Oscuridad

And The Night Will Come

Yuri miraba al suelo. Aquel suelo que conocía de memoria y que de alguna forma pensaba que le iba a hacer sentir más seguro. Pero no. No funcionaba. Tampoco la puerta a la que se aferraba con fuerza para no dejar entrar a nada. Tampoco el dolor que sentía ahora por haberla cerrado tan rápidamente. Se sentía patético, no iba a mentir, pero al menos no había nadie que le viera hacer el ridículo. Volvieron a tocar la puerta y el de ojos fucsias suspiró. Sería una buena idea enfrentarlo. Pero no, al menos en lo que sentía antes, y en lo que sentía ahora, no se sentía capaz de hacerlo.

—¿Yuri? —preguntó desde el otro lado de la puerta—Good night Yuri, ¿me dejarías hablar contigo? —el aludido negó suavemente. Dennis no parecía haber cambiado en nada. Suspiró, apoyó su cabeza sobre la puerta. Estaba pensativo, de eso no había duda—Entiendo si no quieres hablar... no hace falta que me hable siquiera, solo quiero decirte algo, intentaré no tardarme mucho —le dijo. Mantenía una postura firme y de voz amable. Yuri rio con ironía. Con que esa era su manera de convencerle. Bien, lo escucharía, se burlaría en su cara y le dejaría en claro que se fuera. Desearía tener su disco de duelo a la mano para amenazarlo incluso. Al menos así sus emociones estarían mucho más seguras.

Así que abrió la puerta, echándole una mirada seria al de cabellos rizos. Antes de que dijera cualquier cosa, habló él.

—Más te vale que me expliques rápido que haces parado al frente de mi casa—le dijo con el tono seco, con la menos cantidad de emociones posible. Dennis no hizo más que sonreír verdaderamente. Estaba contento, de verdad estaba contento.

—Yuri, es bueno volver a verte—dijo. El otro mantuvo su expresión, sin cambios—, sé que también te alegras de verme —lo dijo con un tono ligeramente pícaro.

—¿Vas a empezar o no? —fue la después que obtuvo.

—Me hieres el corazón que tus palabras tan heladas —había un gesto dramático al hablar— y yo que solo quería volver a verte después de que Sora nos dijera que estabas aquí —explicó—. Quise acudir inmediatamente, pero tenía algunas cosas que hacer, lamento la demora —dio un suspiro exagerado, Yuri afiló su mirada, parecía mentir. Lo notaba—. Pero ahora estamos aquí y me alegra mucho poder volver a verte, el viaje desde Domino no es para nada fácil.

—Muy bien, si ya terminaste de ser un romántico idiota, supongo que se acabó el show para ti —y sus manos se movieron solas, sin pensar en que quizá, debería decir algo ahora sobre el volver, o sobre cualquier cosa para alejarlo. Pensaba solo en la decepción que se llevaría al no tener una después positiva. Pero solo obtuvo una insistencia personificada en una mano que le detenía el paso a cerrar.

—Lo siento —dijo serio del todo. Yuri no se atrevió a mirarlo—, esta ha sido mi peor actuación para decirte que quería encontrarte—al terminar de hablar, se mordió suavemente lo interiores de las mejillas.

—Muy bien—dijo con algo de cansancio en su voz—, ya he entendido el chiste y las cosas. No necesitas decirme más y ya me has encontrado—le recalcó—. Sería un buen momento para, ya sabes, ¡voltearte y decirme "Auf Wiedersehen!", o algo por el estilo—exclamó.

—Yuri, yo... estoy aquí porque pensé que éramos amigos —le dijo—o lo somos —movió un poco su cabeza—. Creía que...

—No—cortó, tajante—, no somos amigos Dennis—resopló—. Tú sabes bien para que estábamos juntos, ahora todo eso se ha acabado—dijo sin más. Era casi un muro impenetrable—, no hace falta que finjas lo que no eres y apeles a mi supuesto lado sensible.

—¿Qué? —exclamó el otro estupefacto—Unbelievable! Yuri, ¿acaso piensas que estoy aquí solo porque quiero sacarte información sobre Yuya? —El de ojos rosas no respondió ni movió su gesto. Por supuesto que lo suponía—¡No puedes estar más equivocado! —dijo algo teatral de nuevo—Sé qué he hecho de traidor en algunas ocasiones, pero no lo haría contigo —una de las cejas rosas se subió. En pocos segundos la expresión de la cara del más bajo volvió a ser burlesca.