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Pasaron varios días y solo veía a Karina siendo molestada, viéndola triunfante en sus calificaciones

"Idiota, hoy son las carreras a las 11:00pm" dijo mi amada conciencia que siempre me recuerda todas mis carreras.

Cuando estaba en mi casa me dispuse a ver series en Netflix y a limpiar mi moto, me bañé y me puse unos jeans negros, una camiseta negra, mis guantes para moto negros, y una chaqueta de cuero negra dejando mi cabello despeinado, salgo del departamento y agarro mi moto me pongo el casco y me dirijo al lugar donde vamos a correr.

Llego y veo mucha gente haciendo sus apuestas.

–¿Vas a correr amigo?– me dice el señor que recoge el dinero para las apuestas.

–Claro, ¿cuánto cobra?– dije sacando mi billetera.

–5,000–dijo a lo que saque el dinero y se lo di, guarde mi billetera y fui a posicionarme en la línea de salida donde ya habían varias motos, una en especial me llamó la atención, era una moto color rojo brillante, en general en estas carreras no usan colores de motos brillantes...pero bueno.

Enfrente de nosotros se posicionó una chica con poca ropa, lanzó al aire una franela roja, al momento que la lanzó se escucharon los motores encendiéndose de las motos mientras yo me ponía el casco al igual que los demás. Cuando la franela tocó el suelo todas las motos avanzaron a velocidades impresionantes, lo que me hacía sentir la adrenalina correr por mis venas.

Estaba cerca de cruzar la meta...cuando la moto roja llega al mismo tiempo que yo...fui bajando la velocidad cuando frene fui a desenmascarar al corredor que hizo de esto un empate...cuando llegue toda una multitud estaba alrededor del motociclista.

Cuando bajó del todo el tipo de la moto se quitó el casco dejando ver así a una chica parecida a Karina, pero obvio que no podía ser Karina ya que Karina usa lentes y ella no, me fui acercando más a ella cuando a lo lejos escucho una voz.

–¡Karina amiga, ganaste!– dijo una voz femenina que supongo que era su amiga...pasa por detrás de Karina un tipo el cual le toca el trasero, me quedé a una distancia donde podía ver lo que ella hiciese, ella simplemente se defendió le dio un buen golpe en la cara con el puño derecho.

"No entiendo porque la defendimos si ella podía hacer eso"dijo mi conciencia.

Me acerqué a ella para darle la mitad del dinero.

–Felicidades KARINA, no sabía que una chica pudiese correr tan bien, ni tampoco sabía que podías pelear– le dije irónicamente mientras le daba el dinero, me di media vuelta sobre mis talones y me fui de ahí.

Iba por el camino pensando en lo que acababa de pasar, Karina se sabe defender, ¿por qué la defendía? No puede ser, es como si ella me hubiese ¿traicionado?, no lo se pero me siento así.

Llegue al departamento aún sin tener en claro todo esto, me meti al baño a darme una ducha...caía el agua fría por mi cuerpo mientras mi mente se aclaraba.

"Ella te gusta...tu nunca habías defendido a alguien".

Claro que no...no empieces con tus cosas conciencia.

"No empiezo con mis cosas...eres tú el que no se da cuenta de la realidad".

Claro que me doy cuenta. Ella no me gusta...para demostrartelo tengo un plan.

"Nomás que la empieces a molestar...siempre has sido así con todas no seas cruel".

No soy cruel solo no quiero quererla para luego perderla, eso me dolería.

Después de tener toda esa plática extensa con mi conciencia decidí ir a dormir me puse un boxer y así me metí a la cama ya que mañana sería lunes, nunca me había emocionado tanto por un maldito lunes.

Mi Ángel OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora