Capítulo: 28.

4 2 0
                                    

Todo a partir de ese momento cambio, pues me refugie en mi dolor sin pensar en mi, no comía y entre en una depresión, dos semana tan solo bastaron para darme cuenta que estaba mal y debía continuar, la policía no tenia ninguna pista sobre lo que había pasado y dieron fin del caso, concluyeron que mi amigo se había quitado la vida, me dio mucho coraje, luche por que siguieran el caso pero fue en vano, solo conseguí que me amenazaran con acusarme de haberlo asesinado yo.

- chingona la justicia, pues perfecto yo investigaré por mi cuenta, en esta vida sólitos caen- finalicé para salir de aquel lugar.

Me hice mucho más fría que antes y desde ese momento aprendí a no tocarme el corazón para nada.

Fui como de costumbre con tilapia al trabajo.

- perdida yo e ocupado tu lugar, yo soy tu jefa- dijo Rubí con una carcajada.

- así mira que bien, felicidades- dije sin importancia.

Sentí como su enojo se acumulaba con mis palabras.
Llegué con tilapia el cual se encontraba sacando cuentas.

- Efraín aquí estoy de regreso- dije con un tono normal.

- Kasandra corazón, te echaba de menos- dijo dejando todo aún lado y me abrazo fuertemente, de igual yo lo abracé fuertemente.

- no te quiero perder, te echaba de menos- respondí mirándolo a los ojos.

- eso no pasará- respondió dándome un cálido beso en los labios.

Comenzamos a platicar por un momento, después lo ayudé con sus cuentas para que no estuviera presionado y estresado.

- tilapia pasa por la merca hirieron a pitufo- dijo el gordo agitado de correr.

- pues yo me voy contigo, ya perdí a un amigo y no pienso perder otro- hice una pausa, me puse de pie.

- Kasandra estás segura de lo que dices- respondió tilapia sorprendido.

-si estoy segura vamos rápido no ahí tiempo que perder, yo voy a conducir, tu eres muy lento- finalicé para adelantarme a la camioneta de tilapia.
Me dio las lleves y yo conducí lo mas rápido que pude.
Antes de llegar al lugar nos pusimos una máscaras de calaveras, los disparos comenzaron, no falle ningún solo tiro en ese momento, llegué hasta donde el pitufo se encontraba herido.

- cuidado dama- escuché a mis espaldas gritar a tilapia, al girarme yo solo cerré los ojos rápidamente, los abrí y estaba tilapia herido de su pierna.
Mi furia aumento saqué los fusiles rápidamente.

- por mi gente- me dije a mi misma y lancé el fusil para con ellos.
Arrastre a pitufo hasta llegar con tilapia que estaba sangrando demasiado.
Rompí un pedazo de mi blusa y la amarre en su pie.

- gracias Kasandra, yo puedo, entre los dos nos llevaremos a pitufo a la enfermería- finalizó y me ayudó con pitufo.

Conducí lo más rápido que pude, mi desesperación aumentaba al ver a el amor de mi vida herido y al ver a mi amigo herido y inconsciente.

- lo hiciste muy bien Kasandra- dijo tilapia con una sonrisa.

- sabes que por ustedes me la las ingenio- hice una pausa y cogí su mano — todo estará bien— finalicé y frene en seco al llegar a la enfermería.

Tilapia se bajó y me ayudó con pitufo,  rápidamente los atendieron.
Me quedé en la sala de espera, muriendo lentamente de la desesperación, las horas pasaban tan lentas al no recibir ninguna sola noticia de ellos.
Fui por un café para poder aguantar la noche, en eso siento una respiración a mis espaldas, me giré rápidamente y me encontré con un hombre desconocido, en el fondo su rostro me parecía muy conocido.
Era alto como de 1.70, vestido con un pantalón de mezclilla, camisa polo y unos tenis, su mirada me intimidaba bastante y a la vez me brindaba un poco de miedo.

- nos volvemos a encontrar, te mandaron esta carta, buenas noches princesa- dijo con una sonrisa sarcástica.

- ya retírate si no quieres que vuele tu cabeza- respondí firme y ocultando un poco mi miedo.

- tranquila princesa yo solo obedezco ordenes- finalizó y se retiró.

Abrí rápidamente el sobre, mis manos temblaron y un miedo recorrió mi cuerpo, por primera vez sentí un miedo inmenso que no podía explicar.

Eso pasa cuando eres así, la sorpresa de tu vida esta por llegar..
Me despido princesa...
Att:
       El caballero de la noche...

- Quién coño es el caballero de la noche? -  dije en un susurro a mi misma.

Esto me comenzaba a dar miedo, ya me había metido aquí así que ahora tenía que afrontar mis consecuencia, por salvar la vida de tilapia no lo pensaría dos veces.
Me comenzaba a enamorar de él, de su caballerosidad, de sus detalles y no me importaría tener que vivir en medio de balas con tal de estar con él.

Me fui con mi café, no sin antes doblar lar carta y guardarla por debajo de mi sostén.
Caminé con mi café en la mano hasta la sala de espera, le di un sorbo, en eso un doctor se acercó a mi.

-  Cómo están doctor? -  dije poniéndome de pie.

- ellos están bien, de hecho mañana o si gustan hoy mismo se pueden ir a casa siempre y cuando guarden reposo- finalizó y se retiró.

Di un suspiró, me sentí tranquila al escuchar aquellas palabras del doctor.
Me terminé mi café y fui al cuarto donde se encontraba tilapia.

- Cómo te sientes? - dije acercándome a él.

- bien ya quiero irme a casa, no aguanto estar aquí- respondió con enojo.

- mañana nos iremos, tienes que estar en observación- respondí con tranquilidad.

Él solo bufo de coraje por que no le quedaba otra opción, se quedó dormido, yo solo lo observaba.

- cosita pareces un angelito dormido, uff pero eres más diablo que el diablo- dije en un susurro.

Él solo dormía tranquilamente, yo comenzaba a ganarme el sueño, pero antes de que me pudiera quedar dormida, mandé un mensaje a Yena, pensaba que tal vez estaría preocupada por mi.

Mensaje
Kasandra: Yena disculpa no podré llegar a dormir a tu departamento, me quedaré arreglando un problema.

Yena: segura, estás bien, estaba preocupada por ti...

Kasandra: si estoy bien no te preocupes, iré a dormir en cuanto me desocupe.

Yena: buena ten mucho cuidado te quiero.

Kasandra: también te quiero que descanses.

Apague la pantalla de mi celular, me quedé profundamente dormida.

 Con Los Ojos Abiertos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora