iPod  y los audífonos. Selecciono Plus Que Ma Propre Vie, de Carter Burwell, si lo se algo clásico pero amo escuchar la melodía del piano. Siempre he tenido esa atracción a ese tipo de música, Beethoven, Debussy, muchos artistas, que tienen el placer de tocar música tranquila, suave, ligera y en especialmente romántica.

Tenía mis ojos cerrados, pero no por mucho cuando escucho que tocaban la puerta, me quito los audífonos y salgo empapada de la tina, busco la bata de baño y me la pongo, siguen tocando la puerta y más fuerte. Mi cabello derramaba agua asi que seque rápidamente mi cabello.

— Ya voy —Grite y en un instante dejan de golpear, como no soy muy confianzuda. Agarro mi revolver y la escondo detrás de mi espalda, me acerco a la puerta y la abro, y para mi sorpresa es Harry, saco el arma de mi escondite y el ríe al verla.

— ¿Que?

— ¿Creíste que era otra persona? —Dice el, yo asiento—. ¿Puedo pasar?

— Si claro pasa —Me mordí el labio, era algo que he tenido cuando estoy nerviosa—. ¿Estas bien? ¿Paso algo?

— No —Me dijo—.  Toma —Me entrego una pequeña cajita roja. Tenía un lazo blanco que sujetaba la tapa superior, desato el lazo un tanto nervioso por saber que hay dentro y para mi sorpresa eran unos aretes en forma de flores que estaban llenas con piedritas brillantes, pensé que era diamantes pero Harry negó, y con una invitacion que decia “This is us”.

— Si cambias de parecer, ahí estaremos —Dijo optimista, al parecer el no sabia que iba ir. Asi era mejor, le Daria una sorpresa.

— Vale.

— Vas a salir —Apunto a las bolsas de la casa de Vivienne.

—Pensé varias veces en si decirle o no—. Digamos que si

— Entonces que la pases bien —Dijo triste y se fue. Quería correr y decirle que si iba a ir pero quería darle esa sorpresa, de que su guardaespaldas ira con el.

~~

Ya estaba lista. El vestido me favorece no es pegado pero hace que mi figura resalte. Me había maquillado naturalmente, lo practico que se utiliza, no quería verme plástica.  Decido en usar mi cabello recogido en un moño centrado y con algunos cabellos caídos en el, dejando ver a si mi cuello y el escote no tan pronunciado pero acuerdo a la ocasión y con unos tacones negros altos.

Me miraba en el espejo, tome mi revolver y navaja, eleve mi falda y me coloque el cinturón de cuero, el cinturón era como un arnés ya que sostenía también mis glúteos, pero solo era de la cintura que se usaba. Coloque el arma en la derecha y la navaja en la izquierda. Dejo caer la tela. Doy media vuelta para verificar si no se sobresalta los objetos, y en efectivo nadie podrá darse cuenta que tenia armas.

Ya casi lista, escucho que tocan la puerta tres veces, rezando que no sea Harry, abro la puerta y para mi sorpresa no lo era.

— Vaya Scott esta hermosa —Dijo Paúl.

—Reí—. Gracias Paúl

— ¿Nos vamos? —Me tendió su brazo como en las películas.

— ¡Espera!

Camine hasta la mesa de la sala y tome la cajita roja que Harry me había regalado, la abro y saco los pendiente. Tome la cartera que estaba cerca y salgo.

— Lista!

Cerré la puerta y lo tome del brazo, el asintió y empezamos a caminar hasta el ascensor, paúl llama al elevador y se abren las puertas, entramos en la caja metálica y bajamos a la planta.

¿Estaré muy elegante? ¿No me sobrepase en esto? ¿Se sorprenderá?.

Las puertas del elevador se abren. Ya no hay marcha atrás, no puedo regresar corriendo. Aya estaba parado mirándome atentamente, con su mirada penetrante y verdosa.