LXVIII

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Cerré la llamada. La rabia, desesperación y un cúmulo de emociones negativas me invadían por completo.

-¿Y qué os han dicho?- preguntó mi madre desesperada.

-Definitivamente, Edward está detrás de todo esto.

-Y Marina- interviene Marco -Olvidamos el pequeño detalle de que ambos se conocen.

-Es cierto y vaya que se conocen- nuestros padres nos miraron confundidos -Marina es la mujer con la que Edward me engañó.

-¿Por qué no nos dijiste?- inquiere Isco con su mirada puesta en mí.

-No quería traer a colación otra vez ese tema del pasado, además ni fue tan importante ya que Marco y yo hasta lo olvidamos- explico.

-Marina dijo que efectivamente tienen al niño, ella y Edward quieren vernos a Elhayza y a mí antes de devolver al pequeño Alarcón con su familia. Probablemente quieran chantajearnos, hacer una oferta o algo así, no me dió muchos detalles- informó Marco, luego dirigió su mirada hacia mí- ¿A ti que te dijeron?

-Lo mismo, básicamente- hago una mueca- aunque, Edward me pidió que vaya sola.

-Eso obviamente no va a pasar- se apresuró a decir el mallorquín.

-Absolutamente, estoy con mi pisha- manifestó Isco.

-Estás loca si crees que vas a ir sola -también apoya Lauren -Además, Marina ha dicho que los solicitan a ambos.

-¿Cuando deben verse?- preguntó el señor Asensio.

-Marina me dijo que debemos esperar indicaciones, que volverían a llamar y que por nada del mundo intentemos contactarlos.

-Eso nos da tiempo- habla Igor.

-¿Tiempo para qué?- preguntamos Isco y yo al unísono.

-Para idear un plan- responde Marco mirando a su hermano.

-¿Un plan? -mi mamá los mira confundida.

-Sí, y uno muy bueno -continúa Igor -no vamos a permitir que esos dos se salgan con la suya.

-En eso estoy de acuerdo -lo apoyó Lauren.

-Pero eso lo pensaremos después. Por ahora, lo mejor será que todos traten de conciliar el sueño, necesitan descansar. -el padre de Marco habló con tanta serenidad que todos realmente consideramos la idea. Todos estamos tan agobiados que ni siquiera hemos pensado en descansar un poco y a muchos nos hacia falta.

-Si, creo que es lo mejor -dirigi mi mirada a los Asensio -Vengan, los llevaré a la habitación para que vosotros también descanséis.





-¿Cómo te sientes, amor? -pregunta Marco a penas sale de la ducha secándose el cabello para poder dejar la toalla a un lado y sentarse junto a mí en la cama.

-No sé, todo esto es tan agobiante -le digo antes de esconder el rostro entre mis manos.

-Todo va a salir bien, amor -yo levanto la cabeza para poder mirarlo.

-¿Y si no? ¿Qué pasa si algo sale mal? -sólo pensar en la posibilidad de que esos dos lastimaran a mi sobrino de una u otra manera me aterraba. No tenían porqué involucrarlo, es sólo un niño. Si querían vengarse de mí, debieron desquitarse conmigo directamente.

Marco, toma mis manos y deposita un beso en ellas. -Confía en mí.

-Si confío en ti pero... -el mallorquín me interrumpe.

-Pero, ahora vamos a acostarnos a dormir porque lo necesitamos -se coloca de pie y me extiende la mano para que juntos nos vayamos a acostar. Sin más ganas de protestar, lo hice.
Me tumbé en la cama y segundos después él también, rodeandome con sus brazos, como suele hacerlo, para dormir abrazados. El mallorquín deposita un beso en mi hombro, y por un segundo trato de despejar mi mente y disfrutar del contacto. -Te amo, que descanses.

No tardó mucho en quedarse dormido, era claro que estaba muy cansado, y soy consciente de que toda esta situación también lo está agobiando aunque trate de no darlo a notar.
Yo por el contrario, seguía pensando en el tema una y otra vez. Pensando en cuando será la próxima vez que pueda tener a Isquito entre mis brazos.

Mi mejor jugada eres tú ||Marco Asensio||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora