Marco Asensio...
Luego de mi discusión con Ely, salgo hacia la parte delantera de la casa de Isco y me siento en las pequeñas escaleras que hay en la entrada, pensando en que va a pasar con nosotros ahora.
La puerta se abre pero no me doy cuenta de quién es hasta que Isco toma asiento a mi lado en silencio.—Deja que se explique —dice al cabo de unos minutos—y ya después decides si sigues enojado o no.
—Claro que dejaré que se explique pero no ahora... —suspiro—no quisiera que el enojo me haga decir cosas que no quiero.
—Gracias por eso porque tampoco quisiera decirte algo por defender a mi hermana. Y yo si no tengo control como tú.
—En realidad no lo tengo, sólo que cuando se trata de ella, siempre lo pienso más de una vez. No quiero herirla, de ninguna manera, bastante ha sufrido ya.—me sincero, independientemente de todo, lo que menos quisiera en esta vida es decir o hacer algo para lastimar a la madrileña.
—Sólo quiero que sepas que ella tampoco haría nada para lastimarte, sólo hablen y sé que van a solucionar esto—. Me da palmaditas en la espalda y se pone de pie—Por cierto, esa idea de irse a Italia, no fue de ella, fue nuestra.
El malagueño se marcha y yo me quedo un rato más pensando, ¿Ely en Italia?
No quiero que se aleje de mí, pero tampoco puedo cortarle sus alas. Ella merece triunfar en lo que quiere en la vida y yo debo apoyarla como ella lo ha hecho conmigo.
Sin embargo, no puedo dejar de preguntarme, ¿que pasará con nosotros?
Estoy camino a la antigua habitación de Ely en casa de Isco, donde vivía antes de irse conmigo. La puerta está abierta y ella no parece caer en cuenta de mi presencia así que me quedo observándola hablar por teléfono mientras camina de un lado al otro por la habitación y no puedo evitar sonreír.
Al cabo de varios minutos ella deja de hablar y lanza su celular a la cama antes de darse cuenta que estoy de apoyado en el marco de la puerta.
—Lo siento, estaba hablando con... —ella hace unos gestos con sus manos nerviosa, ingreso a la habitación y le indico que se siente conmigo.—Marco, yo...
—Déjame hablar—la interrumpo—antes que nada, quiero disculparme si llegué a hacerte sentir mal. Isco me contó que la idea de irte fue de ellos—la observo por unos segundo y ella asiente.—¿Por qué no me lo dijiste desde el principio?
—Te lo iba a decir, esa misma noche pero no pude hacerlo en cuanto me dijiste que estabas dispuesto a dejar el Madrid por mí, tenía miedo de que ahora quieras ir a jugar a Italia y dejes al equipo de tus sueños, como ya te lo he dicho, no voy a permitir que renuncies a eso, Marco—ella está seria, más seria que nunca. Tomo sus manos entre las mías y deposito un beso en ellas causando que la madrileña me regale una tímida sonrisa.—Lamento mucho no decírtelo antes.
—Te amo—le digo después de unos segundos de silencio—y sí, estoy dispuesto a hacer muchas cosas por ti y no te voy a negar que tal vez si hubiese pensado en la idea de irme así que entiendo tus razones pero, esa noche tú me dijiste algo que es verdad, jugar en el Real Madrid siempre fue mi sueño sin embargo encontré algo que no creía posible, siempre pensé que no habría algo que me hiciera más feliz que jugar en el equipo blanco hasta que llegaste tú. Y, ¡joder!, soy el tío más afortunado del puto mundo porque a pesar de todo, tú entiendes lo mucho que el fútbol y el Madrid significan para mí.
—Claro que sí. —ella coloca una de sus manos en mi mejilla y esa dulzura de siempre vuelve a hacerse presente en sus ojos —Siempre voy a apoyarte, Marco, en todo lo que te haga feliz.
—Y yo no voy a ser la excepción—. Le digo—¿Me prestas tu ordenador?
—Aquí está—ella me pasa su laptop y yo empiezo a buscar el programa ese en la universidad de Turín—¿Qué vas a hacer?
—Vas a ir a Italia, te vas a preparar y vas a convertirte en la mejor periodista deportiva del mundo—ella intenta quitarme el ordenador de las manos pero no la dejo.
—Marco no, me quedaré en España, estudiaré en Barcelona—la callo con un corto beso.
—Vas a ir porque no me vas a negar que te hace ilusión—ella suspira.
—Si pero... —la interrumpo.
—Si pero nada.
—No quiero dejarte—dice y yo vuelvo a apartar el portátil.
—Vamos a hacer que funcione, ¿vale? —trato de tranquilizarla a pesar de que la idea de tenerla lejos y no poder despertar con ella cada mañana, me está matando por dentro pero, no puedo ser egoísta al respecto—Podemos estar en contacto, te visitaré cada vez que pueda y sé que también lo harás. Las vacaciones y las fiestas las pasaremos juntos. Tú eres culé y yo soy merengue, y eso no nos separó así que la puta distancia tampoco lo hará.—ella estalla en una carcajada y yo no demoro mucho en unirme a ella.
—Vamos a hacer que funcione.—repite lo que le dije hace unos minutos.
—Si, así que ahora vamos a inscribirte—vuelvo a colocar el portátil en mis piernas para realizar el respectivo proceso.
—Te amo—me dice de repente causando que yo sonría.
—Lo sé pero, no más de lo que yo a ti—ella ríe.
—Ya te he dicho que eso puede entrar a discusión.
—Aún así yo ganaría—me encojo de hombros.
—Serás imbécil—me da un golpecito en el hombro.
¡Joder! Como la voy a extrañar...
~~~~~
¿Vieron el partido del Madrid hoy y la reaparición de nuestro Marquito?
Como ya saben soy culé pero, se me hace imposible no alegrarme cuando a él le va bien.
Espero que les guste el capítulo de hoy. ✨
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Mi mejor jugada eres tú ||Marco Asensio||
RomanceApasionada, amable y muy dulce, así es Elhayza Alarcón Suárez. La madrileña amante del equipo culé tiene como hermano a el famoso jugador del Real Madrid, Isco Alarcón. Ella jamás se imaginó enamorada de un futbolista, de hecho, ni siquiera se imagi...