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Miércoles 22 de agosto del 2017. 20:40pm

—Buenas noches mi vida— digo antes de depositar un beso en su frente y dedicarle una sonrisa.

—Buenas noches tita— me dice Isco Jr acurrucandose y dejandose vencer por el sueño finalmente. Me lo quedo observando por un momento a esta pequeña personita que tan feliz me hace y que es mi razón de ser. Yo sería capaz de dar mi vida por este pequeño.

Me doy media vuelta lista para abandonar la habitación y doy un saltito de sorpresa llevandome la mano al pecho en cuanto me percato de que mi hermano esta apoyado en la puerta observandome. Él se rie por lo bajo para no despertar al pequeño y me hace un gesto con la cabeza para que lo siga.

Caminamos hasta la sala de la casa y nos sentamos en el mueble, uno al lado del otro. Casi instántaneamente apoyo mi cabeza en su hombro tal cuál lo hacía cuándo era pequeña. Siempre hemos sido muy unidos y agradezco eso. Isco es mi fortaleza, es mi refugio, mi pañuelo de lágrimas, mi compañero y eterno mejor amigo, siempre lo ha sido.

—Como en los viejos tiempos— dice y una sonrisa fugaz aparece en su rostro por mi acción.

—Extrañaba esto ¿sabes?— levanto mi mirada para encontrarme con la de él.

—¿Que cosa exactamente?— su mano se encuentra acariciando mi hombro dulcemente.

—Todo— respondo — Madrid, a mis padres, a mis anigos, a Isquito, a ti. Sentirme en casa y ser feliz plenamente. No voy a decir que mi viaje fue una tormenta fuerte porque estaría mintiendo, hubieron momentos, lugares, personas que me hicieron sentir tranquila pero nada como esto, nada como la paz de estar aquí, nada como tenerlos cerca de mí y abrazarlos cada vez que quiera y que ustedes me abracen a mí cuándo los necesito.

—Eres nuestra princesita, siempre lo haz sido y lo seguirás siendo— me recuerda y sonrio— estes aquí o a mil kilómetros de distancia, te amamos total y plenamente y estamos más que felices por tenerte de nuevo con nosotros.

—Y yo también estoy más que feliz de estar aquí de vuelta.

—En especial porque ahora tienes a Marco— dice Isco arqueando sus cejas divertido y yo me incorporo antes de soltar una carcajada.

—Estabas demorando en nombrarlo— digo sin poder ocultar una sonrisa— pero sí, Marco se ha convertido en una de mis personas favoritas en el mundo.

—Puedo dar fe de que Marco es de los chicos más gentiles que existe y ustedes estan hechos el uno para el otro.

—¿Cómo saber eso Isco? Yo creía que Edward estaba hecho para mí, que nacimos para estar juntos y ya sabes lo que pasó. ¿Cómo sé que con Marco no será así también?

Recordar todo lo vivido durante esos cuatro años junto a Ed es una mezcla de todo, tengo muchos momentos lindos junto a él y que guardaré siempre pero él también fue aquel que me creó los peores recuerdos de mi vida. No saben lo rota que quedé a partir de ahí, y para mí es muy difícil creer en el amor tan rápido.

—Princesa, no deberías compararlos a ambos— me habla con su tono de hermano mayor pero con un toque de dulzura y comprensión — Edward es tu pasado, ya fue, no puedes cambiar lo que pasó pero tampoco puedes encerrarte en él y cerrar las puertas de tu corazón porque no es justo que te prohibas amar por un error que ese imbécil cometió. Ely, tú mereces que te amen de la misma manera en  como sólo tú sabes amar. Date una oportunidad con Marco y deja que se encargue de hacerte feliz y arma tu futuro, armen su futuro.

—Tú sabes que Marco me gusta pero no puedo amarlo Isco, no me sale amarlo, no me sale amar a nadie que conozca hace poco, ya tuve una mala experiencia y aprendí que no debo de entregarme a alguien que apenas conozco.

—No te pido que lo ames preciosa. Ustedes sienten algo bonito por el otro y pueden ir formando su historia y verán que al final van a amarse— habla seriamente—si no es que ya lo hacen y lo están reprimiendo— bromea un poco para hacerme sonreir y la verdad es que lo logra.

Pienso y analizo cada una de sus palabras, sé en el fondo que tiene razón pero una nube oscura se encarga de tapar mi corazón y cubrirlo para que sea incapaz de volver a cometer el mismo error. Mi peor defecto tal vez es, pensar con el órgano encargado de la acción de bombeo antes que con el cerebro.

—Piénsalo hermanita— es lo último que dice antes de besarme la frente y marchar a su habitación.

¿Debería de darle oportunidad a Marco?

¿Él de verdad llegará a amarme?

¿Cómo sé que no estaré entregandole más de lo que debería entregar de mí?

¿Y si todo vuelve a salir mal?

Mi mejor jugada eres tú ||Marco Asensio||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora