- ¿Ya estás lista o tengo que ayudarte a ponertelo? -lo dijo con un tono enojado, no entiendo por qué le molesta tanto-.
- Me da vergüenza... No me queda del todo bien...
- ¿Ah? Yo decidiré si me gusta o no como te queda el arnés, ven ya.
Salí de la habitación un poco encorvada de la vergüenza que me daba tener eso puesto en mi segunda experiencia sexual.
- Mm... Bien, ahora en cuatro patas.
- ¿Qué? -pregunte un poco sorprendida, no logre entender a lo que Manuel se estaba refiriendo. Él dijo... patas?-.
- ¿No escuchaste? Camina como un perro hasta a mi -lo dijo mientras me miraba fijamente-.
- P... pero... nn...no quiero...
- ¿No quieres? No se si lo entiendes, esto es un castigo y vas a hacerlo aunque no quieras porque esto es lo que acordamos.
No respondí, no quería iniciar una discusión sin sentido así que hice lo que él me estaba pidiendo.
- Sabes... -dijo mientras me ponía una correa y me puso una vincha con orejas de perrito en ella- mi perrita no se está portando muy bien... No hace los deberes de la escuela.
- ¿Pero por qué te impor -no terminé de hacerle la pregunta y él ya me había pegado con un látigo de cuero negro en la espalda- ¡WAAAHH! -empezaron a salir lágrimas de mis ojos-.
- ¿POR QUÉ ME IMPORTA? ERES MI ALUMNA DESPUÉS DE TODO, NO QUIERO QUE TENGAS QUE VOLVER A HACER EL AÑO -sus ojos no tenían brillo,él estaba realmente muy enojado conmigo-.
- SÓLO ES UNA MALDITA TAREA, NO POR ESO VOY A REPETIR EL MALDI -volvió a golpearme con el látigo pero esta vez en mi abdomen-. ¡HYAAAHH!
- NO ME CONTESTES DE ESA MANERA, NO VES QUE ESTOY TRATANDO DE QUE TE VAYA BIEN?
-no le conteste, no quería seguir discutiendo, no con él-.
- Bueno, esto no va a funcionar si no haces las cosas cómo tienes que hacerlas.
- ¿Eh?... ¿Qué?...
- Lo que escuchaste, esto no va a seguir.
- No... no quiero que termine... -dije con los ojos bien abiertos y con un mar de lágrimas en ellos-.
- Entonces tendrás que hacer lo que acordamos, no me veré contigo si descuidas aunque sea un poco tus estudios.
- LO HARÉ! LO HARE! HARÉ LO QUE MI MAESTRO DIGA! -dije, llorando y suplicando por él, realmente parecía una perra, su perra-.
-él se rio con una risa burlona y satisfecha- Bien mi pequeña perrita -dijo mientras acariciaba mi cabeza-. ¿Vas a ser buena desde ahora?
-asentí dos veces-
-me agarra del pelo y me susurra al oido- Perdona pero no pude escuchar tu respuesta.
- ... Si.
- Si, que?
Mierda... no le alcanza con esa respuesta?
- Voy a ser... buena...
Él dibujó en su rostro una media sonrisa y comenzó a sacarse la ropa, empezó por su camisa luego sus jeans y por último sus calzoncillos. Por dios... su cuerpo es perfecto, él es perfecto me gusta tanto pasar el rato así con él, me vuelve loca.
- Eres...
- ¿Qué soy, preciosa?
- Muy sexy... me encantas.
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Por tu amor
RomanceDiana, una adolescente de 15 años, su meta para este año es al menos llegar a masturbar a su hermoso Profesor de Historia. Pero, lo que ellos no saben, es que ciertas circunstancias los llevarán a tener una relación sadomasoquista.