Capítulo 20: Malentendido parte 2.

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Capítulo 20:

Apartamento 119 (Perspectiva de Sasha)

30 minutos antes.

Voy conduciendo por la vía rápida para llegar a mi apartamento de la soledad, recuerdo muy  bien que no me costó nada convencer a mi esposo de que me dejara comprar este apartamento para mis propios fines, está claro que a veces necesito inspiración y una chef necesita musas, recetas, investigación y descubrimiento en el mundo culinario. Es fantástico, es para mi sola, es increíble que la haya encontrado a un precio tan accesible, recuerdo que me puse muy emocionada porque podía poner la cocina de mis sueños, mi propio lugar de paz creando nuevos platos aunque mi esposo me diga que son platos estrafalarios, el no entiende mi arte, le falta pulir sus habilidades gustativas.

Afortunadamente no hay tráfico, por lo que llegaré a tiempo para realizar mis cosas, acelero un poco, es de noche y me gusta la velocidad, estoy ansiosa por llegar y hacer lo que quiero hacer, no me queda mucho por recorrer. Eso me recuerda, que mi esposo decidiera aceptar un nuevo puesto en su trabajo de la CIA ha sido beneficioso para los dos, horario mas flexible, un equipo a su disposición y teníamos tiempo para nosotros dos, pero parece ser que le ha tocado un caso difícil, por lo que me ha contado, no va a terminar de un día para otro, casos de este tipo se toman hasta semanas tratar de resolverlos, esperaba que esos días quedaran atrás pero siempre tiene que pasar algo y lo entiendo, no le puedo pedir nada más y tiene que resolverlo.

Pero no me concentro en eso por ahora, ya casi estoy llegando a mi espacio tan personal que nadie me puede invadir ni molestar, no sabe nadie de este apartamento excepto mi esposo que se lo mostré para que no se preocupara, no puede pasar nada, así que entro al estacionamiento, acomodo mi auto, bajo de ella y saco del maletero mi maleta chica, no es necesario, tengo ropa pero bueno siempre hay que estar preparada para todo, cierro, pongo seguro y me voy al elevador para llegar a mi apartamento, es un edificio nuevo, un complejo  de departamentos de lujo, no tienen a mucha gente instalada pero uno que otro inquilino viene a ver los departamentos.

Llego a mi piso, camino otro poco hasta llegar a mi puerta, echo la llave y por fin, estoy en mi fortaleza de la soledad, voy a la cocina para preparar todo, empezaré a cocinar, llego y veo algo que me deja perpleja, veo el bote de basura que hay una una botella de agua ya vacía, cosa que es rara porque yo siempre dejo limpio mi apartamento antes de salir de nuevo, es muy raro, a menos que haya sido mi esposo pero es imposible, el casi no lo usa salvo que tiene que trabajar muy tarde y no puede venir a la casa principal, en este caso lo entendería pero llegó a la casa, ¿qué esta pasando?

Esa es la pregunta, me propongo revisar todo, no solo la cocina también la sala, alguien ha estado hurgando en mi televisión, me pongo a revisar el historial y parece que estuvieron pasando canales hasta llegar a uno en especial: "El Cisne negro", una película con tintes lesbicos, mi esposo no vería esta clase de películas, le aburren y prefiere pasar su tiempo en el canal de deportes llamado "ESPN" y revisar estadísticas de sus equipos favoritos, es evidente que alguien aparte de el, estuvo aquí, me pongo a revisar el resto del apartamento, el baño principal ha sido usado, deshonor, se han agarrado mi baño sin mi permiso y mis toallas, mis preciosas toallas, ¿quién habrá sido?, regreso a la cocina y agarro un cuchillo, he revisado los cuartos, todo en orden, ahora me dirijo a mi cuarto principal, seguro que hay desorden ahí, es momento de la verdad, nadie, pero nadie, absolutamente nadie viene a mi apartamento, se toma una botella de agua y ve una película e usa mi baño, se sale con la suya, también llevo mi pequeña maleta como escudo por supuesto, trae un gran libro que duele mucho.

Decir que me quedé sorprendida es quedarse poco, en cuanto abrí la puerta, vi a dos muchachas jóvenes, besuquearse, una semidesnuda con mis interiores, le quedaba sexy eso si, pero aun así, la otra estaba vestida a modo más casual, una pijama típica, pero literal, se estaban comiendo a besos, solté la maleta de la impresión e oculté el cuchillo atrás de mi pantalón, cruzo los brazos, las chicas me miran con sorpresa, lo que deberían ser así porque este es mi casa.

.- Espero que tengan una explicación para todo esto muchachas - Les digo fulminándolas con la mirada.

.- Debes de ser Sasha - Me dice la que trae puesto mi pijama casual, muchacha alta, espera, esos ojos, esas características, no puede ser - Me llamo Alexa Beckket, estamos aquí por una situación que nos trajo.

.- Beckket - Le digo mirándola con desconfianza - La otra debe de ser Nier, cabello plateado, vaya, si es natural su cabello - Claro, una situación...

.- Espere señorita - Me dice la chica plateada que se acerca, de verdad que se ve sexy pero no tengo que pensar en ello.

.- Basta - Dije alejándome un poco y sacando el cuchillo, ellas se sorprenden - Exijo una explicación o se las verán conmigo, ¿porqué están en mi departamento?, además de que están usando mi ropa.

Ella dieron un paso atrás y se miraron como si no supieran que decir o qué hacer, Robert me va a tener que dar muchas explicaciones, acerca de porqué estas dos chicas irrumpieron en mi departamento, no puedo sino mirarlas sin perder un solo movimiento, ellas parecían que no iban a moverse, dudaba si aventarles algo, si aventarles mi libro pesado para golpearlas, no puedo tolerar esto, si, eso es lo que voy a hacer. De repente suena el teléfono volteo a escucharlo, craso error, la chica alta se movió rápido junto la chica plateada, una me agarró y la otra tomó el cuchillo, la chica alta le decía a Beckket que me mantenía bajo control mientras que ella dejaría de atender el teléfono que en realidad era mi celular el que sonaba en mi maleta, es increíble, la chica alta toma mi pequeña maleta y busca dentro de ella hasta encontrar mi celular y contesta.

.- ¿Bueno? - Dice la chica y no me puedo librar de la llave que me tiene esta loca de los pelos plateados - ¿Robert? ¿Qué porque contestando yo?, me debes muchas explicaciones, será mejor que vengas aquí y ahora, no me importa si tienes algo pendiente, tienes mucho que explicarnos.

Lo mismo pensaba, al menos en algo coincidimos, Robert no se escapará de esta, ella cuelga, supongo que me liberará de esta llave, eso pensaba hasta que la chica alta dijo algo que me deja perpleja:

.- Buscaré una silla - Le dijo a su chica plateada - La vamos atar, nos intentó atacar con un cuchillo, no podemos confiarnos.

.- Malditas - Digo gritando - Suéltenme.

.- No podemos hacer eso - Me dice la muchacha plateada a mi oído, esa voz, cielos, ¿de verdad es real?, tiene una hermosa voz pero es una loca - Hacemos esto por precaución.

Identidad Disociativa.Where stories live. Discover now