Mi mejor jugada eres tú ||Marco Asensio||

LV

Jueves 30 de noviembre del 2017.

Marco y yo cumplimos tres meses de relación el pasado veinticinco de noviembre. Las cosas entre nosotros han estado bastante bien en cuanto a noviazgo nos referimos, más no si hablamos de cómo nos va con el tema Edward-Marina.

A pesar de que Marco y yo decidimos no volver a contestar llamadas de números desconocidos y estas cesaron, empezó a haber otro problema.

Las amenazas de Edward empezaron a ser enviadas por cartas.

No sabemos cómo este sujeto nos las hace llegar pero está claro que no se dará por vencido hasta que mi relación con el mallorquín se dé por finalizada.
Marina, en cambio, ha hecho lo posible por cruzarse con Marco y casualmente sólo pasa cuándo yo no lo acompaño.

Que raro, ¿no?.

El número veinte del Real Madrid y yo hemos tratado de no compartir nuestros momentos juntos en instagram, que es la red social que manejamos, para ver si así Edward o Marina se convencen de que hemos roto y nos dejan en paz. Hasta las seguidoras de Marco empezaron a preocuparse e incluso hubieron rumores de nuestra supuesta ruptura amorosa pero, por desgracia, se filtraron fotos de nosotros en nuestro viaje a Mallorca y todo la mentira cayó.

Ya sabemos que la mentira tiene patas cortas.

Y fue después de esas fotos que empezaron a llegar las cartas. No importa todo lo que hagamos por mantenernos juntos de incognito, siempre nos captan y las fotos se filtran rápidamente debido a los club de fans, en especial a los que apoyan a Marco en la relación que mantiene conmigo.
No culpo a los fanáticos, es evidente que lo aman y se preocupan por él.

Él no se ha sentido muy bien estos días, anda bastante cansado y agobiado con esta situación. Hace dos días su equipo tuvo partido por Copa del Rey pero ni Asensio, ni Isco, fueron parte de la convocatoria.

Justo ahora me encuentro junto a mi sobrino en casa de mi mejor amiga.
Estamos jugando a la pelota en el patio trasero ya que al pequeño le encanta estar en contacto con el balón. Tal parece que seguirá los pasos de su padre.

—¿Y cómo vas con Marco, amiga? ¿Todo bien?—me pregunta Lauren dandome una mirada rápida antes de fijarla en el balón que ha llegado hasta sus pies.

—Estamos bastante bien, recién cumplimos tres meses de relación.—le respondo mientras ella me pasa el balón a mí.

—¡Es cierto! El 25, ¿no?—yo asiento en confirmación—¡Lo he olvidado!

Suelto una risa.—¡Claro! Como haz estado pasado con mi hermano, ya no te acuerdas de nadie más.—bromeo pasandole el balón a mi sobrino quién se encarga de patear al arco.
La pelota ingresa y los tres gritamos 'Goool' y yo me agacho para abrazarlo.

—¡Hey! No me reclames nada que también me hiciste a un lado por Marco.—me sigue el juego.

—Estamos a mano, entonces.—me encojo de hombros y me coloco de pie con Isco junior en brazos.

—Exactamente.—ambas nos echamos a reír.

—¿Y cómo va eso? ¿Han formalizado?—inquiero curiosa. Con esto de los entrenamientos y sus salidas con mi mejor amiga no he tenido tiempo de hablar a profundidad con mi hermano sobre este tema.
Sé que están en un 'veremos que pasa' pero hasta ahí.

—Aún no. Queremos ir despacio y no apresurar las cosas pero sobretodo mantenernos en bajo perfil.—me comenta ella.

—Me parece perfecto que quieran llevar todo a paso lento. No es bueno apresurarse.—digo recordando aquello sucedido con mi ex y lo mal que me ha estado haciendo pasar.
Aunque claramente a ella no le pasará lo mismo ya que Isco es de las mejores personas de este mundo.

Caminamos juntas hasta el interior de la casa dirigiendonos hasta la sala de estar y sentandonos en el mueble.

—Tita, ¿a qué hora viene papá?—pregunta el pequeño.

—Deja le llamo para averiguarlo, ¿vale?—Isquito asiente y yo le beso en la mejilla causando que el niño ría y salga corriendo.

Le marco a mi hermano y luego de los tres tono descuelga la llamada.

—Hola Ely, ¿qué ha pasado? ¿está todo bien?—empieza a preguntar sin darme oportunidad de saludarlo antes.

—Hola hermanito—suelto una pequeña risa—No te preocupes que está todo bien, sólo que queremos saber si ya están en camino.

—Estamos saliendo recién, el entrenamiento se ha excedido un poco de tiempo pero ya vamos para allá.—escucho un par de risas a través de la línea—dice Lucas que no te preocupes que ya te llevamos a tu amorcito.

La manera en la que dijo la última palabra hizo que soltara senda carcajada por lo chistoso del tono.

—¿Luqui va a venir?—pregunto. Hace un buen de tiempo que no lo veía o hablabamos mucho.

—Sí, Ely. Ya voy a por ti, preciosa. Mua.—me eché a reír en cuánto Lucas, que claramente le había arrancado el celular a mi hermano porque lo escuché protestar, dice eso.

Me eché a reír aún más en cuanto escuché un 'Presta para acá, chiquillo' de mi hermano. Y no pude evitar sonreír en cuánto escuché a Marco decir 'La bonita madrileña es mía, que te quede claro'.
A estos tres les encanta hacerse bromas, especialmente a Lucas. Este último tiene como víctima favorita a mi precioso novio y siempre lo molesta diciendole de que me robará y que él era parte de mi vida desde antes que él y también que lo prefiero por encima del mallorquín.

Lucas tiene novia y me llevo excelentemente bien con ella, su nombre es Maca, esa amistad que tenemos hace que exista esa confianza para hacer este tipo de bromas sin que alguien se moleste.
Así mismo, Marco a veces le dice a Lucas que si Lucas me roba a mí, él se robará a Maca, y todo es muy divertido cuando estamos los cuatro juntos.

—Este gilipollas que me quita el celular.—suelta Isco falsamente molesto volviendo a hablar conmigo por línea telefónica—Estamos ahí en diez, hermanita. No nos extrañes mucho—me dice antes de agregar—y tampoco te sorprendas si Lucas no llega con nosotros, es muy probable que lo deje botado por ahí.

Escucho las risas del mallorquín y el malagueño mientras que el gallego protesta con un 'Hey'.

—Acá los estaremos esperando y dile a Lucas que estoy ansiosa por verlo.—bromeo un poco. No pasa mucho y Lucas ya esta de nuevo con el celular de Isco en mano.

—Ya lo sabía, preciosa.—dice Luqui haciendose el chulito.—Asensio, ya te estan saliendo unos cuernos en la cabeza.—molesta a mi novio.

—Ponme el altavoz.—le pido a Luqui y él me hace caso.

—Yo te quiero a ti, Marquito. No le hagas caso a Lucas.

—También te quiero, preciosa. Nos vemos en un rato.—me dice y porque lo conozco sé que está sonriendo.

—Timbiin ti quiiri, priciisi.—lo imita Lucas burlandose de él y todos nos echamos a reír.

Estos tres son todo lo que está bien en el mundo.