Steve entró al salón, se quedó parado en silencio, un silencio que sólo se rompía por el llanto de su hijo. Nunca había escuchado un llanto tan desconsolado.
-Peter.-Caminó hasta él, encontrándolo sentado en el sillón. Se sentó a su lado y su hijo se arrastró hasta él, dejando caer su cabeza en su pecho y abrazándolo con fuerza.-¿Qué pasa?
-No sé.-El castaño respondió con la voz rota.-¿Alguna vez te haz sentido tan perdido que intentas alejar a todo el mundo para que ellos no se pierdan contigo? Es sólo que no sé que hacer con mi vida, no lo sé.
Acarició la espalda de su hijo para calmarlo.-¿Intentas alejar a Wade?
-Hace unos días me pidió matrimonio, pero para casarnos en unos años, le dije que sí. Estoy seguro de que lo amo, pero también sé que intento alejarlo. Wade ha pasado por tanto en su vida, ¿Por qué debería yo hacerlo pasar por esto? –Peter suspiró.-Tengo casi 20 años y no sé que hacer con mi vida.
-Peter, la vida es confusa, puedes ser un adulto, un joven, un niño y no saber que hacer, no saber que camino tomar. Es normal estar asustado, pero a veces debes elegir un camino, arriesgarte a hacerlo porque quizá ese camino es el indicado para ti.
-¿Cómo sabes si es el indicado?
Sonrió levemente.-No lo sabes, sólo esperas que lo sea. Cuando desperté en esta época, sólo intente servir como el Capitán, sólo era él y Steve no existía tanto, pero luego de lo que pasó intenté ser más yo y dejar un tanto de lado al héroe.-Miró a su hijo.-Y decidí seguir ese camino y mira a donde me trajo. Al parecer encontré el camino correcto y tuvo que pasar años para que llegara a él.
Peter lo miró.-Seguiste adelante solo.
-No. Tengo personas a mi alrededor que me ayudaron, tú las tienes también. Sé lo que es estar perdido, pero no crees que sea mejor tener a alguien que te aferre y te sostenga para que no te pierdas en esto de nuevo.
-Quizá.
Besó la nuca de su hijo.-Creo que deberías hablar con un psicólogo.-Su hijo se tensó en su abrazo.-Quizá te pueda ayudar.
-Papá soy un héroe, no puedo ir...
-Y antes de ser un héroe, eres una persona.
Peter asintió y lo abrazó con más fuerza.-¿Crees que nos podamos quedar así? No tengo ganas de ir a mi habitación.
-Bien. ¿Quieres ir a trotar mañana conmigo y Sam?
-Si, me gustaría eso.
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Jugó con la cadena en su cuello, no se atrevió a ver a la persona delante de él.-¿Qué dijiste?
-Que quizá lo mejor sería acabar con esto que tenemos, profesor Logan.
-No.
-Es lo mejor, en verdad.
Logan negó otra vez.-¿Por qué?
-¿Qué no lo notas? Todo el mundo me mira mal, hablan de mí, hablan de ti, de nosotros, estoy harto, Logan. Vine aquí porque quería un lugar donde hubiera más personas como yo y poder ser amigos, pero desde que salgo contigo, todos parecen odiarme.
-Creí que no te afectaba lo que dijeran de ti.
El platinado suspiró.-Eso sólo es algo que dicen las personas para hacerles creer a los demás que nada les afecta, que son duros, pero no es así, no en todos. Me rompiste esa vez que me dijiste toda esa mierda, ahora me estoy rompiendo al oír todo ese odio hacia mí, Logan.
-¿Así que es todo? ¿Lo nuestro se acabó?
Peter se encogió de hombros.-Lo nuestro nunca empezó. No realmente.
-Si, tienes razón.
El menor cerró los ojos. Las palabras de los demás resonaban en su cabeza, él podría soportar las acciones de los demás, pero no cuando atacaban a sus amigos. Sus amigos no tenían la culpa de nada. Podría ir y hablar con Charles, pero eso no conseguiría nada, el odio seguiría ahí.-Creo que esto es tuyo.-Comenzó a quitarse el collar.
-No.-Logan tomó su mano deteniéndolo.-Es tuyo. Te lo dije, eres la única persona que puede tenerlas.
Peter dejó caer su cabeza en el hombro del mayor.-Bien. Creo que desde ahora, sólo debemos tener una relación de profesor-alumno.
-Si.-Logan besó su nuca.-Si tú crees que es lo correcto hacer esto, lo aceptaré.
-Nos vemos mañana en clases, profesor Logan.-El menor se separó de él y se limpió las mejillas con la manga de su suéter.
-Nos vemos, Peter.
Logan suspiró y se dejó caer en su cama.-Al parecer mi destino es nunca ser feliz.
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Acarició el cabello de su pareja.-Odio tu cabello corto.
-No está tan mal, Loki.
-No, pero a este no puedo hacerle trenzas, ni nada.-El menor sonrió.-Recuerdo cuando te hacía muchas trenzas y asistías a algunas comidas de esa manera y padre te regañaba por eso.
Thor se rió.-Lo recuerdo. Y tú fingías no saber como aparecieron en mi cabello.
-Era divertido como tratabas de culparme y yo sólo negaba todo.-Acarició la mejilla del mayor.-Extraño algunos momentos.
-¿Sabes lo que hubiera querido?
-¿Qué?
-Casarme contigo y que todo el pueblo viera que te amo, que ellos pudieran ver al verdadero tú.
Cerró los ojos imaginándose eso.-No. Ellos no verían al verdadero yo.
-¿No?
-No. Sólo los que me importan demasiado ven eso, Thor.-Abrió sus ojos.-Sólo ellos. Las personas del pueblo, bueno, no me llevaba tan bien con ellos.
Thor asintió.-Puede ser por las cosas que solías hacer.
-¿Lo que yo hacía? Yo sólo hacia unas bromas muy inofensivas, Thor.-Se rió y sonrió al oír el llanto de Frigga.-Es tu turno.
-No se vale.
Se acomodó mejor en la cama.-Sólo tráela acá y dejará de llorar.
-No entiendo como lo haces.-Thor se paró de la cama.-A mí con suerte me sonríe y nunca consigo que deje de llorar.
-Eso es porque ella me ama más a mí, es obvio. Soy mejor que tú, amor.
Thor tomó a Frigga y la llevó hacia la cama.-Esta señorita quiere acostarse con sus padres.
-Ven acá, pequeña bestia.-La acomodó en su pecho.-Me hubiera gustado disfrutar esto con Hela o con cualquiera de mis hijos, sólo un momento así.
El castaño se acostó a su lado.-Loki, te prometo que mientras yo viva nadie te separara de Frigga.-Besó la mano del menor.-Esta vez, tú tendrás la familia que tanto quieres.
-¿He dicho que te amo? Te amé, te amo y te amaré mientras mi corazón lata.
-Y aún después de eso.-El rubio completó la frase.
