Comenzó a subir las escaleras, no quería nada. Sólo quería dormir y olvidar todo.-¿Harley?
Se quedó quieto.-No ahora, Quill.
-Estás llorando.
-No me digas.
-Harley, mírame.-Se volteó a verlo.-¿Qué pasó?
Bufó.-¿Es obvio no? Harry me dio pidió un tiempo, pero ambos sabemos que eso es el fin de esto.
-Harley, tienes....-
-No.-Lo apuntó.-No me digas nada, no me toques, no me mires, nada, Quill. Es por cada cosa que haces que estoy de esta manera. Todo esto es porque tú eres...
-No. No me culpes a mí porque tú no sepas lo que sientes.-El mayor lo miró serio.-Harley, yo en ningún momento he actuado de una manera que diga que quiero tener una relación contigo o que siento algo más por ti, no lo he hecho.-Quill subió los escalones y se sentó en uno de ellos.-Tú eres quien confundió las cosas, no yo.
Hizo un puchero, se mordió el labio, no quería llorar más.-Yo...-Se sentó al lado del mayor.-Lo sé, pero...
Quill lo miró y le dio una leve sonrisa.-Sé que el amor asusta y tiendes a cometer errores al no saber que hacer, pero es algo que vale la pena experimentar porque tienes sus buenos momentos.-El mayor negó.-Tú sueles ser tan maduro para algunas cosas, ayudas a los demás, los haces entrar en razón, pero para tu vida, no lo eres. No puedes culparme a mí por lo que sientes, Harley. Yo fui claro contigo desde el principio, no siento nada romántico por ti, nada.
Agachó el rostro sintiendo las lagrimas caer por sus mejillas. Este día lo estaba destrozando, primero Harry y ahora Quill. Ambos dolían demasiado, uno más que otro.-Quill...
-Tengo a la persona que me hace sentir de manera única y va sonar duro, pero no eres tú.-Quill lo miró.-Y yo no soy esa persona para ti.
-¿Cómo lo sabes?-Levantó la vista.-¿Cómo puedes saber lo que siento, si ni siquiera yo lo sé?
-Porque a mí nunca me haz mirado de la forma en que lo miras a él. Tan simple como eso, niño.
Asintió.
-Ve con tu hermano, al parecer tampoco tuvo un buen día. Creo que los Stark tienen una maldición con lo del amor.
Se rió y se paró de escalón.-Creo que todos aquí lo tienen.-Quill asintió.
Subió los escalones y se detuvo antes de ir a la habitación de Peter.-¿Quill?
Éste lo miró desde donde estaba sentado.-¿Si?
-Sigues siendo un idiota para mí.
-Lo sé.-Quill le sonrió y le dio un sonrisa en respuesta.
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-¿Y si hacemos un muñeco?-Soltó una leve risa al oír la voz de Harley detrás de la puerta.-Ven a vamos a jugar.
-Entra ya.
Harley se asomó, notó los ojos rojos de su hermano, sus mejillas aún lucían mojadas.-Hey.
-Hey.
El menor cerró la puerta y se acercó a él.-Quill me dijo que tuviste un mal día.
-Creo que no fui el único.
-Si, creo que nunca había llorado tanto.-Harley negó.-pero, de eso hablamos luego. ¿Qué pasó contigo? Wow. ¿Golpeaste a alguien?-Preguntó al ver sus nudillos lastimados.-¿El tipo está muerto o qué?
