-¿Qué dices?-Peter sonrió mirando a su novio.
-¿irme de aquí?
Asintió.-Si. Ya sabes irnos a un departamento juntos.
-¿Y tu padre lo pagará?
Suspiró, pero asintió.-Si, él quiere que esté seguro y feliz.-Se sentó en las piernas del mayor y tomó su rostro.-Wade, no es que crea que tu departamento tenga algo de malo, yo lo amo, pero...
-Tu padre no dejará que te vengas acá.
-Él sólo se preocupa por mí.-Acarició el rostro de su novio.-Si quieres le puedo decir que lo pagamos nosotros. ¿Qué dices?
Wade asintió.-Si. Lo pagaré yo, Petey.
-Quiero ayudarte en pagarlo, Wade.
-No.-El mayor le besó la frente.-Tú usarás ese dinero para tus estudios. Yo gano mucho en mis misiones, descuida.-Wade sonrió.-Aunque me puedes pagar de otra manera.
Se rió y pasó sus brazos detrás del cuello del mayor.-¿Como?-Pasó sus labios por el cuello de Wade.-¿Cómo debo pagarle, Señor Wade?
-Oh, Petey. Tú si sabes como excitarme.
Pasó su lengua por el cuello del mayor sintiendo como se estremecía.-¿No me llevará a su habitación, Señor?
Se rió cuando quedó acostado sobre el sillón con Wade encima de él.-Dile a tu padre que viviré donde sea mientras te tenga a ti, nada más importa.-Sonrió.-Te amo.
-También te amo.
-Petey, sé que ahora quieres estar enfocado en tus estudios, pero, en algún momento, no lo sé, en unos años. ¿Te casarías conmigo?
-Me casaré contigo, Wade Wilson.
-¿Crees que podamos adelantar la luna de miel?
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Sonrió escuchando como caían las cosas al suelo, al parecer Harry las había botado al suelo para sentarlo a él.
-Si sonríes así no puedo besarte, Harley.
Se separó de Harry.-Lo sé. No puedo creer que me estés besando aquí en tu oficina.-Tomó la corbata del mayor.-Deberías estar trabajando. Eres un mal trabajador, Osborn.
-Cierra la boca, Harley.-Harry sonrió.-No te he oído quejándote.
-¿Cómo podría si no dejas de besarme?
Harry sonrió.-Te amo.
Suspiró y sonrió.-Te amo también, pero en serio, debes trabajar. Tu secretaria me ha dicho ya que suspendes reuniones sólo para estar conmigo.
La puerta sonó.-Señor Osborn, reunión en 10 minutos.
-No se te ocurra suspenderla.-Lo apuntó.-Hazlo y no volveré a esta oficina.
-Ya voy.-Soltó la corbata.-Tú quédate aquí, genio. Yo te llevaré a casa.
Asintió.-Una cosa, recuerda que mi padre te preguntará que hicimos durante el día.
Harry suspiró.-Sólo hablando, nada más. ¿Cuándo se termina el periodo de prueba con tus padres?
-Ni idea.
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-No entiendo como es que tus uñas son mejores que las mías, Loki.
Sonrió.-Soy demasiado hermoso, Romanoff.
