Ah... domingo, por fin es domingo maldición.
Ésta semana fue un tanto agotadora y larga, pero ya es domingo y falta cada vez menos para que sea miércoles.
Faltan sólo tres días, sólo tres días para poder decirle todo a Manuel. Estoy tan nerviosa y ansiosa, ni siquiera se que voy a decirle o cómo se lo dire pero, tengo tres días para pensar en cómo decírselo.Mi celular sonó de repente y me asustó, es una llamada entrante de Logan.
- ¿Si? -dije mientras salía de mi habitación y me dirigía al baño-.
- ¿Que harás hoy? Estoy con Ezequiel y Tony en una plaza, vienes?
- Claro, pueden venir a buscarme?
- Si, Estaremos en unos cinco minutos. Te quiero lista para cuando lleguemos.
- ¿Qué? Es broma, verdad? Ni siquiera me he lavado la cara.
- Entonces hazlo rápido. Adiós.
- Logan, Logan. Ahh maldición, ese bastardo corto la llamada.
Será mejor que me apresure.Me aliste lo más rápido que pude, me peine, me lave la cara y los dientes.
Me puse un short negro, unas zapatillas negras y una remera blanca que tiene el símbolo de la nasa en el medio.- ¡Diana, los chicos están aquí y quieren que salgas! -me grito mamá desde las escaleras-.
- ¡Ya voy! -le contesté-.
Baje las escaleras lo más rápido que pude sin morir haciéndolo, baje a la sala y me di cuenta de algo, Cristián no está en casa.
- Dónde está pa- Cristián, dónde está Cristián?
Mierda, casi digo la palabra "papá" delante de mamá, escuchar eso le haría mucha ilusión.
Igualmente, mamá se dio cuenta de el error que casi cometo. Y tiene una sonrisa de oreja a oreja, y los ojos le brillan muchísimo.
Amo ver feliz a mamá, y creo que tengo que aceptar que está comenzando a gustarme que Cristián esté aquí.- Tu padre está en una reunión de trabajo importante -me dijo con una gran sonrisa- Volverá dentro de unas cuantas horas, lo llamaron de repente. Al parecer era importante.
- Ah -respondí, indiferente- Yo también volveré en un par de horas. Adiós, te amo -le dije a mamá dándole un beso en la mejilla-.
- Yo también te amo hija, cuidate. Los chicos están afuera.
- Lo haré, gracias -le dije sonriendo-.
Logan, Ezequiel y Tony estaban parados en ese mismo orden al costado de la puerta principal, esperándome.
- Hola, chicos.
- Hola cariño -dijo Ezequiel-.
- Diana, -dijo Tony sonriendo- Cómo estás?
- Bien, y tú?
- Bien -dijo sonriendo-.
Parece que Tony está feliz hoy, me alegra.
- ¿No vas a saludarme, bruja? -dijo Logan-.
- Iba a hacerlo, bastardo. ¿Cómo estás?
- Ahórratelo, vamos a la maldita plaza.
-puse mis ojos en blanco-
Parece que alguien no está de buen humor.
- Oh maldición -exclamó Tony-.
- ¿Que pasa? -le preguntó Ezequiel con una mirada de preocupación en su rostro-.
- Hay un hombre que vende algodón de azúcar -dijo con ojos brillosos y juntando sus manos-.
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Por tu amor
RomanceDiana, una adolescente de 15 años, su meta para este año es al menos llegar a masturbar a su hermoso Profesor de Historia. Pero, lo que ellos no saben, es que ciertas circunstancias los llevarán a tener una relación sadomasoquista.