Capítulo 29: Otros hombres

922 35 3
                                    

Logan tomó mi rostro con ambas manos y siguió besándome.
No se como reaccionar a esto, debe estar borracho. Seguramente el alcohol le afectó, tiene que ser eso.

Tomo sus manos y las aparto para luego, poner mis manos en su pecho y empujarlo con suavidad.

Me miró, sorprendido, se dio cuenta de la expresión que tengo pintada en todo mi rostro, y sabe, que esto no me divierte para nada.

- Diana, yo...-

-lo interrumpí- No hay problema, sólo... no vuelvas a hacerlo.
-lo miré fijamente a los ojos- Voy a mi habitación, espero que duermas en la tuya hoy -dije sonriéndole falsamente y un poco distante-.

Salí del agua, con un poco de frío y agarré mi vestido y mis zapatos para ir a dentro.

- ¿Qué? -dijo Ezequiel al ver que me iba, supongo que no vio que Logan me besó- ¿Ya te vas a dentro? -preguntó-.

- Si... ya me dio frío -dije abrazándome a mi misma-.

Entré trotando a la casa, tomé la llave de mi habitación que está en la mesa de luz y cerré con llave para que Logan no pudiera entrar.
Después de eso, sinceramente, no quiero dormir con él.
Seguramente mañana no recordará lo que pasó, eso espero...

La luz comenzó a entrar por la ventana de la habitación, ya es de día y hoy nos iremos a casa.
Me levanté de la cama, tomé mi bolsa de aseo, unos jeans negros y una remera, y me dirigí al baño.

Luego de bañarme y cambiarme, en el pasillo me cruzo con Logan.
Él ni siquiera me mira y yo tampoco a él, nos ignoramos completamente, el uno al otro.
Entro a mi habitación, hago la maleta y ya estoy lista para ir a la terminal.

- Mierda... no quiero ir a casa aún -dijo Tony haciendo un tierno puchero-.

- Jajaja, volveremos el próximo verano y nos quedaremos por más tiempo. No te preocupes -dijo Ezequiel acariciando su cabeza, consolándolo, como si fuera un cacharro-.

Tony cerró sus ojos mientras Ezequiel acaricia su cabeza, para luego abrir sus ojos y sonreírle felizmente.

- Eso suena bien -dije-.

- Como sea -dijo Logan con indiferencia, caminando hacia la puerta principal de la casa, con sus manos en los bolsillos de su jean-.

Caminamos hacia la terminal, ya que no nos queda lejos. Ezequiel y Tony van adelante de mi, y Logan está a mi lado. Todavía, sin decir una palabra y sin mirarme.

Se que cuándo vuelva a casa, todos mis pensamientos volverán a caer en Manuel y volveré a ir al hotel, y tener la misma rutina de antes.
Fue bueno poder distraerme para no pensar tanto en ti, pero eso no iba a durar para siempre.
Ah... maldición, lo extraño tanto...

- ¿Podrías dejar de pensar en ese bastardo? -dijo Logan, como si supiera perfectamente en lo que estoy pensando, sin mirarme a los ojos, aún con sus manos en los bolsillos, leyendo mi mente-.

Lo miro fijamente.
¿Qué diablos es lo qué le pasa?

- A cerca de lo de ayer-

-me interrumpió- ¿Qué pasó? No hice nada, verdad? No recuerdo absolutamente nada después de que Ezequiel trajo las bebidas -confesó-.

- Oh, no jajaja, no paso nada. Es una lástima que no lo recuerdes, el cielo estaba realmente lindo.

Y así acabó nuestra conversación, no hablamos de nada más durante el resto del camino a la terminal y tampoco durante el viaje, sólo nos despedimos cuando llegamos a la capital.

Por tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora