Me llevó a su casa, al parecer me tenía un detalle que me encantaría.
Al llegar todo estaba al parecer tranquilo para ser un poco específica.- estás preparada para tu sorpresa- dijo en medio de una sonrisa pícara.
- si, si estoy preparada Efraín- respondí con nervios.
Entramos a su departamento el cual tenía una cena preparada, con una botella de champán que no podía faltar.
Me abrió la silla para que tomará asiento, se lo agradecí y me sorprendí un poco de su caballerosidad y su forma de ser atento conmigo.
Desapareció y en cuestión de minutos volvió a aparecer con dos cajas de regalo, una era muy pequeña y la otra un poco más grande.- supe que te gustaban los girasoles, te contaré uno, para complacer los gustos de mi reina- dijo con una sonrisa y entregando los regalos en mis manos.
- gracias, los puedo abrir- Sonreí y reí de felicidad.
Me encantaban los detalles, por más que lo negará que no me gustaba esto del romanticismo, pues mentía, me gustaba y mucho.- claro mi reina son tuyos- respondió con una sonrisa.
Abrí los regalos, primero la caja pequeña, contenía un collar con unos aretes preciosos, el regalo más grande contenía un cambio de lencería, un vestido con unos tacones y una bolsa de mano, al parecer eran de marca.
Me quedé impresionada, me encantó micho su detalle.- quiero verte puesto este cambio el día de tu cumpleaños, te tendré una sorpresa que te va a encantar- dijo tilapia con una gran sonrisa en los labios.
- gracias- respondí guardando los regalos.
Nos besamos, sentí como si el tiempo no transcurriera, ses besos eran sinceros llenos de pasión.
- aquí le daremos rienda suelta a nuestro amor- dije con la respiración entrecortada.
-claro, un caballero no tiene memoria- finalizó para seguir besando mi piel, quedamos completamente desnudo, el me besaba con tanta pasión, descubrió la fiera que llevaba dentro escondida entre las telarañas, tilapia comenzaba hacer mi debilidad, me entendía tan bien entre sus brazos, devorar cada espacio de su piel como el lo hacia, nuestras pieles se entendieron sin condición alguna.
Era tan distinto, se portaba todo un caballero y buscaba la manera de complacerme para que accediera a él.- te amo Kasandra- dijo acariciando mi piel.
- yo también te amo Efraín, no quiero que esto termine nunca- respondí cogiendo su mano.
- eso no pasara Kasandra- finalizó para depositar un beso tierno en mis labios.
Nos cambiamos me llevó a mi departamento, ahí estaba Erik a fuera de el departamento, me espero a que me despidiera de tilapia y cogiera mis cosas.
Erik espero a que se fuera, entramos al departamento.- me puedes decir que significa eso Kasandra- dijo Erik en medio de gritos y mirándome con un enojo.
- es mi pareja- respondí seria y cabizbaja.
- tu pareja, es un maldito delincuente Kasandra, acabarás en el oyó y no moverá ni un solo dedo por ti- respondió furioso.
- él no es como tú piensas- respondí con furia y en medio de gritos, lo que antes parecía moradas de admiración, se habían convertido en miradas de odio y rencor, comenzaron a salir lágrimas, ya no pude más, actitud me había derrumbado por completo.
- Kasandra no llores, yo no quiero que nada malo te pase- dijo abrazandome.
- donde estuviste cuando me violaron abusaron de mi y me amenazaron donde Erik- respondí en medio de lágrimas, no sabia se era rabia, coraje o impotencia, tal parecía que era una guerra donde el que tire mas duro la piedra es el valiente que ganara el odio del otro.
-Qué?, Cómo?, Kasandra tú nunca me dijiste nada, yo hubiera estado contigo en ese momento - respondió mientras una lágrima rodó por su mejilla.
- te pedía a gritos, tu nunca lo notaste te fuiste como si no hubiese pasado nada Erik- hice una pausa - por eso soy así- finalice, limpie mis lágrimas y lo mire con los ojos llenos de amargura y rencor.
Me retiré para ir a mi habitación, comencé a llorar sin parar como una niña pequeña, en eso veo una sombra por mi ventana, un escalofrío recorrió mi cuerpo.
Moví la cortina un poco para ver de que persona se trataba, solo había una carta tirada, la recogí y cerré la ventana con seguro, me acosté en la cama con todo y carta, limpie mis lágrimas y leí la carta.Ya se quién eres, te arrepentirás de lo que me hiciste prepárate Kasandra.
Atte:
El caballero de la noche- ajá que miedo pues veremos quien contra ti y quien contra mi- me dije a mi misma, comenzaba a darme un poco de miedo, ahora más que nunca debía de estar más precavida y más lista que antes.
Llamé a el pitufo.Kasandra: pitufo consigue unas pistolas por favor, ah y ninguna palabra de esto a nadie por favor.
Pitufo: claro, tú bien sabes que la lealtad por delante dama.
Kasandra: gracias pitufo nos vemos mañana a primera hora por favor.
Finalice la llamada y me dormí por un buen rato.
Mi cuerpo comenzaba a sudar y a perder fuerza cuando lo tenia de frente, ansiaba tanto este momento, pero en vez de hacerme fuerte me hizo débil por dentro y por fuera.
-vamos no te atreverías Kasandra por dios no matas ni una mosca- dijo con una risa de ironía y sarcasmo, su risa comenzó a retumbar con mucha fuerza dentro de mi, en pequeñas diapositivas iba mostrando todos y cada uno de aquellos recuerdos...
- te equivocas- respondí y en ese momento.......
Desperté con lágrimas en los ojos y toda sudada, me duche, aún con lágrimas en los ojos me vestí u llamé por teléfono a pitufo.
Llamada
Kasandra: pitufo tienes lo que te encargué.Pitufo: si ya tengo listo su encargo dama.
- muy bien, te mandaré la dirección y la hora para que me las entregues.
Fin de llamada.
Colgué el teléfono y lo guarde en mi bolsa, salí de mi habitación, en ese momento mire de reojo a la sala, no podía creer lo que estaba viendo en ese momento.
- Erik noo por favor- dije en medio de gritos y sollozos..
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Con Los Ojos Abiertos
Teen FictionKasandra una joven que tendrá que enfrentar cada prueba que la vida le pone para superar. La muerte de una persona la marca para toda la vida, aunque el caso se cerró tendrá que investigar sobre la muerte de ello, al igual que luchar por el amor y...