19.

57 5 0
                                    

—Ha desaparecido — Andrew llegó a su casa lo más rápido que pudo, pero había olvidado por completo que el único con llave era Cameron, así que estaba en el portal, deshecho, sin saber que hacer, y llamó a Marshall —. Yo solo caminaba y de la nada él ya no estaba, volví al piso en cuanto ocurrió pero... no puedo entrar y no sé que hacer.

—Voy a llamar al portero, te abrirá y dará pase a nuestro apartamento. Entra, cierra y no te muevas de ahí. Es una suerte que tu estés bien. Vuelvo en cuanto pueda.

Andrew intentó tranquilizarse, dejar de temblar. Pero la discusión con Moss le había alterado demasiado. Estaba tan nervioso, tan inquieto, que no podía sostenerse sobre sus propias piernas y cuando el conserje salió y le invitó a entrar le costó empezar a caminar. En el ascensor intentó mantener la compostura. El conserje de ese edificio era muy discreto, apenas lo habían visto un par de veces y ahora mismo ni siquiera miraba a Andrew a través del espejo, tan solo se mantenía ajeno, aparte de lo que sucedía ahí. Al llegar le dejó pasar primero y usó la llave de repuesto para abrir. Andrew acababa de notar que eso existía, una llave extra. Sintió el corazón latir muy rápido. Quería decirle al hombre que no cerrara, que le abriera, le dejara entrar, coger sus cosas e irse. Pero ya había llamado a Marshall, y estaba seguro de que él obedecería al adulto. No tenía sentido. Tan solo entró, y unos segundos después oyó como el seguro era echado por fuera.

Una vez más quiso llorar.

*

—¿Lo tienes? — Moss y Killian se habían encontrado, una vez más, en la peluquería que regentaba Leo. El hombre estaba trabajando pero ellos usaban la sala trasera para hablar —. Espero que lo tengas, y que merezca la pena. Cuando desapareció Andrew tuvo un ataque de ansiedad, se volvió medio loco y dijo cosas que no quería oír.

—¿Está bien? — respondió simplemente Jamie mientras encendía el ordenador y esperaba.

—Todo lo bien que puede estar un muchacho así de desquiciado. No te lo imaginas. Se ha puesto a echarme la culpa de todo lo que había pasado estos últimos meses. Me ha dicho que desde que estoy en su vida le va mucho peor.

—Posiblemente tenga razón. Desde que nos hemos acercado a él su vida a ido a peor. Intentamos, al fin y al cabo, que traicione a un narcotraficante, abusador, maltratador y asesino. Y ese hombre es mucho más listo que el chico — lo dijo tan ajeno a todo que a Moss le costó entender que se sintiera mal por ello —. Y nosotros solamente lo usamos. No tenemos en cuenta las consecuencia de nuestros actos, no al menos las que respectan a él ¿te has parado a pensar que ese loco seguro que tiene la casa llena de cámaras y que por cada vez que tu lo has llamado o él te ha llamado, se ha llevado una paliza? Es probable. Igual que es posible que se las haya llevado igual cuando yo lo he manipulado intentando que se delatara a si mismo. No hay modo. Es lo que hemos hecho. No puedes ahora enfadarte porque él te lo tire a la cara.

Un silencio sepulcral se instaló entre ambos y Killian aprovechó ese momento para abrir todo lo que había ocurrido en el móvil de Andrew desde que se fue. Pudo ver los mensajes, las llamadas y puso audio a la última de Marshall.

—Y aquí otra vez — susurró —. Ha dicho que está feliz de que él esté bien ¿realmente crees que estará feliz de que él esté bien una vez que cuelgue? Estará furioso porque alguien que conoce todos sus secretos ha desaparecido. Y si al menos hubiera desaparecido en otro momento, quizás, él no tendría nada que ver, pero es mucha casualidad ¿tu le llamas y su hombre desaparece? Voy a intentar conectar el micrófono del móvil, puedo hacerlo, en teoría, de manera remota. Así nos enteraremos de que ocurre hoy en esa casa.

—Esto es una jodida mierda, yo solo quería protegerlo. No podemos protegerlo así, si regresa a él cada vez que damos un paso adelante. Cualquier día se le irá la fuerza de control y...

Forgiveness  [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora