Capítulo 1: El comienzo

8.9K 197 15
                                    

Miércoles, el tercer día de la primera semana de clases y sólo faltan dos horas para que pueda llegar a casa y dormir mi merecida siesta.
Ah... Historia, una de las materias que me hace dormir, depende el profesor, la clase puede pasar de interesante a aburrida en menos de un segundo.

- Quiero irme de una vez, apenas empezamos las clases y ya quiero estar de vacaciones - dije tapándome el rostro con una mano-.

- Y crees que yo no? También quiero irme, esto es estresante -dijo Ezequiel con su típica reacción dramática-.

- Espero que este profesor sea bueno explicando, nos tocaron muy buenos profesores este año, al menos por ahora -.

El profesor entró al aula, me sorprendió lo bien que se veía, una camisa roja, jeans y unos zapatos negros, al menos sabía vestirse. Era bastante bonito, usando unos anteojos cuadrados con marco negro, su pelo es un lindo tono de rubio y parece que se le esta cayendo de a poco.

- Pss, Ezequiel.

- ¿Que? ¿Por qué estas murmurando?

- ¿No te parece el profesor una belleza?

- ¿Ah? ¿Ese viejo? ¿Una belleza? Debe tener unos treinta años más que tú. La verdad que no entiendo por qué te gustan tanto los hombres muchísimo más grandes que tú, habiendo tantos chicos que no están nada mal y mejor aún, tienen tú misma edad.

- Exacto, por qué crees que no tengo novio o algo parecido? Me encantan los hombres mayores y nuestro hermoso profesor no es la excepción y por otra parte los hombres con más de veinticinco son mucho más maduros que los chicos de nuestra edad, también seguramente tiene más experiencia en el sexo -dije eso con la expresión más pervertida que pude poner en mi cara-.

- Buenas tardes alumnos, mi nombre es Manuel Romero y soy su profesor de historia este año, espero que podamos llevarnos bien.

- Con lo hermoso que es, cómo no vamos a llevarnos bien? -le susurre en el oido izquierdo a mi amigo colorado-

Ezequiel con una ceja levantada me miro raro, cómo el suele hacer. Sus expresiones faciales son muy graciosas pero también pueden hacer que se me ponga la piel de gallina.

-Bueno... -dijo el profesor- este año vamos a ver el Primer Triunvirato y otros temas que voy a anotar en el pizarrón, así que presten atención y copien todo, se entendió? -me mira guiñando su hermoso ojo izquierdo-

Presiento que vamos a llevarnos muy bien...

- Ay Ezequiel, creo que estoy enamorada, mi meta para este año es poder llegar a masturbarlo, me voy a insinuar varias veces para ver que pasa -lo decía mientras miraba al ardiente profesor y a la vez mordia mi labio inferior de la manera más sexy posible-.

El profesor Manuel vio las expresiones faciales que estaba haciendo y sonrio de una manera burlona y, a la vez, dulce.

- Yo te apoyo, es muy raro que estés interesada en un hombre, si llegas a hacerlo, te aplaudiré -lo dijo cómo si fuera un padre orgulloso- .

- Gracias te amo tanto, eres un buen amigo. No creo que pueda conseguir masturbarlo pero bueno, lo intentaré. Que empiece la diversión -dije esto con una mendía sonrisa pintada en mi rostro.

Después de ese hermoso miércoles catorce de marzo los días se pasaron un poco lento pero por fin es viernes por la noche y tengo pensado salir a un boliche con Ezequiel y otros amigos más.

- ¿Ezequiel por qué estás tardandote tanto? No puede ser que yo ya este lista y tú todavía sigues en el baño, deja ese pelo en paz! Asi está perfecto.

Por tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora