XIII

3.9K 138 7
                                    

Viernes 16 de junio del 2017. 16:30pm.

Marco y yo estabamos semi-acostados en el gran sofá-cama que se encuentra en la sala, viendo una serie en netflix.

La casa de papel.

Estabamos terminando el segundo capítulo de la primera temporada y la verdad es que estaba muy interesante.

—¿Sabes algo?— pregunta Marco sin dejar de mirar el televisor.

—¿Que cosa?— inquiero curiosa.

—Tienes sucia la camiseta— dice y yo asustada me la reviso a ver donde se encontraba la mancha. Marco ríe. Y en ese momento me doy cuenta de que era una broma.

—¡Eres un...!— exclamo pero Marco me interrumpe.

—Cuidado con su lenguaje señorita— me advierte, despegando su vista del televisor para posarla en mí.

—¡Al diablo el lenguaje! ¡Eres un idiota Marco Asensio!— le grito mientras le empiezo a dar golpecitos en el pecho.

—¡Auch!— se queja riendose pero yo no ceso mis movimientos — Basta Ely, por favor.

Hago caso omiso.

—Ely, no me hagas tener que detenerte a mi manera— vuelve a insistir y lo vuelvo a ignorar — está bien, como quieras.

En menos tiempo de que yo podría haber lanzado un grito, Marco realiza un movimiento que lo deja encima mío. Sus ojos se encuentran con los míos y puedo jurar que mi rostro está tomando el color del tomate.

—Te lo advertí y no hiciste caso— una sonrisa picarona se formó en sus labios— ahora, tienes que asumir las consecuencias.

Me quedé paralizada un momento, con él encima, sin saber como reaccionar o como responder su comentario pero de repente me encontraba riendome a carcajadas porque Marco me estaba haciendo cosquillas.

—No, por favor, no— empiezo a decir entre risas — para, para.

—No es bonito ¿cierto?— pregunta en un tono de victoria.

—Basta, no puedo más— seguía riendo — ¡Me orino! — exclamo y Marco frena en seco.

—¡No te vayas a orinar aquí! ¡Vuela al baño!— me reí pero porque esta vez fui yo la que lo engañó.

—Era una broma— digo y Marco reprime una sonrisa.

—Eres una... una— tartamudea.

—¿Una qué?— pregunto en tono provocativo.

—Una mentirosa— concluye.

—¿Yo?— me hago la dolida — ¿Cómo se te ocurre decir eso?

—Te haré cosquillas otra vez— advierte.

—No, ya no, por favor— digo negando con la cabeza. Ambos nos dedicamos una sonrisa.

—¿Sabes algo?— pregunta de nuevo y yo enarco la ceja mientras me cruzo de brazos debajo de él como señal de que no caeré de nuevo en su broma haciendo que él niegue con la cabeza— y esta vez no es ninguna mancha en tu camiseta.

—En ese caso, dime porque no estoy segura de saber lo que tu sabes y que quieres que yo sepa— él enarca una ceja divertido ante mi comentario.

—Bueno, eso de lo que tú no estás segura de saber lo que yo sé y que quiero que sepas— dice repitiendo lo que yo ya había dicho con anterioridad haciendo soltar una pequeña risa— es que eres la chica más sensacional que jamás haya conocido.

Las palabras salen de su boca en un tono de voz muy dulce y con una sinceridad en ellas. Lo miro a los ojos; los cuáles brillan intensamente, aquellos globos oculares capaces de captar la atención de cualquiera y hacerte perder profundamente en ese mirar. Me muerdo el labio inferior en cuánto recuerdo la posición en la que nos encontramos.

Callo.

No sé que responder.

Siento la respiración de Marco en mi rostros y hasta ese momento no me había percatado de lo cerca que se encontraban nuestros rostros.

Mi corazón se acelera y parece que está a punto de abandonar su posición en mi caja torácica.

Mi mejor jugada eres tú ||Marco Asensio||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora