Capítulo: 13.

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Me quedé algo pensativa por lo que acababa de escuchar de parte de mi madre, al mismo tiempo comencé a pensar que quizás hice bien el no firmar aquellos documentos.
Con todos esos pensamientos en mente me di una buena ducha y me arreglé para ir a visitar a mi viejo amigo Erik, en cuanto me miró me abrazó y me lanzó por los aires.

- ya me hacías falta para fastidiar tu vida Kasandrita- dijo Erik en medio de una carcajada.

-vete al carajo ya sabes que para perras estoy yo- respondí en tono de triunfo.

- Kasandra no conocía esas mañas.. Pero como vas con tu adicción- dijo en tono un poco más cerio.
Cada vez que alguien preguntaba esa pregunta tenia unas ganas inmensas de gritar todo lo que guardaba dentro y el por qué me convertí en la persona más fría.
Guardé silencio unos segundos y agaché la cabeza mirando mis sandalias.

- no fue fácil llegar hasta donde estoy en este momento, pero lo logre, logre dejar el alcohol y madure un poco más por todo- respondí en medio de lágrimas.

- no llores, me siento tan orgulloso de ti chaparra, te admiro y sabes que estoy para apoyarte y no para juzgarte- respondió dándome un fuerte abrazo.

- gracias por tu apoyo Erik te agradezco tus regaños.

En ese preciso momento tocan la puerta de una manera fuera de lo normal, en eso entran sin ningún permiso, era el calamardo furioso lo podía ver y sentir.

- se acabaron las vacaciones mi chula, todos mis negocios se fueron a la ruina por tu circo- dijo mirándome con furia y gritando.

- de que hablas - respondí algo confundida por lo que dijo.

- en el camino te explico, ya pasé por tus cosas a casa de tu madre- finalizó para tomarme como si fuese un costal de azúcar que tenía que entregar, me llevó hasta el carro.
En todo el camino no hubo ninguna sola palabra al respecto, yo solo miraba el camino algo pensativa al respecto.

- tú padre está de acuerdo con nuestra boda- dijo soltando una carcajada.

- Qué? Estás loco- respondí molesta por lo que acabé de escuchar y al mismo tiempo me quedé en show.

- yo levantaré su empresa a cambio de ti- finalizó para tocar mi cabello en muestra de cariño.
En el transcurso del camino no hubo ninguna palabra solo miradas.
Aún con un gran nudo en la garganta, me costaba trabajo entender el por qué mi padre llegó hasta este extremo, se había vuelto loco.
Cuando llegamos a la casa de mi padre el se despidió de mi con un beso en la mejilla y me dijo que pasaba por mi mañana para casarnos por los civil, yo no respondí nada y me metí corriendo a mi habitación.
Tenía ganas de beber hasta mas no poder y perder el conocimiento de mi misma y no saber nada en absoluto de ninguna persona.

-Qué pasa señorita Kasandra?-dijo la señora Angélica con su dulce voz.

- solo estoy decepcionada y no puedo hacer nada al respecto- respondí con la voz firme pues lo que menos quería era llorar, la verdad ya estaba cansada de llorar y que no amaneciera.

- la entiendo señorita, pero después esas personas estarán peor que usted, no te preocupes cada quién tiene su merecido, ahora a descansar que mañana viene la estilista- finalizó dándome un beso en la frente y un abrazo fuerte.

- gracias te lo agradezco- finalice para recostarme en la cama, mientras pensaba en que hacer con la mente en blanco.
Arreglé mis cosas y busqué entre mis cosas un tinte de cabello de milagro encontré uno, me pinte en cabello y lo corte, acomode toda mi ropa en una maleta y salí de la habitación a buscar una llave de uno de los carros de mi papá, encontré una y tomé mis cosas y cogí la camioneta de mi papá para irme.
En el transcurso del camino puse algo de música para relajarme mientras pensaba a donde ir.
Como no quería que supieran donde estaba dejé la camioneta con todo y mi celular y compre otro en un oxxo que estaba ahí mismo, obviamente pasé todos mis contactos, y me apresure antes de que amaneciera y me vieran en plana movida.

Llegué un departamento semi amueblado, saqué de mi maleta un cambio de ropa y me di una ducha cómodamente y respirando tranquila por unos momentos, me puse a ver la televisión tranquila, mientras le escribía a Erik.

Erik: ¿Quién eres?
Kasandra: el vio.
Erik: Quién?
Kasandra: soy yo tú chaparrita Kass, cambié de número, mañana te marco que tengo que dormir, mañana te cuento lo pendiente, cuidate mi empalagoso...

Finalice y apagué mi celular para que no me llegaran más mensajes, miré un rato la televisión hasta quedar dormida....

 Con Los Ojos Abiertos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora