Él me llevo a un hotel que está a sólo unas calles del bar.
No se compara con el lujoso hotel de Manuel, pero este hotel al menos es desente. La verdad es que, no está nada mal.
Entramos a la habitación, que tiene una gran cama de dos plazas en el medio de ésta, con acolchados rojos y almohadas negras.Mi celular vibró unas tres veces seguidas.
Miro la pantalla, y tengo mensajes de Ezequiel." ¿En dónde diablos te metiste? "
Maldición... no le dije que me iba. ¿Acaso soy idiota? Mierda.
" Lo siento... se me olvidó avisarte. Resulta que, ese hombre de negocios del bar, si llamó mi atención. Te avisaré cuando vuelva a casa"
Espero que con eso se quede tranquilo.
Él se preocupa demasiado...- Oye -dijo él, arrebatándome el celular de mis manos-.
- ¿Qué diablos te pasa? Lo que estaba haciendo era importante, regrésamelo -dije irritada, frunciendo el ceño-.
- Te lo daré cuando terminemos ésto. Así que trata de estar a la altura de las circunstancias.
- ¿Ah? -exclamé, aún más irritada-.
¿Quien carajo se cree este bastardo?
Ya verá.Lo empuje lo más fuerte que pude, él cayó arriba de la cama.
Me miró, sorprendido. Y luego sonrió maliciosamente.Desarme el nudo de su corbata para luego quitársela.
Desabroche cada uno de los botones de su camisa, uno por uno, con extrema delicadeza y rapidez.
Luego, siguieron sus pantalones, desabroché su cinturón y luego de sacárselo, lo deje caer a un lado de la cama.
Baje sus pantalones, el proceso de éstos se hacía cada vez más lento, me estoy empezando a poner un poco nerviosa...Hace ya mucho tiempo que no hago esto, y sólo lo he hecho con una persona.
Ésta es mi primera vez haciéndolo con otra persona que no es Manuel.
Y tal vez, eso es lo que me da miedo.- ¿Es tu primera vez?
Preguntó, haciendo que yo volviera a la realidad y dejara de sumergirme en mis propios pensamientos.
- Claro que no -contesté-.
Le saque el boxer negro lo más rápido que pude, para luego ver su miembro que no terminaba de estar erecto.
Mierda... no se si pueda hacer esto...
- ¿Nerviosa? -preguntó mirándome, dejando caer su cabeza hacia un costado, para poder ver mi cara- Yo te ayudaré.
Al terminar de decir éstas palabras, colocó su mano en mi cabeza y la empujo hacia abajo. Haciendo que me quedara con todo su pene dentro de mi boca, metido hasta lo más profundo de mi garganta.
Comencé a hacer arcadas, por lo profundo que está su miembro en mi boca.
Mientras estaba haciendo fuerza para liberar mi cabeza de su enorme mano, él vuelve a empujar mi cabeza hacia abajo. Luego la trae hacia la punta de su miembro, agarrándome del cabello, para después, volver a empujar hacia abajo.- Oye, trata de colaborar un poco, si? Tengo que volver a casa.
Luego de unos minutos, soltó mi cabeza y yo saqué rápidamente su pene de mi boca, para luego comenzar a toser repetidas veces.
Él se puso el condón rápidamente.
- Desvístete rápido -me dijo al ver que aún no me había sacado ni una sola prenda de ropa-.
ESTÁS LEYENDO
Por tu amor
RomanceDiana, una adolescente de 15 años, su meta para este año es al menos llegar a masturbar a su hermoso Profesor de Historia. Pero, lo que ellos no saben, es que ciertas circunstancias los llevarán a tener una relación sadomasoquista.