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Jueves 20 de julio del 2017. 8:00am

—¡Hey Ely! ¡Despierta!— escucho la voz de alguien llamandome mientras que empiezo a abrir los ojos lentamente. Y me encuentro con la figura de mi hermano.

—Hola— sonrío mientras parpadeo para que mis ojos se adapten a la luz del vestuario.

¿Vestuario?

De pronto recuerdo la noche de ayer y levanto la mirada para encontrarme a Marco dormido usando su maleta como almohada. Yo, en cambio, había usado su estómago. Reprimo una sonrisa.

-Flashback-

—Tengo mucho sueño— me quejo — ¿crees que nos saquen de aquí pronto?

—Seré totalmente franco contigo y no, nadi vendrá a por nosotros, al menos no hasta mañana por la mañana— bufo ante su respuesta— así que tendremos que dormir aquí.

—Tengo hambre— digo mientras me sobo la barriga para intentar calmar la leona hambrienta que llevo dentro.

—Te juro que acabaré con esos cabrones mañana.

—Te acompaño a hacerlo— digo ganandome una sonrisa de su parte. Él agarra su maleta y la coloca al borde de los casilleros y se acuesta usandola como almohada. Dio palmaditas con una mano en su estómago para que coloque mi cabeza allí.

Sin pensarlo mucho, le hago caso y dejo caer mi cabeza lista para dormir. El posa uno de sus brazos encima de mí y yo entrelazo nuestras manos.

—¿Sabes algo?— me pregunta él mientras me acaricia el cabello con su mano libre.

—No ¿qué?— digo alzando mi cabeza para mirarlo.

—Me quedaría a dormir en el vestuario mil veces más con tal de hacerlo contigo— bajo la mirada para que no se de cuenta que me he sonrojado, no sin antes haberme detenido a mirar como sonreía de lindo— buenas noches bonita.

—Buenas noches mallorquín— es lo último que digo antes de dejarme vencer por el sueño.

-Fin del flashback-

Y es así como llegamos hasta aquí, me incorporo rápidamente y empiezo a sacudir a Marco para que se levante bajo la atenta mirada de Isco. Él se levanta sorprendido y yo reprimo una sonrisa.

Intentamos ponernos de pie pero teníamos contraídos todos los músculos, huesos y todas las partes que conforman nuestra anatomía humana por haber dormido en el piso.

—Es vuestra culpa que me duela cada centímetro de mi cuerpo— me quejo poniendome de pie finalmente.

—Lamentamos haberlos hecho dormir aquí pero el imbécil de Ramos cerró la puerta antes de que le avisaramos que el encargado de las llaves ya se había marchado— explica — y como me he sentido culpable he madrugado a abrirles la puerta, aunque no parece que la hayan pasado tan mal.

—Fue muy incómodo dormir en el suelo— le reprocha Marco— pero no me quejo de la compañía.

Si me pusiera a contar las veces que Marco me ha producido infartos al miocardio con sus comentarios, no terminaría nunca.

—Creo que debo irme— digo para salir huyendo de la situación.

—Eso creo, Isco Jr te espera afuera— me informa mi hermano y sonrío porque pasaré la tarde con mi sobrino. Me dispongo a salir de allí pero Marco me agarra del brazo haciendo que voltee a mirarlo.

—¿Te veo después del entrenamiento?— me pregunta. Ya he quedado con Lauren pero no quiero decirle que no a él.

—Llámame— es todo lo que digo antes de abandonar el vestuario. Sergio aparece en mi campo de visión junto con mi precioso sobrino quién al verme forcejea para que Ramos lo suelte y correr a mi encuentro.

Me agacho y lo cojo entre mis brazos dandole un beso en la mejilla. El mejor regalo que me pudo dar Isco es esta preciosura de bebé.

—¿Y cómo durmió la parejita?— pregunta el capitán del madrid levantando sus cejas divertido.

—Será mejor que cierres la boca porque si sigues no me importara que mi sobrino esté presente y te arrancaré la lengua con mis propias manos y no es una escena que quiero que quede grabada en la cabeza de Isquito así que comportate— amenazo en son de broma y él deja de burlarse. Sigo mi camino con el nene en brazos dejando a Sergio petrificado y sin emitir palabra alguna. Que se note la confianza.

Mi mejor jugada eres tú ||Marco Asensio||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora