Me desperté y mire una nota en el buró, era la letra de mi madre si no me equivocaba, la conocía y mucho.
La guardé en mi bolsa y me aliste para ir a dar clases.
En el transcurso del camino me quedé pensando en lo que anteriormente me había propuesto Mario, necesitaba pensarlo con la cabeza fría, aunque más que nada no quería tener ningún tipo de relación con ninguna persona en especifico.Llegué a mi trabajo algo desubicada, me integre al plan de estudios.
En eso uno de mis alumnos el que menos prestaba atención a la clase se acercó a mi.- no entiendo nada- dijo de una manera cabizbaja, podía ver una tristeza en sus ojos.
- sucede algo, vamos afuera para poder platicar - finalice para separarnos un poco de la clase.
Hablé a un policía para que estuviera al tanto y revisará la actividad.- para que nos separamos de la clase, solo no sé leer por eso no presto atención a las clases- dijo al mismo tiempo que agachó la cabeza.
- no te preocupes nadie nace enseñado, y aprenderás a leer- respondí dándole un abrazo para después volver a la clase.
Salí de mi trabajo algo cansada y me dirigí a mi otro trabajo para continuar con la sesión de fotos.
Todo continuo a la perfección al menos eso creía. Trabajar para ello me apartaba de todo el mundo, caminar en aquellas pasarelas libremente y perderme en el aplauso del público se había convertido en mi hobby favorito al menos viéndolo de esa forma.
Era mi sueño aún que al principio era mi pesadilla, con el paso del tiempo me di cuenta que no era así, algo que si me sacaba mucho de mi, es tener que mentir a mi mamá todo este tiempo ese era mi temor.Salí de mi trabajo y me dirigí al parque a ver a mi mejor amiga Adriana para platicar un rato.
- pensé que no llegarías - dijo dando brincos como niña pequeña.
- claro que no- solté una carcajada y me a balance a abrazarla.
- que te parece si vamos de compras- dijo algo nerviosa.
- si sirve de que hablamos tengo mucho que contarte- respondí con una sonrisa.
Nos dirigimos al centro comercial que quedaba cercas de mi bar favorito. En ese preciso momento llega Mario, me pare en seco y busqué rápidamente un lugar con la vista, en ese preciso momento optó por entrar a una tienda de telas, Adriana se quedó unos minutos tratando de entender que es lo que pasaba y mirando para todos lados, enseguida me siguió.
- me puedes explicar que es lo que pasa- dijo confundida.
- solo vine a ver unas telas- respondí mirando la telas.
- no me chupo el dedo- soltó una carcajada.
- no te estoy diciendo que te chupes el dedo Adriana- respondí con sarcasmo y solté una carcajada.
Miré hacia la puerta haber siMario no entraba a buscarme y tal vez a proponer sus propuestas feas por no decir otra cosa.
- luego te contaré eso, es un tipo que me propuso algo, pero no lo quiero ni ver a la cara por que le pondré un puñetaso de lo braba que ando- dije mirando asía la puerta, salí un poco para ver si ya se había ido, afortunadamente si.
- le temes al éxito- respondió con una carcajada y observando haber a quién es el que iba a golpear..
- ajá si tú, a la que golpearé será a otra si sigues burlandote- respondí con enojo.
En el transcurso del camino todo fue en silencio, me hacia falta una risa y burla de mi amiga, tal parece que si se la había creído.
Fuimos a comer, todo marchó tranquilo, en ese momento llegó Erik, no lo miré a los ojos y seguí comiendo, el se acercó a Adriana y se salieron juntos, solo me miraron antes de irse y se marcharon.
En menos de cinco minutos estaban de vuelta.- mañana te tenemos una sorpresa Kasandra, no te hagas la enojada que no te queda- dijo Erik con una sonrisa.
- ahí lo sé, contigo no puedo fingir- respondí haciendo una pausa -ahora aplasta tu afugurado trasero en esa silla, me intimida verte parado frente a mi y mirándome a los ojos- finalicé con una risa irónica.
- a la patrona lo que mande- finalizó para después pedir su orden y sentarse a mi lado.
Quería tanto a Erik a pesar de que siempre me molestaba, era una persona leal que me regañaba cuando algo estaba mal, esas amistades prefería a mi lado y no me arrepiento de haberlo conocido.
Todo en la comida fue un momento de diversión y risas entre nosotros, al igual que platicamos de cuando nos conocimos.
Yo conocía a Erik desde primero de primaria y vivía un tiempo en el mismo fraccionamiento que él, recuerdo que siempre le hacia la vida de cuadritos me caía mal con tan solo verlo.
Le hacia bromas junto con mi mejor amiga Gabriela, una broma que recuerdo que le hicimos fue esconderle la mochila en el baño de las mujeres en el cual él entró y lo espulsaron por tres días, todo marchó normal hasta que también a nosotras nos expulsaron, después de ese momento hicimos las pases con Erik ya que él nos defendió de Hugo que siempre nos correteaba, desde ese momento fuimos el equipo de los increíbles así lo llamábamos en pocas palabras.
Eramos ese famoso equipo que nos dábamos la mano en momentos difíciles y también para los exámenes.
El equipo disminuyó con integrante más en primero de secundaria, pero ya no volvió hacer lo mismo cuando Gabriela ya nunca volvió a la secundaria durante una semana, nos preocupamos por ella ya que nunca faltaba a clases y se nos hacia algo raro.Fuimos a su casa para solicitar información de ella, en cuanto le preguntamos a la señora Soledad mamá de nuestra amiga Gabriela, ella soltó un llanto, nosotros sin palabras la abrazamos y la consolamos. Sin más que decir nos retiramos con un gran vacío.
Al día siguiente preguntamos a su hermano mayor.- ella murió en una balacera junto con mi papá- finalizó con los ojos llenos de lágrimas.
En ese momento solté el llanto desgarrador al lado de Adriana y Erik solo me consolaba.Después de ello caí en depresión, cuando me recuperé de ello nunca volvimos a tocar el tema al menos que fuera el aniversario de la muerte de Gabriela.
- Gabi era una buena amiga, lástima que no esté con nosotros- dijo Erik cabizbajo.
- nos hace mucha falta la verdad- respondí con tristeza.
- no se achicopalen, a ella nunca le gustó vernos triste- finalizó Adriana.
Comenzamos a cambiar de tema, pusimos algo de ambiente al tema de conversación.
Aún dolía su ausencia, nunca se hizo justicia por lo sucedido, en este país protegían al delincuente más que a la víctima, nunca se culpó a nadie y dieron por terminado el caso, quedó como suicidio.La tarde se pasó rápido, regresamos de vuelta a casa, Erik nos llevó a cada una a nuestras respectivas casas.
Llegué algo cansada ya que d tan solo pensar que mañana trabajaré en los dos empleos me causaba un tremendo dolor de cabeza a morir.
Llegué a mi casa y sin pensarlo unas lágrimas rodaron por mi mejilla de tantos recuerdos, pasaban cono pequeñas diapositivas hasta que quedé profundamente dormida .
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Con Los Ojos Abiertos
Novela JuvenilKasandra una joven que tendrá que enfrentar cada prueba que la vida le pone para superar. La muerte de una persona la marca para toda la vida, aunque el caso se cerró tendrá que investigar sobre la muerte de ello, al igual que luchar por el amor y...