Mi mejor jugada eres tú ||Marco Asensio||

LXV

31 de diciembre del 2017.
Especial fin de año (2/2)

Siempre me pone contenta el poder compartir con la familia de mi novio. Los Asensio, todos ellos, desde el más grande al más pequeño son personas realmente maravillosas.

—Ely, te tengo una pregunta—Igor se dirige a mí con una curiosa expresión en su rostro.

—Sí, claro. Dime—me cruzo de piernas y centro toda mi atención en él.

—¿Cómo has hecho todo este tiempo para soportar al odioso de mi hermano?—me preguntas fingiendo seriedad pero no tarda en reír, al igual que los demás menos Marco, quién le lanza un cojín.

—La verdad es que ni yo lo sé, ha sido muy difícil—bromeo, Marco quién se encuentra a mi lado me mira ofendido por mi respuesta y yo me encojo de hombros para que se ofenda más.

—Mi más sentido pésame, cuñadita.

—No es cierto—mi mano la posiciono en el cabello de Marco para jugar con el—La verdad es que estar con Marco es mi pasatiempo favorito, es el hombre más genuino y maravilloso que pueda existir sobre la faz de la Tierra. Estar con él nunca se siente mal, todo lo contrario. Y una de las cosas que más disfruto de su compañía es que puedo ser yo misma sin miedo a ser juzgada, él me hace sentir como la mujer más hermosa y más amada, soy muy afortunada porque de entre todas las mujeres del universo, pudiendo tener a cualquiera que él quisiera, me escogió a mí. Aún no entiendo el porqué soy yo la persona que se encuentra aquí a su lado, frente a ustedes compartiendo esta fecha pero si sé la razón por la cual lo escogí a él, mi precioso ser de luz.

En ningún momento yo dejé de mirar a Marco a los ojos, así como él tampoco apartó su mirada de mí.
Una de sus manos acaricia la mía libre mientras que la otra se dirige a la que yo posicione en su cabello momentos atrás para depositar un beso en ella.

Me mira con dulzura y con sus hermosos ojos vidriosos y sé que lo que acabo de decirle lo ha dejado sin palabras, lo sé porque es lo mismo que me pasa a mí cuando él me dice cosas realmente bonitas que no estoy segura de merecer.

Una lágrima se desliza por mi mejilla sin siquiera poder contenerla, lágrima que Marco no tarda en limpiar.

—Gracias—dice casi en un susurro y yo le regalo una sonrisa antes de que nuestros labios se junten en un beso. Marco es el primero en apartarse—Te amo Elhayza Betsabeth Alarcón Suárez, eres la mujer más maravillosa que ha existido o pueda llegar a existir y si alguien es el afortunado de la relación, ese soy yo. Eres y siempre serás lo mejor que me ha pasado en la vida, ni siquiera llegar a ser jugador del real madrid se compara con el hecho de que llegaras a mi vida.

—Sabía que eras la mujer indicada para mi hijo—nos sorprende mi suegro—Creo que ambos sois afortunados de teneros el uno al otro, sois una pareja hermosa.

Marco y yo nos miramos por un segundo y sonreímos.

—Gracias papá—la sonrisa que tiene Marco en estos momentos es realmente preciosa, él se levanta a abrazar a su progenitor.

—A mamá le hubieras encantado, Ely—me sorprende Igor que también se ha colocado de pie para venir a abrazarme a mí.

—Así como ella me hubiera encantado a mí, seguro esta orgullosa de los hijos tan espectaculares que tiene—le digo con total sinceridad, María hizo un excelente trabajo con sus hijos, y eso hace que no me quepa duda alguna de la calidad de ser humano que era ella. Seguramente espléndida y una mujer de la que nunca te arrepentirias de conocer.

Estabamos todos listos para recibir al nuevo año, un año al que le tenía mucha fe.

Marco me rodea con uno de sus brazos, ya que en su otra mano está sosteniendo su copa con las doce uvas, al igual que yo.

Por tradición, se come una uva por cada una de las doces campanadas, representando a los doce meses del año.

Resultó ser un momento muy divertido ya que Marco y yo decidimos hacer una competencia para saber quién podía comerse las doce uvas sin atorarse o algo parecido, el que él esté alzando los brazos en señal de victoria justo ahora me hace saber que ha ganado, mientras a mí todavía me falta una ya que aún estoy triturando con mis dientes las tres que tengo en la boca.

Luego de un rato que ya por fin pude deglutir correctamente, Gilberto e Igor se acercaron a abrazarme y desearme un feliz año nuevo, lo mismo que con Marquito.

El precioso mallorquín que tengo como novio se me acerca y rodea mi cintura con sus brazos, mirandome de esa forma que él sabe que me encanta y me vuelve loca, y como si fuera poco, tiene una sonrisa peefecta en los labios provocandome mil infartos al miocardio ahora mismo.

—Feliz año, precioso—me le adelanto en decir, mientras coloco mis manos alrededor de su cuello.

—Feliz año, preciosa—me besa.

El beso se ve interrumpido gracias al sonido de mi celular. Tenía una llamada y era mi mamá. Me aparto un poco de Marco y descuelgo la llamada con una sonrisa.

—Hola mami, feliz año. Espero que...—me callo en cuanto al otro lado de la línea escucho sollozos, ¿por qué está llorando mi mami?—¿Que sucede mamá?

—Hija, lamento decirte que este no va a ser un feliz año nuevo...—dice entre sollozos.

—¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué pasó mamá?—me desespero pero mi mamá casi no puede hablar. Marco me mira preocupado.

—Es que...

—Mamá, me estás asustando, ¿que fue lo que pasó?