¿Que estoy haciendo?
- ¡Diana!
¿Qué es lo que en realidad deseo?
- ¡Hija!
¿Qué es lo que realmente quiero para mi?
- ¡Cielo!
Maldición...
- ¡Cariño, levantate ya!
Mierda, no quiero.
- Vamos hija, Logan dijo que vendría por ti, no?
Ah... es verdad. Ese bastardo, siempre lo arruina todo, maldición.
- ¡Ya voy!
Me puse rápidamente mi uniforme y me arregle el cabello lo más rápido que pude, ya que a mi ángel no le gusta esperar.
- Será mejor que llame a Logan para avisarle que estoy lista...
Espero que no se le haya olvidado.
- Logan, ya estoy lista.
- ¿Ah? ¿Lista para qué? -preguntó confundido-.
- "Para qué", preguntas? Para que vayamos a clase juntos, idiota.
Él permaneció en silencio por un momento.
Ah... -dije suspirando- No me digas que se te ha olvidado.
- Te vuelves cada día más idiota, Diana. Jamás me olvidaría de ti, estoy en la puerta. Sal de una vez, me estoy cansando de esperar.
- Idiota -dije cortando la llamada-.
Baje las escaleras rápidamente y salude con un beso a mamá.
- Adiós, nos vemos después -dije abriendo la puerta-.
- Adiós, cariño. Oh, y recuerda que tu padre quiere hablar contigo luego. Dice que no atiendes sus llamada y que ni siquiera escuchas los mensajes de voz que te envía.
- Ese tipo... realmente no entiende verdad? No quiero saber nada de él. De verdad, dile que deje se molestarme, si? -dije lo más calmada posible- Adiós mamá.
Cerré la puerta detrás de mi. Y Logan está aquí, del otro lado de la puerta, con una cara que revela que está algo enojado.
- ¿Por qué siempre tardas tanto? -dijo frunciendo el ceño-.
- Buenos días para ti también, Logan. ¿Y de qué carajo hablas? No tarde ni veinte minutos...
- Maldición, como sea. Vámonos.
- Ahg, odio cuando haces eso.
Una vez que llegamos a la institución, nos sentamos en nuestros respectivos lugares.
- Buenos días -dijo Tony-.
- Que tienen de buenos -dijo Logan-.
- Que agradable eres, Morris -dijo Ezequiel- ¿Cómo estás, cariño? -pregunto mirandome con una sonrisa pintada en su rostro-.
- Bien, cariño y tú?
- Muy bien ahora que estas aquí cariño -dijo Ezequiel-.
- ¡Ah maldición! -exclamó Logan golpeando la mesa- ¿Pueden parar ya con esa mierda? Es de lo más molesto.
- Oh, bueno... No es culpa mía que ella me ame más a mi -dijo Ezequiel alardeando, queriendo provocar a Logan-.
Maldición... aquí vamos de nuevo.
- ¿Ah? ¿Escuché bien? ¿Acaso dijiste que te ama más a ti que a mi? JAJAJAJA Creyéndote más importante de lo que en realidad eres... -dijo Logan sonriendo- típico de ti, Ezequiel.
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Por tu amor
RomanceDiana, una adolescente de 15 años, su meta para este año es al menos llegar a masturbar a su hermoso Profesor de Historia. Pero, lo que ellos no saben, es que ciertas circunstancias los llevarán a tener una relación sadomasoquista.