Capítulo: 11.

6 2 0
                                    

Yo solo los observaba, no sabía si alejarme o mirar hasta donde llegaban con su malos genios.

- bueno los dejo tengo cosas que hacer- dije levantándome de la silla y recogiendo mi plato.

-Isidro te llevará a donde tu quieras ir, aquí esta la tarjeta- finalizó entregando la tarjeta.

Llevé el plato a la mesa y me marché para no llegar tarde a mis platicas.
En el transcurso del camino observaba todo lo que pasábamos hasta llegar a aula de platicas.

- Buenos días Kasandra que bueno que volviste, ayer tú padre estaba preocupado buscándote- dijo mi compañera Yena.

- si gracias por decirme- respondí al mismo tiempo que le sonreí y me dirigí a mi asiento.

Las platicas comenzaron, nos presentamos por primera vez nos pidieron que nos describieramos cada uno como eramos.

- soy una mujer de sentimientos débiles lo tengo que admitir, mujer de carácter fuerte pero con muchas metas y ganas de superarme y salir adelante como mucho de nosotros me gusta conocer y escuchar a las personas gracias... - finalicé con un nudo en la garganta, comenzaron a aplaudir, primera vez que se me salio una lágrima en público.

-felicidades Kasandra- dijo Yena algo sorprendida por mi discurso.

Yo solo le sonreí, al acabar las platicas me marché con una gran sonrisa en mi rostro, saqué un poco de algo que tenia guardado y no había sacado a la luz.
Muchas veces buscaba la aceptación de otras personas e intentaba de todo por se felicitada pero sobre todo que reconocieran mi trabajo, sin darme cuenta muchas veces no quedaba conforme con ello e incluso no era lo suficientemente feliz no lo voy a negar.
Subí al carro juntó con mi chofer ahora a buscar mi futura escuela en línea para estudiar un poco de administración, tenia un poco de conocimiento en ello pero aún me faltaba un poco mas por conocer.

- a donde vamos señorita Kasandra- dijo Isidro mirándome por el espejo retrovisor.

-iremos a ver una escuela en línea y a comprar algo antes de ir a trabajar- respondí mirando por la ventana.

- si claro yo la llevaré a donde usted quiera señorita- finalizó para llevarme a los lugares que le había dicho anteriormente.

Llegué a un cibercafé y busque algunas universidades en línea, lo que menos quería era levantar sospechas de que quería cambiar, mi idea era que mi padre siguiera pensando que era la Kasandra alcohólica que nunca cambiaría.
Hice todo lo que tenia que hacer para después regresar a casa para darle las clases a mi hermana antes de que mi padre me apresurara y tener tiempo para ir a trabajar con el Calamardo que así era conocido por su mando (gente).

El era una persona reservada y no se tocaba el corazón para hacer daño a cualquier persona que le fallara, era muy egoísta solo pensaba en él y en su bienestar antes que nadie, su madre y su hermano fallecieron cuando el era pequeño en un accidente automovilístico el cual su padre conducía, desde ese momento él odia a su padre por lo sucedido, en si no le importa saber nada sobre él y no toca ese tema con nadie eso me había dicho madre hace tiempo.

Enseñe a mi hermana algunos verbos y palabras al igual que lo pusimos en práctica para que no se le fuese a olvidar.

 Con Los Ojos Abiertos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora